Porque para mí, Argentina es mucho más que el caficho, algo ajado, que ahora ocupa la Casa Rosada.
No entiendo de balanzas comerciales, por supuesto. Por tanto, los intereses que yo tengo con Argentina son puramente sentimentales, cordiales, del corazón y culturales. No voy a decir nada ni a favor ni en contra del presidente de España para llamar a consultas a quien le parezca oportuno.
Ya está. Una vez resuelto esto ya no aparecerán más en esta mirada ni el caficho Milei ni el defensor de su honra y la de su mujer y presidente español.
Tengo una larga y fructífera relación sentimental con Argentina...
Tengo una larga y fructífera relación sentimental con Argentina desde que conocí a Mafalda gracias, creo que lo he contado ya, a una argentina residente en mi barrio de Barcelona, que al oírme decir a un amigo que me hablaba del personaje de Quino que quién era Mafalda, la argentina se volvió hacia mí, ocupaba otra mesa en otra conversación con otra gente y me dijo con cara de no creerlo: “Ah, cómo, pero vos no la conocés a Mafalda”. Después de eso tuve la suerte de que una compañera de clase me prestase el libro “Diez años con Mafalda” con lo cual pude conocer el universo de Quino y ser un poco menos, no mucho, tonto.
Más o menos por la misma época una amiga por la que sentía un amor platónico, muy a mi pesar lo de platónico, me regaló el primer libro de Borges, libro que conservo todavía y que fue el primero de una larga serie de otros y de mi relación con el argentino, su obra y su universo, de mi amor platónico conservo algunos buenos recuerdos, el libro y poco más.
Pero es que además Argentina es Nacha Guevara y su versión de la canción “Construçao”, y todas las demás canciones de Nacha Guevara, y es, como no, Marilina Ross interpretando a la Raulito. Que no me olvide de Les Luthiers ni de los relatos de Cortázar, los tangos argentinos, “El Martín Fierro”, Jorge Cafrune. Y Héctor Alterio y sus hijos Ernesto y Malena. Y para los aficionados al deporte del esférico cuerudo, hace años que se inventó esa denominación y hasta ahora no había tenido ocasión de utilizarlo, Leo Messi y Diego Maradona, los dos únicos argentinos que conoce todo el mundo, me dijo una vez mi vecina Guada, argentina, por cierto.
...ningún país se puede equiparar únicamente a sus gobernantes, o sus oposiciones...
Argentina es y será para los jovenazos de los ochenta “Tequila” y su rock and roll en la plaza del pueblo, y ya metidos en esos temas, es también uno de los dos componentes de Los Sabineros, Mario Ojeda.
Argentina es el trigo que llegaba en la posguerra española, la mano que los españoles tendimos a los argentinos exiliados de la dictadura militar. Es todo eso y mucho más.
Porque ningún país se puede equiparar únicamente a sus gobernantes, o sus oposiciones.
Hay que considerar la larga historia compartida, los vínculos que nos unen, más allá de los económicos y de los cuales he querido que esta mirada sea un esbozo, un apunte de por qué tengo a Argentina en el corazón.
Para terminar, quiero compartir con vosotros la canción que ahora mismo estoy escuchando, “No llores por mí, Argentina”. De Nacha Guevara, por supuesto.