Pasaba el tiempo, / pasaba el agua, / todo fluía / y yo quedaba.
Pasamos
Sentado, indiferente,
junto al camino
sentía pasar el tiempo.
Y contemplaba el agua
que discurría
por el límpido cauce
de un arroyuelo.
Pasaba el tiempo,
pasaba el agua,
todo fluía
y yo quedaba.
Mas un día comprendí
que era yo quien pasaba:
pronto seré un recuerdo
en quienes hoy me aman.
Aquí quedará el tiempo,
nuevo cada mañana;
y quedará el arroyo
con sus límpidas aguas.
Santa Cruz, noviembre 2022
Luis Hinojosa D.