En el siglo XVI y debido al crecimiento de la población se funda en Alhama, un nuevo barrio situado a extramuros de la medina, llamado el arrabal del Carmen, que tendrá su máximo desarrollo urbano y arquitectónico en los siglos XVII y XVIII.
El diseño del barrio responde a principios propios del urbanismo renacentista, siendo su estructura mucho más clara y ordenada que la de la medina musulmana, gracias a la utilización de un esquema reticular, de un cierto planeamiento urbano y a la creación de calles por su tamaño.
En este ensanche de la ciudad encontramos también un gran número de casas solariegas blasonadas y con portada pétrea, que repiten el esquema anteriormente expuesto, la mayoría construidas en época barroca. Nuestra visita continuará por la calles «Altas» donde abundan las casas nobiliarias tal y como demuestran los numerosos blasones de sus fachadas. En la calle Enciso pues son muestras de casas señoriales construidas en los siglos XVII y XVIII que fueron ocupadas por los Maldonados, Bazanes, Villarrasas, Carvajales...
Varias son las fuentes para estudiar esta transformación de la medina en ciudad cristiana. Entre ellas caben destacar, en primer lugar la alusión de Alhama que hace el viajero alemán Jerónimo Münzer (1494) y en segundo lugar el grabado de la ciudad realizado por dos cartógrafos provenientes de los Países Bajos: Hoefnagel (1564) y Wyngaerde.