Supongo que casi todos los que compartieron instituto conmigo recordarán que a través de los ventanales del pasillo podían ver un extenso campo de cebada, que en días ventosos se veía agitado por el viento dando la sensación de un mar verde...
Hoy aquel paisaje ha sido sustituido por los primeros edificios de la Urbanización Moro , que también a crecido con los años, disputando espacio a Los Encerraeros...Por las mismas fechas mi casa en la Avenida de Andalucía, casi pegando a Los Cortijillos estaba casi en las afueras del pueblo. Hoy me basta asomarme a la ventana para comprobar que el paisaje urbano de Alhama se extiende casi casi al puente los Baños, me perdonarán la exageración.
El pueblo está creciendo al menos en viviendas ya que no en habitantes y las barriadas de Los Encerraeros, El Legío, Atocha y Carabanchel proporcionan alivio a ese problema que es siempre la vivienda, una de las necesidades básicas del ser humano y que tantos quebraderos de cabeza ocasiona.
En las soleadas tardes de este hermoso otoño me gusta pasearme por nuestras calles y plazas disfrutando de los sencillos placeres del sol otoñal, invernal ya mismo, y de un café en algunos de los bares y cafeterías observando el paisaje y el paisanaje. Compruebo, por ejemplo que las mujeres que salen del Centro de Día de nuestros mayores poco o nada tienen que ver con la viejecita enlutada y con un pañuelo en la cabeza, antes bien tiene un aspecto de lo más moderno y dinámico. Paseo mi mirada también por los alhameños de otras tierras y juego a adivinar su procedencia por sus acentos. Creciendo, el pueblo está creciendo también en la diversidad de la procedencia de sus habitantes....
Se que no vivo en el mejor de los mundos posibles, que hay mucha gente sin vivienda y sin trabajo, que hay muchos problemas que resolver, que queda mucho camino por recorrer hasta conseguir una sociedad totalmente justa, igualitaria y libre. Pero esto se hace cada día con el trabajo y la tarea de cada uno que puede contribuir a que este mundo sea un poco mejor o un poco peor. Y me parece que vamos avanzando en la dirección adecuada al menos puedo constatar que algunos pasos importantes si hemos dado.
Estamos creciendo.
El pueblo está creciendo al menos en viviendas ya que no en habitantes y las barriadas de Los Encerraeros, El Legío, Atocha y Carabanchel proporcionan alivio a ese problema que es siempre la vivienda, una de las necesidades básicas del ser humano y que tantos quebraderos de cabeza ocasiona.
En las soleadas tardes de este hermoso otoño me gusta pasearme por nuestras calles y plazas disfrutando de los sencillos placeres del sol otoñal, invernal ya mismo, y de un café en algunos de los bares y cafeterías observando el paisaje y el paisanaje. Compruebo, por ejemplo que las mujeres que salen del Centro de Día de nuestros mayores poco o nada tienen que ver con la viejecita enlutada y con un pañuelo en la cabeza, antes bien tiene un aspecto de lo más moderno y dinámico. Paseo mi mirada también por los alhameños de otras tierras y juego a adivinar su procedencia por sus acentos. Creciendo, el pueblo está creciendo también en la diversidad de la procedencia de sus habitantes....
Se que no vivo en el mejor de los mundos posibles, que hay mucha gente sin vivienda y sin trabajo, que hay muchos problemas que resolver, que queda mucho camino por recorrer hasta conseguir una sociedad totalmente justa, igualitaria y libre. Pero esto se hace cada día con el trabajo y la tarea de cada uno que puede contribuir a que este mundo sea un poco mejor o un poco peor. Y me parece que vamos avanzando en la dirección adecuada al menos puedo constatar que algunos pasos importantes si hemos dado.
Estamos creciendo.