Primera edición del Alhama Motor Fest: un festival bestial

Unas doscientas cincuenta motos se dieron cita en un espectáculo único y radical que merece una segunda edición.

 Había algunas dudas sobre que depararía esta primera edición del festival organizado por el Club Style España y EDLA, la marca del alhameño Lau, y apoyados por multitud de negocios y el Ayuntamiento de Alhama, sin embargo se superaron las expectativas y el primer domingo otoñal del año se convirtió en una auténtica y salvaje experiencia para los aficionados al motor: Una manada de Harleys Davidson llevadas al extremo.

 El pasado 27 de septiembre de 2025 un grupo de salvajes trajo su safari de Harleys Dinas a Alhama de Granada, el objetivo: retar a las leyes de la gravedad llevando sus musculosas a límites insospechados. No hubo cisnes de largos cuellos en el lago, ni scooters ni supersports, ni pavos reales abriendo sus plumas de colores con delicadeza, hubo un show de rinocerontes malheridos oliendo la sangre de sus presas, elefantes quemando rueda y pegando coces al pacífico sentido de la paz. Violencia y estética al servicio de lo imposible, de lo contradictorio: hipérboles inesperadas que ponen en entredicho la filosofía de sus burras, de sus Harleys: caballos y caballitos en un rodeo peligroso y extremo. Nunca trescientos sesenta grados alcanzaron tal gravedad. Aún el ferial huele a la goma quemada de estas bestias monstruosas que bien pueden ruborizar a los carenados más deportivos, aún huele a pista sufriendo los hachazos de sus colmillos anchos, aún huele al humo que en el horizonte levantó un arrebol de fuego, al tosco sonido de cambios y pistonazos que provocó un incendio vivo en el recinto ferial. No hay lógica ni igualdad en el selva, todo es instinto oculto, mística del alto octanaje de Satanás. Y cuando cayó la noche, el escenario se hizo aún más divertido, más temible, más espectacular. Entre los puestos y un escenario que sonaba a rock y rap, podías encontrarte a un grupo de anacondas que acechaban su momento: hambre de gas, de gasolina, y una mirada venenosa que aguardaba en la sombra. 

 Alhama fue el escenario de un safari motero único, un festival bestial que si consigue el apoyo de todos, podrá crecer exponencialmente hasta hacerse un hueco entre los eventos del año en el mundo custom. 

Las imágenes de este día

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