A ti, madre

Cuanta vida, en tan tiernos juegos, de hijo y madre, en su larga vida.

A ti, madre                  
 
Qué gran privilegio y fortuna,
poder engendrar nueva vida,
de entrega y hermosa ternura, 
por el cielo, eres la elegida…
 
Tierna alma, en madre, nunca olvida
que, pese a ser un don del cielo,
su fiel pasión, por su familia,       
qué duro, alcanzar digno sueño…
 
Su entrega a hijo, amor y vida,
le abraza, acaricia con besos
y él, le responde con sus risas,
con su cariño y tiernos juegos… 
 
Cuanta vida, en tan tiernos juegos,
de hijo y madre, en su larga vida,
huella clava en alma, en pequeño,
suave brisa, que grana espiga…
 
Ay, gozoso abrazo y fiel beso,
huella honda, entrega en su vida
que siempre, guardara en silencio,
tan tierno gozo, en sus caricias…
 
Ay, mirada clavada al cielo
gozando el brillo en su sonrisa, 
tierno canto en tan dulces sueños,
eco en su alma, en toda su vida…
 
Frase, que entonces, no entendía:
“tú serás, mi hombre de provecho”
“jamás, una bala perdida,
si no, honra de familia y pueblo…”
 
Con tanto amor lo repetía,
que lleva grabado a fuego,
con su abrazo, beso y caricias
el más noble y tierno recuerdo…
 
Salvador Arias.