La luna de plata, / peregrina triste, / derrama su luz / sobre el olivar.
Luna de plata
La luna de plata,
peregrina triste,
derrama su luz
sobre el olivar.
Y una suave brisa
que acaricia el alma
nos regala ecos
que huelen a pan.
Rasguean los grillos
su tosco violín,
entonan las ranas
su verde canción.
Y el agua del río
busca entre los juncos
recuerdos perdidos
de un perdido amor.
Detén tu carrera,
luna bondadosa.
Músicos nocturnos,
tocad sin cesar.
Haced que sea eterna
esta blanca noche,
detened al alba
en su caminar.
Santa Cruz del Comercio, mayo 2025
Luis Hinojosa D.