Está la noche
Y el viejo río, reptando entre zarzales, acompaña sus trinos con su eterna canción.
Está la noche
Está la noche
ahíta de fragancias.
Abrió sus flores
el humilde dondiego.
Y la dama de noche,
que ya se engalanó.
Flota en el aire
el olor a verano,
a parvas en las eras
y a jazmines en flor.
Está la noche
envuelta en melodías.
Allá a lo lejos,
entre el verdor de un chopo,
lanza al viento sus quejas
un triste ruiseñor.
Y el viejo río,
reptando entre zarzales,
acompaña sus trinos
con su eterna canción.
Está la noche
como inmersa en misterio,
blanca de luna,
ahíta de fragancias,
envuelta en melodías.
Está la noche
embriagada de amor.
Santa Cruz, julio 2019
Luis Hinojosa D.