Te conocí gracias a la carta abierta que escribí a Concha Caballero.
Querida amiga:
Te conocí gracias a la carta abierta que escribí a Concha Caballero.
Supongo que tú se la harías llegar y tuvo la gentileza de contestarla. Creo que tú la comentaste también. En octubre hará de eso ocho años y desde entonces nos seguimos en redes sociales. No muy intensamente, pero si lo suficiente y en las cosas verdaderamente importantes como para haber llegado a establecerse una amistad verdadera, muy alejada de esas superficiales del face.
Antes de conocerte ya era de izquierdas y feminista, pero ha sido gracias a ti, a lo que publicas y a tus comentarios a algunas de mis miradas, que he llegado a entender cabalmente lo que supone ser hombre feminista como modo de autodefensa
Sé que eres celosa de tu intimidad, de modo que no publico ni siquiera el nombre por el que te conozco en Facebook. Pero sí creo que estoy en deuda contigo, porque contar con tu amistad me ha hecho mejor persona y mejor hombre. Antes de conocerte ya era de izquierdas y feminista, pero ha sido gracias a ti, a lo que publicas y a tus comentarios a algunas de mis miradas, que he llegado a entender cabalmente lo que supone ser hombre feminista como modo de autodefensa, como modo de enfrentarse a un mundo en el cual también a los hombres se nos exige adaptarnos al rol de exudadores de testosterona. Y no todos los hombres somos así, tú lo sabes perfectamente.
Hay hombres que no se sienten cómodos en un mundo masculino en el cual la ternura, los sentimientos, la debilidad y las dudas están vedados. No me apetece pertenecer a ese mundo. Deseo, por tanto, contribuir a cambiarlo para crear otro en el cual sea posible que hombres y mujeres convivan libres e iguales, en que se pueda vivir como uno decide y no como el género o las circunstancias dicten, sin pedir permiso ni perdón. Por eso creo que caminar junto a ti en este camino me hace mejor hombre y mejor persona. Y esa es una de las razones por la cuales tengo con Concha Caballero una gratitud enorme.
Por eso te valoro y valoro mucho tu amistad. Y créeme cuando te digo que para mí la amistad es uno de los mejores regalos con los que la vida obsequia a las personas
Y no exagero ni intento halagarte: Quienes me conocen saben que no halago a nadie, me limito a expresar lo que siento, como comenté cuando te dije que necesitaba consultar algo con una mujer culta, inteligente y feminista. Es lo que creo que eres. Es lo que sé que eres porque estoy convencido de que cuanto publicas es lo que piensas y sientes. Ese es también mi caso y creo que esa es la razón de que dos personas tan alejadas en el mapa estén tan cerca intelectualmente. Por eso te valoro y valoro mucho tu amistad. Y créeme cuando te digo que para mí la amistad es uno de los mejores regalos con los que la vida obsequia a las personas.
Queda mucho camino que recorrer para que lleguemos a ese mundo que tú y yo deseamos; pero estoy seguro de que mientras en el mundo existan persona como tú, o el recuerdo de otra como Concha Caballero, valdrá la pena recorrer ese camino, tropezar, caer, levantarse y continuar sorteando los obstáculos que surjan. Pero es bueno saber que no se camina solo, es bueno saber que hay otros hombres y mujeres que lo recorren codo con codo.
No creo que sea absolutamente necesario vencer, pero sí que es imprescindible luchar, continuar en el camino.
Y, sobre todo agradecer a la buena gente como tú, que de vez en cuando te encuentras en ese camino.
Un abrazo, amiga. Nos vemos en el camino.