A falta de menos de una semana para la celebración de la Romería del Vino, los trabajadores municipales se esmeran para que el recinto de El Motor quede totalmente preparado para acoger a carrozas, romeros, caballos y otros participantes.
Las numerosas e intensas lluvias del pasado invierno y primavera han convertido el Motor en lo que legítimamente es, o sea, un lugar de paso obligado de aguas y arroyos que bajan de la sierra y de las viñas para confluir en el recinto de la Romería, y de aquí en el río Alhama. El hecho de que hacía varios años que no llovía tanto se puede comprobar fácilmente en el estado que presentaba este paraje hace tan sólo unos días, justo antes de que el Ayuntamiento haya comenzado a acondicionarlo para la fiesta del 15 de agosto.
Algún álamo de menos, pronunciados y profundos cauces (ya secos) denotan la enorme actividad que esa gran escultora de la tierra; el agua, ha provocado. Pero el próximo día 15, donde había un río pasarán carrozas, y donde había enormes sedimentos y barranqueras, se disputará una carrera de cintas a caballo.
En fin, el domingo 15, nuestro recinto volverá a lucir tan acogedor, con sus sombras, sus resfrescantes chorritos de agua instalados para combatir el calor, calor humano que por otra parte transmitirán los auténticos protagonistas de esta fiesta: carrozas, caballos, romeros y todo alhameño dispuesto a pasarlo bien.
