Peridis, el Hospital de la Reina y otros edificios

 Afirmo rotundamente que una de las personas a quien más debemos agradecimiento en nuestra comarca y el país entero es el arquitecto José María Pérez González, más conocido como el humorista político Peridis, quien en 1985 ideo, promovió e impulsó el Programa de Formación y Empleo para jóvenes en la Recuperación del Patrimonio, Escuelas Taller y Casas de oficios.

 La idea era la de recuperar oficios y técnicas casi perdidas ; enseñándolas a jóvenes parados, y enseñándolas con la práctica, cincel, maceta y piedra, escuadra, cepillo de carpintero, palustre de albañil, fragua, yunque y martillo…Todo ello aplicado a la recuperación y rentabilización de edificios del Patrimonio.

 Y con tales premisas y gracias al trabajo de mucha gente en Alhama, demasiada para que los recuerde a todos, se restauraron en Alhama bastantes edificios que andan en la memoria de todos, menos en la mía. Hablo del trabajo de alcaldes, empleados municipales, funcionarios del INEM, monitores de escuelas talleres casas de oficios y talleres de empleo, alumnos de los mismos. Todo ello financiado con fondos de la unión europea, en este caso del Fondo Social Europeo.

 Todos recordamos el viejo Hospital de la Reina en ruinas y caso todos sabemos como está ahora, nuestros jardines de Alhama están bien cuidados gracias al trabajo de jardineros que se formaron y se forman en la actualidad también gracias a la idea de un humorista de recuperar nuestro patrimonio,  y oficios artesanales, que son parte de nuestra cultura y legado.

 Hago un esfuerzo memorístico y pongo la lista de los edificios en los que se ha actuado para restaurarlos y rentabilizarlos con la seguridad de que alguno me dejo: Edificio de la Cárcel Hospital de la Reina, Casa Cuna, Edificio Polivalente, antiguas escuelas de la Joya, en la Plaza del Rey, algunas de las naves del Polígono industrial. Además, bancos, fuentes pilares y jardines.

 A todo ello se debe sumar que los alumnos  recibían formación académica, caso de no tenerla y a alguno conozco que pudo obtener el graduado escolar lo cual también es de agradecer. Por supuesto lo cobrado durante ese tiempo también sirvió  a las maltrechas economías, qué duda cabe.

 Por todo ello dejo aquí constancia de mi deuda de gratitud con Peridis, no solo por sus viñetas, sino por todo cuanto le debo como beneficiario, en todos los sentidos por su iniciativa de 1985.

 Por último decir que, victima como todos los  mortales de algún gramo de vanagloria, me siento  orgulloso de haber escrito esta mirada sin usar la expresión “poner en valor” y ustedes me perdonen el desahogo.