No hablo de cajas de ahorro, ni cosa parecida, simplemente traduzco el título de una canción de Pete Seeger, “Littel boxes”, recreada por Víctor Jara como “Las casitas del barrio alto” y en las cuales se describe perfectamente lo que se ha dado en llamar el sueño americano, ese sueño que ahora parece que se está desdibujando, diluyendo en un despertar algo amargo.
Ese sueño, que se llama capitalismo, y estilo de vida americano está dando muestras de ser de uso exclusivo para una minoría, incluso en nuestro país, que pertenece al lado bueno del mundo, son todavía demasiados los que no tienen acceso a un mediano bienestar. Los pájaros de mal agüero insisten en achacarlo a este gobierno, y afirman que cuando haya otro gobierno de otro signo se verán resueltos todos los problemas que afligen a nuestra patria.
Yo, no acabo de creérmelo del todo y cuando vote el domingo lo haré pensando en el gobierno municipal, del otro ya me ocuparé en su tiempo. Lo que si tengo claro es que los derechos de que ahora gozamos los trabajadores y este estado de bienestar de que también gozamos no han venido por sí solos ni por obra y gracia de organismos como el fondo Monetario Internacional, por ejemplo, si no que han sido fruto de la lucha de la clase obrera a lo largo de muchos años, han costado mucha sangre, sudor y lagrimas, me apropio de la frase de Churchill, y si ahora están en peligro es por culpa de los que ,precisamente, dicen querer remediarlo. Hablo de organismos internacionales, de mercados, también internacionales y de entes de ese estilo, que, a lo que parece, son quienes organizan la economía mundial y, por los resultados el experimento les sale bien.
Me explico: Se crea una crisis económica internacional, se hace creer a la opinión pública que es culpa de los gobernantes de cualquier signo, se sugiere que la única forma de salir de la crisis es mediante el recorte de los gastos sociales y la privatización de servicios esenciales, como la sanidad y la educación….¿les suena la historia? A quienes les parezca que son fantasías mías, pueden consultar en la red las “10 estrategias de manipulación mediática” de Noam Chomsky.
Se puede estar o no de acuerdo con lo que el filósofo plantea, se le puede dar mayor o menor credibilidad; pero lo que sí es cierto es que merece la pena reflexionar sobre el asunto, así como acercarse a las ideas y postulados de este intelectual.
Y una vez reflexionado actuar en consecuencia, votando libremente, y ejerciendo todos los demás derechos que reconoce nuestra constitución. La democracia se ejerce todos los días, en todos los ámbitos, no únicamente cada cuatro años, no únicamente ante la proximidad de las elecciones.
Yo, no acabo de creérmelo del todo y cuando vote el domingo lo haré pensando en el gobierno municipal, del otro ya me ocuparé en su tiempo. Lo que si tengo claro es que los derechos de que ahora gozamos los trabajadores y este estado de bienestar de que también gozamos no han venido por sí solos ni por obra y gracia de organismos como el fondo Monetario Internacional, por ejemplo, si no que han sido fruto de la lucha de la clase obrera a lo largo de muchos años, han costado mucha sangre, sudor y lagrimas, me apropio de la frase de Churchill, y si ahora están en peligro es por culpa de los que ,precisamente, dicen querer remediarlo. Hablo de organismos internacionales, de mercados, también internacionales y de entes de ese estilo, que, a lo que parece, son quienes organizan la economía mundial y, por los resultados el experimento les sale bien.
Me explico: Se crea una crisis económica internacional, se hace creer a la opinión pública que es culpa de los gobernantes de cualquier signo, se sugiere que la única forma de salir de la crisis es mediante el recorte de los gastos sociales y la privatización de servicios esenciales, como la sanidad y la educación….¿les suena la historia? A quienes les parezca que son fantasías mías, pueden consultar en la red las “10 estrategias de manipulación mediática” de Noam Chomsky.
Se puede estar o no de acuerdo con lo que el filósofo plantea, se le puede dar mayor o menor credibilidad; pero lo que sí es cierto es que merece la pena reflexionar sobre el asunto, así como acercarse a las ideas y postulados de este intelectual.
Y una vez reflexionado actuar en consecuencia, votando libremente, y ejerciendo todos los demás derechos que reconoce nuestra constitución. La democracia se ejerce todos los días, en todos los ámbitos, no únicamente cada cuatro años, no únicamente ante la proximidad de las elecciones.