Yo tengo un sueño

Creo que la frase se atribuye a Luther King, Y su sueño se parecía más al idílico paraíso de los Testigos de Jehová que a una sociedad real posible.

 Y luego está el sueño que nos impusieron, ni siquiera intentaron venderlo, lo impusieron directamente el trío, no de las Azores, que esos fueron sus discípulos dilectos, sino el trío compuesto por El Papa Polaco, la Dama de Hierro y el actor metido a presidente de los Estados Unidos. Básicamente ese sueño venía a ser, una vez más, el del liberalismo económico de la Escuela de Chicago y su profeta Milton Friedman, del que, como ya he escrito varias veces, sólo diré que es exactamente el sueño libertario de Milei, empleando el término libertario de una manera bastante libre: Destrúyase el estado, dejen las manos libres a los emprendedores y la mano del mercado libre hará que la felicidad, la prosperidad y el bienestar alcance a todos los que lo merezcan. Y los que no lo merezcan, que perezcan.

 Con la caída del Muro de Berlín y el fin del comunismo comenzó esta etapa en la que vivimos con todo el largo proceso de privatizaciones, desmantelamiento de empresas, en el Reino Unido fue contra la minería del carbón, en los Estados Unidos se puede decir que gran parte de la white trash que actualmente es partidaria de Trump son hijos o nietos de la gente empobrecida por las políticas de Reagan. Sigo, según estas políticas basta con dejar hacer sin intervenir para que las empresas prosperen, la economía mejore y el país se transforme en un sitio idílico.

...te crees las patrañas, paparruchas y otras invenciones tendenciosas, porque son fáciles de entender...

 Las consecuencias de todo esto las conocemos todos: deterioro de la sanidad y educación públicas, aumento de la pobreza, insatisfacción de los jóvenes, y no tan jóvenes que se ven obligados a cohabitar con sus progenitores porque sus sueldos, si es que los tienen, no les alcanzan para adquirir una vivienda, aumento de la xenofobia y el racismo, como si el sueldo no te lo pagase un español muy español o el precio de la vivienda lo estableciera un inmigrante de Mali, pongo por caso. Ese es uno de los problemas de la falta de cultura y conocimientos mínimos, te crees las patrañas, paparruchas y otras invenciones tendenciosas, porque son fáciles de entender “el gobierno atrae a los inmigrantes para que nos invadan, los españoles vamos a tener que defendernos por nosotros mismos”, pero el término “migración circular “, que es lo que ha ido Pedro a proponer a África, te resulta extraño y lo confundes con invasión ilegal o algo así, naturalmente. ¿Quién soy yo para saber lo que piensas cuando dices que “los españoles tendremos que defendernos por nosotros mismos”?

 Es decir que todos estos barros vienen de esas lluvias de los años ochenta en los que fuimos tan guapos, jóvenes y felices y nos divertimos tanto, una cosa no quita la otra y en la que se hipotecó el futuro de Europa, esta Europa en la que ahora estamos, que pasito a pasito, se está preparando para enfrentarse con las armas a Rusia.

 ¡Cómo añoran las cabezas gobernantes de Europa al viejo Boris Yeltsin, con él las cosas sí eran fáciles!

 Creo que lo que quería escribir es que la próxima vez que intenten convencerte de que devaluar los servicios públicos, bajar impuestos, dar facilidad a los empresarios para despedir como quieran, fijar salarios y todo eso, por favor no les votes. Porque me fastidias a mí, te fastidias a ti y además, luego no paras de quejarte de que los moros te quitan el trabajo, Necio, que eres muy necio. (En la tercera acepción de necio).