Reconozco que soy responsable de las malversaciones y prevaricaciones de los ERE.
Sin mi voto al PSOE no hubiera sido posible; comparto, por tanto, la responsabilidad con los millones de votante que a lo largo de tanto tiempo hemos votado socialista. Es más, con mis escritos he alentado a votar al PSOE en el convencimiento, en el que sigo, de que la otra alternativa, es decir la derecha del Partido Popular era, es, de hecho, más peligrosa para los andaluces. Para su salud, para la educación de sus niños y para las necesarias políticas que acerquen a la igualdad real a sus mujeres. Entre otras cosas.
Ya he dicho otras veces que yo no juzgo políticos a la hora de votar; juzgo políticas, es decir, las políticas que se llevan a cabo. A los políticos que presuntamente han delinquido son los jueces los encargados de juzgar. Pero también cabe plantarse quien vigilará a los vigilantes. Sigo pensando que pese a lo malversado y a lo prevaricado las políticas de la Junta de Andalucía con Chaves, con Griñán y con Susana Díaz durante estos años merecen mi aprobado, puede que no las apruebe con nota alta, pero las apruebo. A fin de cuentas, fueron esas políticas las que hicieron posible la construcción del Parque Tecnológico de Salud, de cuyo hospital solo tengo buenos recuerdos.
Creo que no se puede decir lo mismo de los responsables actuales de la sanidad andaluza, si he de creer las muchas informaciones distintas de medios de diferentes tendencias que informan del caos generalizado en hospitales andaluces en los cuales los recortes hacen estragos.
Pero a lo que iba, que como responsable de haber votado a los socialistas debo tomar una determinación que, de alguna manera, restablezca la justicia y, por lo tanto, pido disculpas a todos los posibles afectados por mi voto. El problema es que no encuentro un colectivo específico al que dirigirme para ello. Es cierto que, según costa en sentencia, que no es firme, por otra parte, hubo dinero público que se destinó a fines que no eran los legalmente previstos. Aun así, creo que es mucho peor que alguien vea su salud afectada por que tú has montado todo el chiringuito de la consejería en una tarde con tus amigos. Y pones de gerente del SAS a un Recortador Magnífico como Miguel Moreno Verdugo, al que has tenido que cesar por las críticas recibidas a sus gestión por parte del personal sanitario, ¡incluso de tu propio sindicato, Jesús, hijo¡ Por tanto no voy a pedir perdón por los errores de un partido al que no he votado y que, creo que lo que busca es deteriorar la sanidad pública andaluza para reforzar la privada, que, bajo mi punto de vista, es otra manera de malversar caudales públicos, encubierta, eso sí.
Tampoco parece que los profesionales de la enseñanza estén dando saltos de alegría en la Andalucía de las dos derechas y media, otro colectivo al que no tengo que pedir perdón.
Pero asumo totalmente mis culpas como votante al socialismo andaluz y, por tanto, y, dado que no puedo devolver ningún dinero que me haya apropiado ilícitamente, porque no me lo he apropiado, ni puedo poner cargo alguno a disposición de nadie, me temo que como último recurso, sólo puedo reiterar mis disculpas por haber ayudado a que hasta el doctor Candel reconozca que hubo algo bueno en la sanidad andaluza, incluso con Susana Díaz y que los de ahora se lo están cargando.
Por lo demás, y sin con ello no basta pongo esta mirada mía a disposición del director de Alhama Comunicación. Si él cree que alguna vez he mentido a sabiendas para beneficiar al PSOE, debe suspender esta colaboración de inmediato.
También apelo a mis lectores en el mismo sentido. Que ellos me juzguen, que yo acataré la sentencia.
Ya he dicho otras veces que yo no juzgo políticos a la hora de votar; juzgo políticas, es decir, las políticas que se llevan a cabo. A los políticos que presuntamente han delinquido son los jueces los encargados de juzgar. Pero también cabe plantarse quien vigilará a los vigilantes. Sigo pensando que pese a lo malversado y a lo prevaricado las políticas de la Junta de Andalucía con Chaves, con Griñán y con Susana Díaz durante estos años merecen mi aprobado, puede que no las apruebe con nota alta, pero las apruebo. A fin de cuentas, fueron esas políticas las que hicieron posible la construcción del Parque Tecnológico de Salud, de cuyo hospital solo tengo buenos recuerdos.
Creo que no se puede decir lo mismo de los responsables actuales de la sanidad andaluza, si he de creer las muchas informaciones distintas de medios de diferentes tendencias que informan del caos generalizado en hospitales andaluces en los cuales los recortes hacen estragos.
Pero a lo que iba, que como responsable de haber votado a los socialistas debo tomar una determinación que, de alguna manera, restablezca la justicia y, por lo tanto, pido disculpas a todos los posibles afectados por mi voto. El problema es que no encuentro un colectivo específico al que dirigirme para ello. Es cierto que, según costa en sentencia, que no es firme, por otra parte, hubo dinero público que se destinó a fines que no eran los legalmente previstos. Aun así, creo que es mucho peor que alguien vea su salud afectada por que tú has montado todo el chiringuito de la consejería en una tarde con tus amigos. Y pones de gerente del SAS a un Recortador Magnífico como Miguel Moreno Verdugo, al que has tenido que cesar por las críticas recibidas a sus gestión por parte del personal sanitario, ¡incluso de tu propio sindicato, Jesús, hijo¡ Por tanto no voy a pedir perdón por los errores de un partido al que no he votado y que, creo que lo que busca es deteriorar la sanidad pública andaluza para reforzar la privada, que, bajo mi punto de vista, es otra manera de malversar caudales públicos, encubierta, eso sí.
Tampoco parece que los profesionales de la enseñanza estén dando saltos de alegría en la Andalucía de las dos derechas y media, otro colectivo al que no tengo que pedir perdón.
Pero asumo totalmente mis culpas como votante al socialismo andaluz y, por tanto, y, dado que no puedo devolver ningún dinero que me haya apropiado ilícitamente, porque no me lo he apropiado, ni puedo poner cargo alguno a disposición de nadie, me temo que como último recurso, sólo puedo reiterar mis disculpas por haber ayudado a que hasta el doctor Candel reconozca que hubo algo bueno en la sanidad andaluza, incluso con Susana Díaz y que los de ahora se lo están cargando.
Por lo demás, y sin con ello no basta pongo esta mirada mía a disposición del director de Alhama Comunicación. Si él cree que alguna vez he mentido a sabiendas para beneficiar al PSOE, debe suspender esta colaboración de inmediato.
También apelo a mis lectores en el mismo sentido. Que ellos me juzguen, que yo acataré la sentencia.