«Al cumplir los ocho años nos fuimos a Alhama de Granada. Vivíamos en una venta en el Puente de los Baños…»



Francisco Gil Craviotto, analiza en un artículo la vida de Jiménez Quiles, basado en el libro que escribió la hija del ciclista, Ángela Jiménez Maldonado.

Francisco Gil Craviotto,
de la Academia de Buenas Letras de Granada

 Hace algo más de sesenta años todo el mundo sabía en Granada quién era Antonio Jiménez Quiles; ahora sólo los más viejos recordamos su nombre. Para que el tiempo, que todo lo sepulta en el gran pozo del olvido, no se lleve el recuerdo de este ciclista inolvidable y granadino ejemplar, ni nadie ignore ninguna de sus repetidas hazañas, su hija, Ángela Jiménez Maldonado, periodista del mejor cuño, tras varios años de investigación, le ha dedicado un libro. Su título es 'Jiménez Quiles: memoria de un ciclista'. Lo ha editado Taller del Sur y se presentó en junio en Granada rodeado de amigos.

 El libro es un afortunado híbrido, en el que se conjugan a maravilla la memoria del padre y la investigación de la hija. Ángela Jiménez ha encontrado en el archivo familiar una gran parte del material necesario para su biografía, pero el resto ha tenido que buscarlo fuera, investigando en los periódicos de mediados del siglo pasado, fundamentalmente Ideal, Patria y Marca; pero, sobre este DE BUENAS LETRAS valioso material de investigación, se impone siempre la inconfundible memoria de Antonio Jiménez Quiles que, con una sencillez admirable, nos va contando página a página su vida, comenzando naturalmente por su nacimiento e infancia: «Nací en Granada, en la calle Almona de San Juan de Dios, el día 11 de de julio de 1934. Antes de inscribirme en el registro mis padres, Antonio y Ángeles, se trasladaron a Cacín. (...) Allí me inscribieron en el registro y viví los primeros ocho años de mi vida».

 Desde el comienzo llama la atención la verdad escueta y libre de artificios del narrador: «Al cumplir los ocho años nos fuimos a Alhama de Granada. Vivíamos en una venta en el Puente de los Baños, a un kilómetro del pueblo. (...) En Alhama se despertó mi afición al ciclismo. Todavía no tenía bicicleta, pero me fijaba con atención en las que utilizaban los trabajadores que construían el pantano de los Bermejales».

 Así continuará Antonio Jiménez Quiles evocando su vida, recordando con emoción sus triunfos, copas y medallas, y, detalle importantísimo, sin olvidar en ningún momento a los otros ciclistas de aquellos años. Estos recuerdos del padre van siempre acompañados del documento o recorte de prensa que la hija ha sabido buscar y encontrar. De esta manera el libro es a la vez autobiografía y biografía, enriquecido además con una amplia y rigurosa selección de fotos.

 El libro de Ángela Jiménez viene a llenar un vacío y da fe de un pasado histórico del ciclismo granadino que no conviene olvidar. También -y esto me parece importante resaltarlo-, al dedicar Ángela Jiménez un libro a las hazañas de un destacado ciclista, le da a este deporte un esplendor y un brillo que no todo el mundo sabe reconocerle. Es algo que, desde hace ya muchos años, los franceses vienen realizando. Entre los muchísimos textos franceses en honor del gran invento de Ernest Michaud, la bicicleta, me quedo con este poema de Franc-Nohaín, que traduzco sobre la marcha: « ¡ Oh musa mía, háblanos de ellas / y narra un poco los hechos y las gestas /de los ciclistas y sus bicicletas ! / Dedícales tu canto de fiesta /con las rimas más bellas. /El día es para las bicicletas».

 Me quedo con este poema porque el libro de Ángela cumple a maravilla la petición que el poeta Franc-Nohaín hizo a finales del siglo XIX: narrar los hechos y las gestas de los ciclistas y sus bicicletas. Es la primera vez que alguien responde en Granada a tan poética y deportiva petición.

Publicado en IDEAL, jueves, 7/9/2017.

>>> Accede desde aquí a muestro artículos sobre la presentación del libro.

Fotos: En la foto superior lo que queda de la casa en la que vivió Jiménez Quiles, en el cruce del balneario (Pablo Ruiz)
Francisco Gil Craviotto (Antonio Arenas)


La autora con el libro y con su padre, junto a la delegada del Gobierno, el día de la presentación 

Juan Cabezas