Y al final, ¿qué quería el negro?



“Mami, ¿qué será lo que quiere el negro?”

 La muerte de Georgie Dann, este 3 de noviembre, nos va a dejar sin respuesta a esa pregunta. Y de paso sin una pequeña parte de la banda sonora de nuestros veranos, de eso veranos en los que había veranos, veraneo y canción del verano, en la cual el fallecido cantante, fue rey indiscutible.

 Y no me digan que no es meritorio con una canción al año, sacar lo suficiente para vivir, y vivir bien, supongo, durante el resto del año.

 No sé lo que quería el negro; pero puedo suponer que lo mismo que el blanco, el moro, el judío, el cristiano, el gitano y todos los pueblos que habitamos y compartimos este planeta: Cada uno desarrollar su proyecto de vida personal, en las mejores condiciones posibles y con las renuncias mínimas e indispensables que cada vida de cada persona trae consigo.

...necesito ingresos fijos cada mes, muchos o pocos ingresos, pero fijos. Ya me administro yo.
 Desarrollar el proyecto personal, único e intransferible da cada cual es algo que necesita financiación, resulta una obviedad y para alcanzar con qué pagar la casa que habito, el lecho en el que duermo y el pan que me alimenta (gracias, Don Antonio) necesito ingresos fijos cada mes, muchos o pocos ingresos, pero fijos. Ya me administro yo.

 Y con la legislación laboral actual se ha conseguido a lo largo de los años que transcurren desde que se promulgó, creo que en dos mil doce, hasta ahora, crear ciento ochenta millones de contratos de trabajo registrados en el SEPE, datos dados por la ministra de trabajo, Yolanda Díaz. De esos contratos temporales uno de cada cuatro eran de siete días o menos. Con un trabajo de siete días el único proyecto personal es el de aspirar a que te renueven otros siete días, si hay suerte. Si además tienes gente que depende de ti para llenarles el plato estoy seguro de que pasas por lo que tengas que pasar para conseguir la renovación. Si además eres mujer...es significativo que no existan datos oficiales sobre este tema. Ojo, no estoy diciendo ni sugiriendo la posibilidad de que ninguna mujer haya cedido al acoso para dar de comer a sus hijos. Pero que la actual legislación da alas a los empresarios y que opino que los jueces son extraordinariamente benévolos con quienes ven en la mujer un objeto para satisfacer sus deseos, no es la primera vez que lo digo.

“si no te interesa, ya sabes, te vas y tiramos de lista”.
 Siete días de trabajo. Dejas de ser una persona y te conviertes en un “recurso humano” desechable, como los bolígrafos, los encendedores o las maquinillas de afeitar de usar y tirar. Y si protestas escucharás, yo lo he escuchado, “si no te interesa, ya sabes, te vas y tiramos de lista”.

 Por eso creo que es deber ineludible que las cosas sigan su curso y que se derogue esa ley que ni es mala, ni es irracional, ni es poco ética, es, simplemente, lesiva, muy lesiva para para la clase trabajadora que es la que construye las casas que habitamos, las camas en las que dormimos nuestros sueños y pesadillas, los vestidos que cubre nuestra desnudez de monos desnudos necesitados del trabajo de los demás para seguir viviendo. La que cultiva, trasporta y vende el pan que nos alimenta.

 Es una ley, la actual, que prácticamente hace imposible para, en palabras de un señorito muy banquero y muy importante “las persona con menos valor añadido” tener proyecto personal alguno. Ni siquiera hacer una barbacoa, tener un cafetal o bailar el bimbó con relajo y sosiego.

 Y lo de ir de veraneo, aunque sea al pueblo que te vio nacer, mejor lo dejamos.

 Una vez más, concluyo dando todo mi apoyo a Yolanda Diaz, y al grupo de Unidas Podemos.