Se me ensanchará el alma, verás brillo en mis ojos y podrás observar que sonrío de nuevo.
Si algún día me ves
Si algún día me ves que ya no canto;
si algún día me ves que ya no escribo;
que no te cuento cuentos,
que no te abrazo fuerte…
siéntate junto a mí,
hablaremos los dos
pausadamente.
Cuéntame tus proyectos e ilusiones;
confíame tus dudas y tus miedos.
Y… bajito, bajito,
dime: “te quiero, abuelo.”
Se me ensanchará el alma,
verás brillo en mis ojos
y podrás observar
que sonrío de nuevo.
Inexorablemente el tiempo pasa,
con sus luces y sombras,
con sus risas y miedos.
Y, tal vez, algún día,
tú te encuentres muy solo;
tal vez busques un hombro en que apoyarte
y yo esté ya muy lejos.
Entonces, mira al cielo
y verás una estrella que te guiña.
Cuéntale tus proyectos e ilusiones,
confíale tus dudas y tus miedos.
Y… bajito, bajito,
dile: “te quiero, abuelo”.
Santa Cruz, marzo 2018
Luis Hinojosa D.