Ni Alhama ni yo somos ya igual.
Cuando comencé a escribir mis pareceres sobre Alhama estaba prácticamente recién llegado de las frías tierras del norte. Aclaro que me refiero a las miradas de papel que aparecían en la revista Alhama Comarcal. Por tanto, mi forma de ver a nuestro pueblo y Comarca de Alhama era claramente una nueva mirada, entre admirativa y asombrada. Hoy ha pasado casi toda una vida desde “las miradas” de papel y casi quince años desde la primera digital, aquel 12 de junio de 2010.
Ni Alhama ni yo somos ya igual. En las primeras digitales podía constatar el cambio para mejor que había experimentado nuestro pueblo y una década después constato que las mejoras se han estancado o han retrocedido claramente.
Hoy Alhama y su Comarca son como un viejo funcionario jubilado
Hoy Alhama y su Comarca son como un viejo funcionario jubilado en una pequeña ciudad provinciana, viviendo de su pensión y, especialmente, de sus recuerdos y adaptado a sus costumbres sencillas en las que encuentra algo parecido a la felicidad. Cuando menos tranquilidad y sosiego (acabo de darme cuenta de que esa imagen me cuadra a mí también, y no poco).
Pero, lo que para mí y para un pequeño funcionario jubilado en una pequeña ciudad de provincias es aceptable, para un joven con toda la vida por delante resulta evidente que no lo es.
Quiere la juventud futura, esperanza y la certeza de la posibilidad de crear su propio porvenir a la imagen de sus deseos e ilusiones. Y esto significa dos o tres cosas primordiales e imprescindibles. Una situación económica estable y un lugar que poder llamar con veracidad “hogar” Y la tercera cosa es la auténtica libertad, que no es la de poder elegir al gobernante, sino la de poder gobernarte tú mismo según tu mejor criterio.
Sin dejarte influenciar por el fascismo que viene de tu bolsillo a través del teléfono y de las redes sociales que todos conocemos. Sin tener en cuenta opiniones interesadas y la mayor parte de las veces basadas en falsedades. Sin creer en los mensajes de odio hacia todo lo que no sea tu ideal sexual, racial o cultural.
...a ellos apelo para que despierten del letargo...
Sí, para mí la Alhama tranquila y sosegada en la que nunca pasa nada, ni para bien ni para mal es un buen lugar para vivir. Pero supongo que para los hijos o nietos de ms amigos y conocidos no lo es en absoluto y a ellos apelo para que despierten del letargo en el que están y empiecen a poner las bases de lo que ha de ser su futuro.
Y no va a ser ni el Estado, ni ningún partido de derechas, ultra derecha ni de izquierdas el que te dé una casa, un trabajo y una situación estable. Ese Estado puede contribuir a que tu sueldo sea mayor o menor, según el partido al que votes. Pero el pan, como el amor, no se tiene de una vez y hay que ganarlo todos os días. Y lo mismo pasa con el resto de todos los derechos. Hay que trabajarlos, lucharlos y ganarlos. No basta con pedirlos, como saben todos los que vivieron la oscura noche del franquismo, especialmente los que murieron o fueron asesinados en el empeño.
Y lo que escribo para los jóvenes, lo escribo para toda Alhama y Comarca y su gente.
Alhama Comarcal, agosto de 1993