Refugiados y emigrantes

¡Desde el rotundo rechazo al terrorismo de Hamás, rechazamos también el terrorismo de estado de Israel!

 Este relato lo escribí después de la masacre de la guerra de Siria. Hoy asistimos a otro holocausto con los palestinos. ¡Desde el rotundo rechazo al terrorismo de Hamás, rechazamos también el terrorismo de estado de Israel!

 Los capitostes de los imperios Azul y Rojo, habían acordado, "no ponerse de acuerdo" sobre aquel país, en el Oriente Medio, que ahora era el centro predilecto para sus altas conferencias de "no acuerdos". 
  
 Este país no era ni Azul ni Rojo, pero tenía suficientes motivos como para no dejar contento a alguno de los dos Imperios.

 Antes, había sucedido lo mismo con otros países de la zona que, al no declararse abiertamente ni Rojos ni Azules, enseguida provocaban el esperado "no acuerdo" y en pocos meses desaparecían de la faz de la tierra o se arrastraban sin orden ni concierto, en lo que el sistema vino en denominar como un "estado fallido".

 Todos los países del mundo, llegaron a sentir pavor de que pudieran ser considerados como "neutrales", pues enseguida, podían ser sospechosos de algo para alguno de los dos Imperios y en poco tiempo, podían ser víctimas de sus "no acuerdos".

...representar la justicia social, la igualdad, la propiedad como bien colectivo

 Al principio nos decían que, es que los dos Imperios respondían a dos formas antitéticas de concebir el mundo: el Imperio Azul, representaba la libertad individual, la libre iniciativa, la empresa propia, la democracia formal, "los derechos humanos", la propiedad privada, el marxismo adaptado, como método de análisis etc. es decir, todos los logros y valores que representaba el capitalismo.

 El Imperio Rojo, quería representar la justicia social, la igualdad, la propiedad como bien colectivo, "los derechos humanos", (también aquí van entre comillas) la democracia popular, el internacionalismo proletario, el marxismo como método de análisis y si era necesario, el sacrificio de la libertad individual, en aras de la máxima utopía de su programa: "cada uno según sus posibilidades, a cada uno según sus necesidades". Todo esto pretendía ser el fundamento del socialismo real.

 Con conceptos tan antagónicos, lógicamente, no quedaba lugar para los neutrales y aunque para asimilar las enseñanzas para una convivencia pacífica, (coexistencia, se llamó luego) hubo que afrontar antes dos guerras mundiales, la verdad es que el mundo, hasta agradeció el nuevo "status quo", y empezó a prosperar: unos creando el "estado de bienestar" y potenciando  derechos sociales,  para que la gente de su mundo no simpatizara con la propaganda del Imperio Rojo, y éste, democratizando sus estructuras y flexibilizando sus dogmas, para que sus "súbditos" tuvieran la sensación de que eran libres.

 Ambos mundos implosionaron- explosionaron, estrepitosamente, poniendo en evidencia su ineptitud para facilitar la convivencia, el progreso, la justicia social, la libertad y la posibilidad de realización de la humanidad como conjunto y de cada una de las personas que la conforman, como individuos.

la paulatina creación de una  sociedad "orwelliana" con la masificación de un pensamiento único

 Unos, asfixiados en las checas y el exilio, la falta de libertad individual y colectiva, los dogmas ideológicos, la corrupción, los "muros" y las democracias populares y otros, en el escandaloso proceso de acumulación de bienes y privilegios por unos pocos que genera las tremendas desigualdades sociales; la globalización parcial y negativa, que permite la libre circulación de capitales y mercancías, pero restringe la de las personas, las prácticas liberticidas del liberalismo económico, la negativa a una vida estable y la paulatina creación de una  sociedad "orwelliana" con la masificación de un pensamiento único, donde el Ministerio de la Verdad, impone sus conceptos, desde aliados tan poderosos como la televisión y las redes sociales.

 Explosionaron aquellos mundos, pero no estos imperios. Ya no tienen la justificación ideológica, luego es lógico pensar, que su razón de ser, es el control del mundo desde uno u otro Imperio. De forma que, al igual que antes, los países no se puedan sentir libres, neutrales e independientes, sino que corran a refugiarse bajo la protección de alguno de los dos, a cambio de su total renuncia a criterios independientes o actitudes díscolas.
 
 En el mundo globalizado, que denunciábamos desde el inicio de este relato, donde los "intereses estratégicos unificados" de ambos imperios, van destruyendo países al ritmo de uno o dos por lustro, se produce anualmente un éxodo de millones de personas y descomunales movimientos migratorios.

...acogiendo los huérfanos generados en estas terribles circunstancias

 Hace unos años recaló en Madrid, a través del aeropuerto de Barajas, hoy "Adolfo Suarez", una familia siria, de origen palestino, compuesta, de padre y madre y varios hijos en edad escolar. 

 Aunque parece que de los cuatro hijos que conviven con el matrimonio, tres, los han ido adoptando a lo largo de su terrible periplo de huida de país en país, acogiendo los huérfanos generados en estas terribles circunstancias y el mayor, fue concebido mediante fecundación artificial, antes del inicio de la destructiva guerra, que los obligó al exilio.

 En los países de acogida, en este caso del Imperio Azul, empezaron a generarse los primeros síntomas de rechazo, por la masificación de refugiados y de inmigrantes multinacionales, que huyen de "la guerra del hambre", de sus respectivos países en el inframundo del sur.

 Hubo meses de resistencia y presiones de todo tipo para impedirlo, pero finalmente, la familia consiguió el estatus de refugiado legalizar su situación y empadronarse por fin en el Ayuntamiento de Coslada, en las cercanías de Madrid.

 El hijo mayor, desde el principio y a pesar de las limitaciones del idioma, demostraba día a día un talento excepcional, terminando sus estudios de secundaria con matrícula de honor en todas las asignaturas.

 Mientras en el mundo, tanto en el dependiente del Imperio Azul, como el del Imperio Rojo, se había ido recrudeciendo el sentimiento xenófobo, ante la masificación de los movimientos migratorios. También, en los países consolidados como nación en los años anteriores, afloraban las reivindicaciones nacionalistas, con demandas, acciones y reivindicaciones ya, claramente independentistas.

 Desde los centros del Imperio, llegaban propuestas, actitudes y acciones, no ya xenófobas, sino abiertamente racistas, con la recomendación a sus "países amigos", (eufemismo que emplean los Imperios para dirigirse a sus países vasallos o súbditos) de colocar barreras, muros, o alambradas, que impidan el libre tránsito de personas, pero sí que permita la libre circulación de capitales y mercancías.

...el efecto xenófobo se amplificó y se extendió a amplísimas capas de población

 En España, como país frontera entre esos dos mundos, el efecto xenófobo se amplificó y se extendió a amplísimas capas de población, que fueron seducidas por campañas populistas y cada vez más abiertamente racistas, de partidos como POX (Partido Obrero Xenófobo) que en las últimas elecciones, había arrasado en las urnas, con mayoría absoluta.

 Instalados en la mayoría y con la aquiescencia y el beneplácito del Eje del Imperio, POX, empezó reformando la Constitución, anuló, creando estados de excepción, cualquier atisbo de nacionalismo independentista periférico, para insertarlos a hierro y fuego en un nacionalismo centralista, mucho más radical y rancio. Restringió todas las libertades, comenzando por las de las minorías, (homosexuales, gays, lesbianas, inmigrantes) y anulando las leyes de igualdad, de violencia de género, devolviendo la potestad de autoridad del varón en el matrimonio, penalizando cualquier modalidad de aborto, restringió la libertad religiosa, volviendo al estado confesional. Amplió las penas, consolidando la prisión permanente revisable y ante la resistencia de algunos grupos filoterroristas, a dejar sus actividades insurgentes, restauró la pena de muerte, aunque sólo para estos casos.

 Y de esta forma, en un inexorable cumplimiento de la Ley de Murfhy, lo que podía empeorar empeoró y se llegó a una situación de gobierno "fascista", de hecho, aunque camuflado de sufragio universal, monarquía parlamentaria y bendiciones eclesiásticas.

 Y en este contexto y con estas mimbres democráticas, desarrolló su actividad el joven inmigrante sirio, de origen palestino y nacionalizado español. Fue un líder nato y neto en todas las movilizaciones universitarias y aunque formalmente no adscrito a ningún movimiento político ni sindical, su prestigio creció y su influencia determinante, traía diariamente en jaque a las autoridades universitarias, civiles y policiales. Había sufrido numerosas detenciones y privaciones temporales de libertad, pero ante la presión de los "campus universitarios" y los sindicatos, que se solidarizaban con él, siempre salía absuelto de mayores cargos. Ya adulto y licenciado en varias especialidades, se doctoró en dos disciplinas y al año siguiente, ocupó la Cátedra de Filosofía en la Complutense de Madrid. Creó un movimiento unificado interpartidista, de resistencia, ante el crecimiento de estructuras reaccionarias y ya, abiertamente fascistas, en la Iglesia, en la administración, en el parlamento y en el gobierno. 

...en el tiempo, crearon más damnificados que bendecidos

 Atacaba al clero, a los jueces, a los políticos corruptos y reaccionarios, al gobierno para- fascista y al "sunsum cordam" si se pone, con argumentos duros, pero con intervenciones serenas, que quizás en el tiempo, crearon más damnificados que bendecidos. 
  
 Hasta que se produjo el terrorífico atentado del Santiago Bernabéu, con ciento ochenta víctimas mortales, más centenares de heridos. Desde ese momento, un colosal complot eclesiástico, jurídico policial y gubernativo, va cerrando pruebas falsas de culpabilidad contra él, donde se prescindió de toda presunción de inocencia y desde "cuasi" un juicio sumarísimo se condena a un inocente, a la pena capital, y seis meses después es ejecutado, el día ocho de abril de 2029, a las doce de medio día.
 
 En esos días, estaba en Madrid por asuntos familiares y sintiendo curiosidad, quise visitar su tumba.
 
 Alguien había puesto a carboncillo sobre la piedra que cerraba su tumba: "JESÚS DE NAZARET, EMIGRANTE SIRIO MUERTO POR DEFENDER UN MUNDO MEJOR".
 
Desde mi convicción atea, consolidada a lo largo de tantos años, mientras mis ojos, de repente, sobrepasaban el punto de rocío, deseé vehementemente, "que al tercer día resucitara".

Juan Miguel Ortigosa Palma. Zafarraya.