Claro que estoy de lulu, claro que me tenéis hasta el gorro con vuestras quejas.
Está de Lulu
Os quejáis del calor, o del frío, os ponéis de mala milk si vuestro equipo pierde, o si los ínclitos, venerables y garbosos Nadal y Alcaraz no obtienen el oro en la final de dobles, creo, en las Olimpiadas de París, sigo creyendo. Y lo peor de todo es que, incapaces de hacer frente a vuestras frustraciones, como los niños mal criados que sois, luego llenáis la prensa, las redes sociales y la tertulias en las que opináis de insultos y descalificaciones ¡El gobierno gobierna! ¡La oposición oposita¡¡Puigdemont ha venido! ¡Puigdemont se ha ido!
¿Maduro go to home!, ah, no que ya está en su casa. ¡Cataluña nos roba! ¡Madrid nos roba!. Y así sucesivamente, la cotidiana lectura de la prensa deviene en un espinoso camino en el cual es casi imposible no pisar un insulto grueso, una noticia fuertemente maquillada, ya se sabe que la mejor mentira es la que contiene una gran parte de la verdad, para que aparezca con su aspecto más sangriento y repulsivo.
Y estoy hablando de la prensa seria y veraz, no de la prensa amarilla, ¿se sigue llamando así? ni de los tertulianos de calzoncillos y bragas expertos en todo, con esa sapiencia ‘cuñadil’, que igual te opinan de un divorcio, una cornamenta o de la última noticia sobre mecánica cuántica, note el sagaz lector que aquí me tomo yo mismo a mí mismo a broma, como eficaz método de reducir el cortisol en sangre y generar endorfinas.
...los niños pidiendo pan, teléfonos móviles y ropa de marca y todas esas cosas que ofrece el mercado...
Qué es lo que recomiendo. Humor, humildad y analizar bien si nuestra situación es equiparable o no a la de un gazatí o la de cualquier ciudadano africano que decide echarse a la mar, para llegar justo a este lugar en el que estamos nosotros que tanto nos quejamos de todo. Aquí se suele comer varias veces al día, se dispone de agua corriente, potable (y en Alhama de excelente calidad) constante, salvo ocasionales cortes debidos a averías. Creo que nuestro problema es que no sabemos valorar lo que tenemos, por exceso de cosas y defecto de tiempo para disfrutar de ellas.
Y no, no me creo que viva en el mejor de los mundos posible y soy consciente y sabedor de que hay graves desigualdades entre unos y otros y muy especialmente entre unos y otras, que la vivienda es un lujo casi inalcanzable para bastante gente, que el trabajo está mal pagado y se trabaja la mayor parte de las veces por encima de lo que marca el convenio. Que los niños pidiendo pan, teléfonos móviles y ropa de marca y todas esas cosas que ofrece el mercado, atan mucho, coartan la libertad y obligan a hacer cosas horribles que nadie debería tener que hacer. Pero es lo que hay y quejarse no vale de nada, si nos quedamos en la queja y no hacemos nada para mejorar nuestra situación personal y la de nuestro entorno.
Y eres tú el que debe decidir qué hacer o qué no hacer. No esperes a que venga otro a resolver tus problemas personales. Si no te mueves de dónde estás vas a estar siempre en el mismo sitio.
Nota: El video que acompaña esta mirada forma parte de la película de Pixar “Al revés 2”.