Inmigración

Es evidente, que el Llano tiene un problema con la inmigración masiva, que se ha producido, sobre todo en los últimos años. Y que la gente está muy preocupada, impactada y algunos, incluso en estado de «sock».

 Por eso, hay que intentar ser objetivos y ver cuáles pueden ser las soluciones reales y no escuchar propuestas absurdas, populistas y demagógicas.

 Lo primero que hay que entender, es que El Llano, ha sido objetivo masivo de la inmigración, porque aquí hay riqueza que extraer. Imaginemos, hace más de un siglo, lo que sería «la fiebre del oro» en California. (Aquí, el oro verde, es la huerta). Entre los miles y miles de hombres y mujeres que acudían de todos lados, muchos (la mayoría) iban a buscar oro, con su trabajo de sol a sol, otros, a montar sus chiringuitos para robar y estafar, e incluso algunos, a montar casas de alterne y salones de juego, o a hacer de putas en plena calle.
Los andaluces, tuvimos nuestra California, en los años sesenta, en Cataluña y País Vasco (aún nos llaman charnegos).

El fenómeno masivo, que ahora se da aquí, es el mismo que se da en todos los sitios

 El fenómeno masivo, que ahora se da aquí, es el mismo que se da en todos los sitios donde se produce oferta de empleo abundante, (Almería, Huelva, Murcia) sobre todo si es de campo. La característica diferenciadora que se da aquí, es que, al facilitarles tierras en arrendamiento, actúan ya como autopatrones, y con esto, «marcan el paso» al resto de la sociedad. Mediatizan los precios, los jornales, las reglas de la competencia y las relaciones laborales.

 Pero, esto es así, y nos guste o no, van a seguir viniendo, porque aquí se les abre una oportunidad de vida que, en su país de origen, no tienen. En las reglas del juego, que actúen las inspecciones correspondientes, de Trabajo, Hacienda o Sanidad.

 Y que cada cual, apeche con sus responsabilidades. Pero van a seguir comprando casas, y arrendando tierras y comprándolas, si se tercia. Y con ellos, acudirán los que «vienen a la feria», a montar su chiringuito, legal, o alegal, a prostituirse, y en definitiva, a todo aquello que compone la feria humana, donde quiera que se avizora, una oportunidad de mejora. Y si somos inteligentes, debemos buscar puntos de encuentro, porque a ellos también le fastidia que las cosas se crispen, porque algunos grupos de revoltosos, alteren la convivencia con actos delictivos.

Esto, no es una guerra de «buenos y de malos» como a veces leo en las redes

 Esto, no es una guerra de «buenos y de malos» como a veces leo en las redes, sino de sentido común, de sensatez y de inteligencia. Si sabemos actuar, las aguas irán volviendo a su cauce. Y con el tiempo, los hijos de sus hijos y los hijos de nuestros hijos, convivirán en paz, todos como vecinos del Llano de Zafarraya. Para entonces, habremos eliminado, no a los ilegales, (las personas no son ilegales, por no tener papeles) sino a los conflictivos y a los delincuentes, porque ésa será la voluntad unida de todos los habitantes del Llano.

 Mientras tanto, las autoridades locales y provinciales, y las fuerzas del orden, a garantizar la seguridad, porque es justo y necesario.

Juanmiguel, Zafarraya.