Más de medio millón de niños andaluces entre 10 y 15 años tienen que aprender a usar la tecnología de forma sensata. Los padres tienen que saber manejar las herramientas básicas como el ordenador, el móvil, Internet y las redes sociales.
Sevilla 1 de enero de 2013. La llegada del nuevo año nos permite ponernos unas metas para que el uso que se hace de la tecnología en el ámbito familiar y profesional sea saludable. Adicciones Digitales inicia una campaña de concienciación en Andalucía para que el sentido común prime a la hora de utilizar los diferentes aparatos y aplicaciones que la moderna tecnología pone a nuestro alcance, y que esta se convierta en una aliada y no en un adversario.
Los deberes tecnológicos pendientes para 2013 en Andalucía • Más de medio millón de niños andaluces entre 10 y 15 años tienen que aprender a usar la tecnología de forma sensata. • Los padres tienen que saber manejar las herramientas básicas como el ordenador, el móvil, Internet y las redes sociales. • Los profesores deben conocer las repercusiones que tiene para el rendimiento escolar el uso de la tecnología, y cómo copian los chavales en los exámenes con la ayuda de los medios digitales. • Los profesionales necesitan aprender a distinguir entre ocio y trabajo para conciliar la vida profesional y laboral. |
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En Andalucía hay 515 mil niños que tienen entre diez y quince años. La mayoría de ellos utiliza regularmente el ordenador, Internet y el móvil, que es el rey de todos los aparatos tecnológicos. El 60,6% de los chavales de esa edad disponen de, al menos, uno de estos teléfonos. Muchos de ellos se lo llevan de noche a la cama esperando una llamada perdida, lo que les impide dormir de un tirón.
Según Juanma Romero, fundador de Adicciones Digitales, “esto significa que no descansan adecuadamente y se pasan dormitando en clase toda la mañana, con lo que el rendimiento escolar baja considerablemente y aumenta el número de suspensos”.
Adicciones Digitales es una organización que imparte charlas, conferencias y organiza seminarios dirigidos a adolescentes, jóvenes, padres, profesores y profesionales en general con el fin de mostrarles cómo hacer un uso saludable de la tecnología. Realiza sus actividades en colegios, universidades, centros sociales y empresas, tanto en Andalucía como en el resto de España y Latinoamérica.
También impulsa campañas de concienciación social sobre el uso de esa tecnología, como esta campaña de inicio de año. Algunas de las últimas han sido para potenciar el uso sensato de estos aparatos y aplicaciones por parte de los adolescentes durante estas vacaciones de Navidad, contra los blogs que promueven la anorexia y la bulimia y para concienciar sobre el uso indiscriminado del teléfono móvil por parte de niños y adultos, tanto durante el día como durante la noche.
Desde Adicciones Digitales también se intenta ayudar a los padres andaluces a mejorar su conocimiento de la tecnología. Ellos suelen desconocer cómo se manejan todas estas modernas herramientas. No saben utilizar las redes sociales. Su conocimiento de Internet, tanto en lo que se refiere a ventajas como a inconvenientes y peligros, deja mucho de desear; en ocasiones es prácticamente nulo. “Lo que hay que lograr es el punto intermedio entre el sentido común que tienen los padres, que suele ser mucho, y el conocimiento de la tecnología, que tienen los hijos, que también es muy elevado. Se trata de evitar que este desfase entre conocimiento y sentido común sea un problema. La tecnología es sana y debe seguir siéndolo”.
Y los profesores andaluces también tienen que incorporarse a este mundo tecnológico, no solo por la llegada de los ordenadores a las aulas sino porque es necesario conocer cómo repercute todo ello en la educación de los chavales. “Son precisamente ellos los que tienen más posibilidades de evitar que los adolescentes lleguen dormidos a clase. Y deben trasmitírselo a unos y otros, a padres y estudiantes. A todos ellos hay que formarles impartiendo charlas con especialistas para que el uso que hacen de la tecnología sea sensato y saludable, o enviando notas informativas a las familias. Todo vale y todo ayuda, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados”, señala Romero.
Y en el ámbito laboral también hay que mejorar. No podemos pasarnos todo el día enganchados al ordenador en la empresa y cuando llegamos a casa seguir igual. Para Romero, “hay que saber desconectar, y dedicar el tiempo a la familia. Eso se logra con una buena gestión del tiempo en el trabajo. Si lo hacemos bien raramente tendremos que llevarnos trabajo a casa, pero hay que organizarse”.
Y en todo este proceso, las redes sociales tienen una importancia especial. Se han convertido en una aplicación más, e imprescindible, de ordenadores y móviles. Muchos andaluces pasan horas y horas enganchados a su red favorita, enviando mensajes, a veces intrascendentes, y perdiendo el tiempo.
Según Juanma Romero, fundador de Adicciones Digitales, “esto significa que no descansan adecuadamente y se pasan dormitando en clase toda la mañana, con lo que el rendimiento escolar baja considerablemente y aumenta el número de suspensos”.
Adicciones Digitales es una organización que imparte charlas, conferencias y organiza seminarios dirigidos a adolescentes, jóvenes, padres, profesores y profesionales en general con el fin de mostrarles cómo hacer un uso saludable de la tecnología. Realiza sus actividades en colegios, universidades, centros sociales y empresas, tanto en Andalucía como en el resto de España y Latinoamérica.
También impulsa campañas de concienciación social sobre el uso de esa tecnología, como esta campaña de inicio de año. Algunas de las últimas han sido para potenciar el uso sensato de estos aparatos y aplicaciones por parte de los adolescentes durante estas vacaciones de Navidad, contra los blogs que promueven la anorexia y la bulimia y para concienciar sobre el uso indiscriminado del teléfono móvil por parte de niños y adultos, tanto durante el día como durante la noche.
Desde Adicciones Digitales también se intenta ayudar a los padres andaluces a mejorar su conocimiento de la tecnología. Ellos suelen desconocer cómo se manejan todas estas modernas herramientas. No saben utilizar las redes sociales. Su conocimiento de Internet, tanto en lo que se refiere a ventajas como a inconvenientes y peligros, deja mucho de desear; en ocasiones es prácticamente nulo. “Lo que hay que lograr es el punto intermedio entre el sentido común que tienen los padres, que suele ser mucho, y el conocimiento de la tecnología, que tienen los hijos, que también es muy elevado. Se trata de evitar que este desfase entre conocimiento y sentido común sea un problema. La tecnología es sana y debe seguir siéndolo”.
Y los profesores andaluces también tienen que incorporarse a este mundo tecnológico, no solo por la llegada de los ordenadores a las aulas sino porque es necesario conocer cómo repercute todo ello en la educación de los chavales. “Son precisamente ellos los que tienen más posibilidades de evitar que los adolescentes lleguen dormidos a clase. Y deben trasmitírselo a unos y otros, a padres y estudiantes. A todos ellos hay que formarles impartiendo charlas con especialistas para que el uso que hacen de la tecnología sea sensato y saludable, o enviando notas informativas a las familias. Todo vale y todo ayuda, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados”, señala Romero.
Y en el ámbito laboral también hay que mejorar. No podemos pasarnos todo el día enganchados al ordenador en la empresa y cuando llegamos a casa seguir igual. Para Romero, “hay que saber desconectar, y dedicar el tiempo a la familia. Eso se logra con una buena gestión del tiempo en el trabajo. Si lo hacemos bien raramente tendremos que llevarnos trabajo a casa, pero hay que organizarse”.
Y en todo este proceso, las redes sociales tienen una importancia especial. Se han convertido en una aplicación más, e imprescindible, de ordenadores y móviles. Muchos andaluces pasan horas y horas enganchados a su red favorita, enviando mensajes, a veces intrascendentes, y perdiendo el tiempo.
Esto nos permite recordar el conocido estudio sobre redes sociales elaborado por Nestea, que refleja datos esclarecedores de Andalucía: * El 44% de los andaluces pasa conectado a Internet de 4 a 10 horas al día de media y el 53% cree que no podría estar desconectado durante una semana entera. * Navarra, Baleares, Cantabria y País Vasco son las comunidades con el mayor número de personas “enganchadas” a la Red. * Cerca del 30% interrumpe una charla con amigos, una comida familiar o el trabajo para leer un mensaje, un email o una notificación en el móvil y el 46% asegura que en alguna ocasión se ha molestado con alguien que no le prestó atención por estar conectado a Internet. * Para el 90% de los encuestados las nuevas tecnologías les acercan a las personas que tenían más lejos y el 39% afirma que se siente más cerca de su familia y amigos desde que se conecta a redes sociales. |
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“Son datos muy negativos y muy positivos, que de todo encontramos en los resultados de la encuesta. Y no deben hacernos olvidar que fuera de Internet también hay vida. Porque como afirma un importante comunicador español, Alberto Calvo, lo que te cuenta alguien por Internet, lo sabes. Lo que te cuenta alguien en persona lo recuerdas”, concluye Romero.
* Para saber más.