Sabemos trabajar


  Ferias, fiestas y otros regocijos públicos salpican el calendario de nuestros pueblos y ciudades, especialmente en el verano, que es el andaluz un pueblo que sabe divertirse y extraer todo el sabor a la vida. Pero junto a ese saber divertirse, está el saber trabajar y el saber amar.

  Al menos esas eran las tres condiciones que ponía Freud par alcanzar la felicidad y yo a ese señor lo respeto desde que me enteré que aprendió español para leer el Quijote en lengua vernácula. Nada diré de como amamos o dejamos de amar los de estas tierras que es asunto que concierne a la intimidad del hogar y de los asuntos del ocio ya escribí en otra mirada anterior.

 No creo que nadie tenga duda  de que por estas tierras sabemos trabajar y queremos trabajar; el desarrollo experimentado por nuestros pueblos en los últimos años ha sido fruto del esfuerzo y el trabajo de todos nosotros, cada uno en la parte que le ha tocado, según su resposibilidad: Gobiernos centrales, autonómicos y locales; empresarios y trabajadores hemos puesto nuestro empeño en hacer de nuestros pueblos lugares mas vivibles valga la palabra.

 Basta asomarse a estas páginas de ALHAMA COMUNICACIÓN para ver que hay gente emprendedora que, a pesar de la crisis afronta el riesgo de crear nuevos negocios y que los productos y servicios que se ofertan aquí son de primera calidad. Sabemos trabajar.

 El problema del desempleo no es por la falta de capacidad o disponibilidad de nuestros trabajadores, ni es por la pretendida rigidez de nuestras leyes laborales. Sabemos y queremos trabajar, pero a cambio queremos un sueldo digno que nos permita vivir con decoro y tener alguna estabilidad en el empleo. He escrito vivir, con todo lo que ello implica,para sobrevivir al nivel de la subsistencia ya padecimos la posguerra y el largo gobierno del general Franco.

 Un sueldo digno y la sanidad y la educación para todos es algo irrenunciable, los que nos gobiernan, que están ahí por su voluntad deben afrontar el problema de cómo gestionan los recursos públicos, es decir de todos, con los que se pagan.

 Nosotros por nuestra parte ya hacemos el esfuerzo de salir a cada día a ganarnos la vida o intentar ganárnosla según se vaya al trabajo o a buscarlo.