Ha fallecido a los 93 años Lloyd Morrisett, uno de los creadores del mítico programa, “Sesame Street” en su versión original.
Supongo que serán muy pocos los cincuentones, sobre todo ellos, pero los de otras edades también, que no hayan visto en alguna ocasión este programa.
Es por ello por lo que vuelvo a colarme por segunda semana consecutiva en esta sección como cincuentón que soy para rendir mi pequeño homenaje al programa y a Don Lloyd.
El programa empezó a emitirse en noviembre de 1969 en los Estados Unidos, en la televisión pública, que haciendo honor a la vocación de servicio público, como su propio nombre indica, vocación de la que hoy día andan muy escasas las televisiones públicas de España, aceptó la propuesta de un grupo de productores, entre los que se encontraba Morrisett, psicólogo de profesión, para realizar un programa educativo que a la par resultara ameno y divertido. Y a fe que lo consiguieron.
“Barrio Sésamo” empezó a tener contenidos realizados en España además de los que llegaban del otro lado del Atlántico
En España comenzó sus emisiones como una sección del también mítico “Un globo, dos globos, tres globos” en noviembre de 1975, pocos días antes del fallecimiento del dictador. Hasta 1978 con el nombre de “Ábrete Sésamo” y posteriormente con el de “Barrio Sésamo” que es el que acabó siendo más conocido.
Debo confesar que me gustaba más la primera etapa, como “Ábrete Sésamo” que emitía doblada al castellano la versión original de Estados Unidos. Posteriormente, ya como “Barrio Sésamo” empezó a tener contenidos realizados en España además de los que llegaban del otro lado del Atlántico. Los contenidos producidos en España siempre me parecieron un poco ñoños, y no es porque ya tuviera más años, aunque fueran empezado a emitirse desde el comienzo creo que igualmente me lo fueran parecido.
Nunca me gustaron las cosas repipis, el grupo Parchís, por ejemplo, siempre me pareció un coñazo. Ya por aquella época me gustaba “Tequila” (el grupo musical, por supuesto, no la bebida espirituosa) y me siguen gustando cuando los escucho de vez en cuando.
Del contenido educativo de “Barrio Sésamo” no hay duda y de que era divertido, creo que tampoco. De igual forma que cuando le preguntan algo a alguien y no lo sabe, se suele decir: “Ese día no fui a clase” también puede decirse: “Ese capítulo de Barrio Sésamo no lo vi”.
¿Quién no recuerda a Epi y Blas, a Triki el “monstruo de las galletas”, a Gustavo, el “reportero más dicharachero de Barrio Sésamo” o a Coco?....
Fueron pioneros en incluir personajes racialmente diversos, con discapacidad etc., algo meritorio en un país en el que casi hasta ese año todavía existía segregación racial legal en muchos estados. También incluían animales o “monstruos” de tamaños y colores arbitrarios como forma de mostrar que no hay que despreciar a nadie por tener los rasgos, tonos de piel o formás físicas (más o menos esbelto, alto o bajo etc.) que se tengan.
¿Quién no recuerda a Epi y Blas, a Triki el “monstruo de las galletas”, a Gustavo, el “reportero más dicharachero de Barrio Sésamo” o a Coco dándose carrera tras carrera, hasta acabar extenuado para enseñar conceptos como cerca o lejos y arriba o abajo?
En mi opinión los creadores del programa fueron un ejemplo de ganar dinero con lo que haces y no hacer lo que haces para ganar mucho dinero, imagino que debieron de tener bastantes ingresos, nada censurable, por supuesto, pero ofreciendo algo de calidad sin buscar la comercialidad.
Y aquí lo dejo, que voy a buscar algún vídeo del programa para retroceder cuarenta y tantos años en el tiempo.
Firma invitada: Prudencio Gordo Villarraso.