Enfrente de la Ermita de los Remedios y subiendo por el Carril Bajo, nos encontramos con lo que en su día fue La Puerta de Granada en cuyas inmediaciones se encuentra la fachada de Las Carnicerías Reales.
Esta singular portada, actualmente restaurada por el maestro cantero alhameño José Andrés Ciruela (Boti), de piedra construida por sillares almohadillados está coronada con un frontón roto por un escudo de armas.
De lo que fueron las Carnicerías Reales en la calle del mismo nombre, no queda más que un impreciso corralón, compartido por varios vecinos, algunas columnas embutidas en sus viviendas, y su excepcional portada, sin duda alguna y con diferencia, lo mejor del manierismo renacentista en Alhama.
Su estructura originaria, sería un amplio patio porticado, más o menos rectangular, con un gran pilar central para facilitar la limpieza y lavado de las reses al ser sacrificadas y una seria de habitaciones en su perímetro para almacenes, abastecimiento y aposentos del encargado de las mismas.
Su traza y construcción, de iniciativa municipal, se encomendó en 1566 al maestro de cantería Juan Fernández, aparejador con Juan de Maeda de las obras de la Catedral de Granada, si bien, como era lo normal, dejó al frente de las mismas a su ayudante Juan Ruiz de los Santos, siendo el cantero Diego de la Carrera el encargado de facilitarle toda la piedra necesaria.
El diseño de esta excepcional portada, podría ser del arquitecto jiennense Francisco del Castillo, el Mozo, quien residió en Italia de 1545 a 1554 estableciéndose a su vuelta en Jaén dejando una original producción fruto de la cual es la Portada de la Real Chancillería de Granada.
Dejando atrás Las Carnicerías, seguimos nuestro recorrido por la calle Baja Monjas y Santa Catalina para llegar a la Calle Corralazo y de ahí a la calle Zapateros para volver a nuestro punto de partida.