Conversaciones con el Marchán III



La niña del cántaro de agua.

¿Te acuerdas, buen Marchán, de aquel viejo molino?
Hoy solo quedan ruinas.
…Y recuerdos. …Y nostalgias.
…Y vivencias compartidas.
¡Cuánta vida dentro de él!
¡Y cuánta vida en tu orilla!

Lava mi madre la ropa,
entre María y Josefa,
debajo de los membrillos,
buscando la sombra fresca.
Una borriquilla vieja
que un viejo carga y se lleva:
cuatro cántaros de agua
en aguaderas de pleita.
La canción del molinero
mientras da vueltas la muela.
El olor a pan caliente
y a rosquillos de canela.

¿Recuerdas aquella tarde,
mientras bebían las bestias,
que llegó allí a llenar agua
aquella niña morena?
Con su tímida mirada,
con aquellas largas trenzas...
Mira tú qué coincidencia
que, sin ponerse de acuerdo,
se encontraran él y ella.

¡Cuántos años han pasado!
Pero ellos aún se acuerdan.
Historias en blanco y negro
(así las llaman mis hijos)
que no quiero que se pierdan.
Y se las cuento a mis nietos
(embelesados me escuchan)
porque ellos también las sepan.
- ¿Y tú eras el de los mulos?
- ¿Tú la del cántaro, abuela?

Santa Cruz, abril 2017
Luis Hinojosa D.