Milei tiene su rollo

España ha recibido este fin de semana la visita de Javier Milei, un tipo que escucha a los Stones y puede que incluso repudie a The Beatles. Milei es un retórico que escupe las palabras a voces como Jagger pero sin armonía. Le gusta utilizar términos como muerrrrrte, inspirado en el mismísimo Davy Jones, ese personaje de Piratas del Caribe capitán del Holandés Errante y cuyo corazón ya no le pertenece. 

 Algo parecido le pasa a Milei, presidente de la Argentina Errante, “el país que tendrá la mayor libertad económica del mundo”, dijo antes de atracar en Vistalegre, el puerto donde la ultraderecha guarda sus mayores tesoros desde que Carrero Blanco se convirtiera en el Ave Fénix de Abascal. Milei vino a recordar a los españoles que “la única zurda buena es la de Messi”. Luego se tocó el pelo y asomó los ojos por encima de las gafas. “Y su mujerrrrr es una corrrrrrupta”, le dijo a Pedro Sánchez que estaba echando el Vermú, seguramente rodeado de quinquis y prostitutas, como acostumbra cualquier militante del PSOE un domingo por la tarde cuando el Cádiz ya ha bajado a Segunda.
 
 “Y su mujer tiene las tetas operadas”, le podría haber dicho Sánchez después del cuarto Vermú. “Y que sepa usted que Florez se escribe con s”. Porque lo mejor de Pedro Sánchez y de Javier Milei no son ellos mismos, sino sus mujeres, diría un machista empedernido apoyado en lo físico y en la barra del siguiente bar. 
 
 Milei iba para portero de Boca Junior, aunque no llegó a la Bombonera porque en Chacarita le cortaron las alas, le faltaron diez centímetros para jugar en Primera, los mismos que le han sobrado para convertirse en el primer presidente de Argentina que se caga en el Rey, en el presidente del Gobierno y en la primera dama de España. Milei tiene su rollo, podría tocar con los Stones si no fuera porque para aprenderse la escala pentatónica de Do con la guitarra hay que utilizar la diestra y la zurda.
 
 “El socialismo es una ideología que va directamente en contra de la naturaleza humana, necesariamente deriva en esclavitud o muerrrrrte, no hay otro destino posible, abrir la puerta al socialismo es invitar a la muerrrrrte”, dijo Milei, mientras las masas se echaban las manos a la cabeza y en las redacciones apagaban los puros para escribir la siguiente línea. Humo. 
 
 “Hay una derechita cobarde y estafadora que un día hace como que se opone a estas cosas y al día siguiente las aprueba”, dijo Abascal, mucho más torpe, rascándose la nuca con un dedo mientras un columnista se acordaba de Umbral y de que los políticos trafican con influencias. Si algo nos ha quedado claro a los españoles, si es que aún queda alguno, es que Milei es mucho mejor que Abascal y que la izquierda le presta una gran atención a la locura.