Nuevas meditaciones del “joyo aceite”

Fue en febrero de 2011 cuando escribí las primeras meditaciones sobre el aceite.

 Y saco de nuevo a colación el asunto, no por querer ser releído o por citarme a mí mismo; es más bien la terca actualidad cotidiana la que hace que su precio, el precio del aceite de oliva sea tema de artículos, memes, chistes y otras jocosidades con las cuales solemos los españoles afrontar las adversidades menores.

 Sube la cesta de la compra por diversas causas de las que no tenemos ni usted ni yo culpa alguna, pero igualmente pagamos el precio alto de lo que nos llevamos a la boca, con más o menos esfuerzo según el barrio de cada uno, que ya se sabe que hay barrios de ricos y barrios de pobres.

creo que quienes usan y abusan del tema del precio del aceite no estarían descontentos

 La guerra de Ucrania es una de las causas de la inflación de los alimentos y en el caso del aceite nuestro de cada día es, además, la escasez del que ya mucho antes de ahora se llamaba oro líquido. En algún sitio he llegado a leer, en Facebook, seguro, que, con el asunto de los rubiales, hay muchos rubiales en muchos sitios, se pretende tapar el precio del aceite y otros comestibles igualmente caros. Es decir, que el ruido mediático asociado al asunto, ya en proceso judicial, vendría a tapar la subida de los precios, o algo parecido. No quiero llegar a sacar la conclusión de una operación gubernamental secreta del gobierno y sus secuaces, pero creo que quienes usan y abusan del tema del precio del aceite no estarían descontentos con tal cosa: que la subida fuese cosa del gobierno para castigar a no sé quién. La realidad es mucho más sencilla: hay poco aceite y mucho comedor de “joyos de aceite” y la ley de la oferta y la demanda es inexorable, implacable y carece de piedad, A mayor demanda y menor oferta, aumenta el precio. Esto lo sabían muy bien los planificadores del golpe contra Allende que promovieron la huelga de camioneros para que los ciudadanos golpearan las ollas vacías desde sus balcones aumentando así el descontento de los chilenos, de algunos chilenos.

nuestro aceite era una fuente de riqueza y poder

 Y la sequía y el aumento de la temperatura que tienen a las aceitunas chuchurrías en los olivos, con lo que se prevé que este año haya también poca producción de AOVE, tan caro, querido y caro, poco asequible para los españoles y mediterráneos en general.

 Para quien quiera una auténtica y genuina conspiración en torno al mundo del aceite, de los productores e importadores de aceite, recomiendo vivamente la novela de Lindsey Davis, “Una conjura en Hispania”. Ya entonces el aceite, nuestro aceite era una fuente de riqueza y poder. Desde la Hispania de Vespasiano a la España de Pedro Sánchez el aceite siempre está presente. Y los grupos de poder dedicados a desgastar a los gobiernos que no son de su gusto, también. No faltaba más.