Si yo contara a mis nietos que bebí de tus aguas cristalinas...
Conversaciones con el Marchán II
Si yo contara a mis nietos
que bebí de tus aguas cristalinas.
Si yo contara a mis nietos
que antaño tú tuviste un gran caudal.
Si hablase de mujeres
lavando en tus orillas,
de molinos de harina
movidos sin cesar,
de niños y mozuelas
bañándose en tus aguas.
Si hablase de la vida
que en ti había, Marchán.
que bebí de tus aguas cristalinas.
Si yo contara a mis nietos
que antaño tú tuviste un gran caudal.
Si hablase de mujeres
lavando en tus orillas,
de molinos de harina
movidos sin cesar,
de niños y mozuelas
bañándose en tus aguas.
Si hablase de la vida
que en ti había, Marchán.
Si yo contara a esos niños,
esos niños que no saben tu historia,
si yo se la contara,
¿tú crees que me querrían escuchar?
Les diría que fuiste
un río de aguas limpias,
que en ti bullía la vida
en tu camino al mar.
Que has visto tantas cosas…
guardas tantos secretos…
que tienes mil historias
sublimes que contar.
Y esas sublimes historias,
¿caerán con el tiempo en el olvido?
Y esos ocultos secretos,
¿quedarán sepultados en el mar?
Permite, buen amigo,
que yo sea tu voz.
Que estos niños de hoy,
los hombres del mañana,
sepan que un día fue hermoso
su pobre río Marchán.
Tal vez ellos, más sabios,
enmienden nuestros yerros.
Tal vez tu vida cambie.
Tal vez sea así… Ojalá.
Santa Cruz del Comercio, enero 2017
Luis Hinojosa Delgado.