A veces, al volver la vista atrás, siento nostalgia. A veces, al volver la vista atrás, siento tristeza.
Nostalgia (I)
A veces, al volver la vista atrás,
siento nostalgia.
A veces, al volver la vista atrás,
siento tristeza.
¿Tú viste a los cabreros,
con su perro y su cuerna,
recogiendo el ganado por las calles,
de puerta en puerta?
Conducirlo hasta el río
y llevarlo hasta el campo,
buscando cada día su sustento…
¿lo recuerdas?
¿Y viste el campo poblado
de gañanes y pastores;
jóvenes aceituneras,
fornidos vareadores,
y en medio de los trigales
cuadrillas de escardadores?
¿Escuchaste, al abrirse la mañana,
el canto de los pájaros?
¿La tórtola arrullando
en el verde olivar;
la inquieta codorniz,
buscando fresca sombra en el barranco;
torcaces, cogujadas,
y hasta el ronco graznar
del negro grajo?
¿Viste en noches de verano,
cuando la calor aprieta,
reuniones de vecinos
tomando el fresco en las puertas?
¿Y los carros de gavillas,
y las parvas en las eras,
ir y venir de criaturas
antes de que el día amanezca?
¿Un río lleno de vida,
un pueblo lleno de gente,
un campo que trabajaron
tantos hombres y mujeres?
A veces, al volver la vista atrás,
siento nostalgia.
A veces, al volver la vista atrás,
siento tristeza.
Siento tristeza y nostalgia
evocando estos recuerdos.
¿Pagamos, tal vez, muy caro
eso que llaman progreso?
Santa Cruz, abril 2019
Luis Hinojosa D.