La Edad Media en Alhama está enmarcada dentro del mundo islámico. El mismo topónimo Alhama es de origen árabe: al-hamma (manantial natural de agua caliente).
Alhama fue una ciudad que, por su propia situación a caballo entre las provincias de Málaga y Granada, tuvo gran importancia como plaza fuerte fronteriza en las épocas de convulsión política y de luchas internas que se produjeron en el seno de Al-Andalus, tales como la revuelta muladí (s.XI) y, más concretamente, dentro ya de los avatares políticos, sociales y económicos del Reino Nazarí de Granada.
Durante esta época, las principales actividades económicas eran la agricultura, con el cultivo de la trilogía mediterránea (trigo, olivo y vid, con una menor importancia de esta última) y también con el cultivo de árboles frutales y hortalizas; y la ganadería, con importantes pastos aptos para la trashumancia.
Durante esta época, las principales actividades económicas eran la agricultura, con el cultivo de la trilogía mediterránea (trigo, olivo y vid, con una menor importancia de esta última) y también con el cultivo de árboles frutales y hortalizas; y la ganadería, con importantes pastos aptos para la trashumancia.
En lo referente a su fundación tenemos noticias de su existencia, ya a finales del siglo IX. La ciudad comienza un desarrollo urbano y económico de importancia en la época nazarí (s. XIII-XV) ligado al auge del comercio, al encontrarse la localidad en una zona estratégica de paso entre el puerto de Málaga y el de Vélez Málaga y la capital del Reino Nazarí, Granada.