No, no es la valoración de nuestra ruta del pasado día 28 de octubre, esta cantidad de metros y kilómetros es lo que mide el sendero que a golpe de azada, de pico y de pala, los dieciséis alumnos/as del taller de empleo que en Arenas del Rey, y durante un año, concretamente desde diciembre de 2010 hasta diciembre de 2011,trabajaron en este y en otros proyectos dentro del programa de talleres de empleo de la Junta de Andalucía, encaminados a dar a los jóvenes de los pueblos más pequeños y más desfavorecidos la oportunidad de labrarse una salida laboral , para que estos no emigren de sus localidades y fomenten el empleo en sus localidades mediante el turismo rural y los deportes al aire libre, de tantísimo auge en estos tiempos.
Y Arenas del Rey, aparte del Parque Natural que lo tienen tan cercano, tienen este “lago artificial”, que es el Pantano de los Bermejales, construido y creado bajo la dictadura franquista para el riego de unas tierras bastante alejadas de nuestra comarca y que en la actualidad además de prestar ese servicio, también es un vivero de trabajo y riqueza para la zona, gracias al turismo de aventura y naturaleza.
Alrededor del pantano se han creado restaurantes, bares, un camping, un hotelito coquetísimo, en el paraje de las yeseras, a pocos metros del agua y entre pinares y otro complejo de alojamientos en casas rurales en un cerro cercano frente a la carretera de Fornes que se inauguro este pasado verano, infra estructuras que además de las pensiones de Jayena y Fornes, le dan un valor a esta zona que hace años era impensable.
Por todo esto y por ese trabajo que estos alumnos demostraron en su año de aprendizaje, nosotros, nuestro Club Senderista quiso ese día homenajearlos y darles las gracias por ese empeño, recorriendo este sendero tan variado y tan sencillo, aunque eso sí, su longitud es las misma que una etapa del Camino de Santiago, por poner un ejemplo.
De Alhama salimos a eso de las ocho y cuarto de la mañana, en vehículos particulares hasta la Plaza de la Iglesia de Arenas, allí nos esperaban algunos vecinos del pueblo que se unieron a la ruta, entre ellos Dori empleada municipal, que fue nuestra guía de honor junto a nuestro socio Dionisio, que era esa mañana el guía de nuestro grupo, también nos esperaban allí, algunos componentes del Club Senderista La Alcazaba, de Granada capital, con su responsable Luis a la cabeza, invitados por una lugareña amiga del grupo.
En total nos juntamos 43 expedicionarios dispuestos a darle la vuelta al Pantano y a recorrer esos 25 kilómetros y 110 metros de sendero.
El grupo se puso en marcha sobre la nueve de la mañana, el primer tramo del sendero discurría pasado el puente sobre el rio Játar, que desemboca en el pantano justo debajo del mismo. La vieja carretera que iba hasta el pueblo de Fornes hace ya años es el primer tramo que en pocos metros nos mete de lleno en el pinar Carrasco de repoblación que circunda todo el embalse, el piso es muy cómodo, las azadas de los alumnos lo han moldeado dándole la anchura exacta para que el caminar sea cómodo, así entre pinos vamos recorriendo el paraje llamado del “molinillo”, donde nos encontramos el mirador de la Yesera orientado hacia el dique del Pantano, allí echamos un pequeño descanso y curioseamos en el panel informativo que allí existe y que nos da unas nociones sobre los ríos que desembocan en el embalse y las cifras del agua embalsada, además de indicarnos algunos puntos de interés y visitas en el mismo.
Tras este descanso, nuestro próximo destino era el pueblo de Fornes, del cual nos distanciaban desde aquí unos cinco kilómetros y medio de los cuales tuvimos que hacer por asfalto, sobre dos y medio.
El sendero va bordeando las verdosas aguas y sorpresa, aparece ante nosotros una edificación, entre los pinos y a escasos metros de la orilla, totalmente aislada y con embarcadero propio con un pequeño catamarán incluido y también unos kayaks para navegar por las placidas aguas del Pantano, todo un lujo.
Es el llamado por sus dueños que son de origen holandés, el hostalito las Yeseras, ubicado justo en donde antiguamente había unas explotaciones o minas de donde se extraía mineral de yeso, que allí mismo se transformaba en sus hornos para utilizarlo en la construcción. Esta explotación lleva cerrada más de treinta años.
Justo delante de este paradisiaco sitio sale un carril que nos lleva hasta el tramo de asfalto de la carretera de Fornes, dejándonos justo en la entrada al Parque Natural por la La Resinera, entre álamos e invernaderos de plástico a ambos lados de la carretera.
Un sendero a escasos doscientos metros de la entrada a este carril a la izquierda nos deja, pasando por la Colonia de San Francisco, en lo alto de un cerro, justo el punto más alto del recorrido (899m sobre el nivel del mar), donde el Ayuntamiento de Fornes ha hecho un precioso mirador con su templete metálico para dar sombra al viajero, dejándonos un regalo visual con las vistas de las sierras , de los parajes cercanos al rio, del pueblo de Fornes y del Pantano con los colores del Otoño.
Aquí hicimos un descanso y más de una foto a los paisajes que se nos brindaban y con muy buena visibilidad. Desde aquí bajamos hasta el pueblo y después de pasar el puente sobre el rio Grande de Fornes, tomamos la carretera en dirección al pantano, por la que andamos sobre un kilometro y medio, y de nuevo pasamos al sendero, que entre pinos seguía bordeando la parte Este del embalse, discurriendo muy cómodo y respetando los barranquillos cuyos cauces, en días de lluvia confluyen en el pantano, a nuestro paso vamos dejando entre los arboles unas setas que en grandes colonias hemos estado viendo en casi todo él camino, según los entendidos del club, estas setas son más bien boletus u hongos que aunque son comestibles, nos comentaba un vecino de los que nos acompañaban solo saben “a paja”, con lo cual sus características culinarias son muy pobres, pero a pesar de eso encontramos a algunas personas que las iban recolectando.
Así, entre vistas a las sierras, siempre con el agua azul verdosa de fondo, las setas, algunas ruinas de viejos cortijos atrapados por el cauce del pantano y una hermosa mañana de sol, llegamos hasta las puertas del camping los Bermejales, donde junto a unos maceteros bajo una sombra hicimos el almuerzo, frente al agua y al lado de unos seis o siete pescadores que pacientemente estaban sentados a la orilla con sus cañas, según nos informamos hay bastantes carpas, cachos, barbos y alguna que otra trucha para pescar, en fin “cada uno con lo suyo”.
Terminado el almuerzo seguimos con nuestro sendero, teníamos aquí recorridos casi dos trecenas partes del mismo, así que a continuar.
Sigue el camino por la playa del pantano y entra a la carretera de la coronación, donde nos hicimos una foto de grupo, en la parte que mira a la profundidad del dique y sobre el cañón del rio Cacín con más de cien metros de profundidad, también visitamos el dolmen megalítico que esta a escasos metros del sendero, pero solo por fuera ya que se encontraba cerrado. Este monumento, fue encontrado en las obras de desescombro del valle en que se sitúa el fondo del embalse, y fue trasladado piedra a piedra hasta su ubicación actual, bajo las órdenes del ingeniero jefe de las obras en su momento.
Los turistas y paseantes eran numerosos a esa hora, disfrutando de este sitio y del clima. Pasado el aliviadero, entramos en la salida del túnel del trasvase del rio Alhama que aparece por aquí tras unos nueve kilómetros y medio de recorrido, repartido en cinco tramos, aquí el sendero pasa justo por encima del aliviadero del mismo, en una inusual imagen y adentrándose de nuevo entre pinos ,plantas aromáticas, aulagas, salvias, jaras, árboles de ribera y la curiosa planta rastrera llamada amaranto, planta que coloniza los suelos que quedan al descubierto en los márgenes de los embalses cuando llega el estío, también algunas encinas y otras especies de arbustivas más comunes como el taray, que es una planta medicinal.
En esta margen derecha, en nuestro camino y de frente nos encontramos con unos ciclistas, que los pobres iban “bien puestos de barro” en dirección opuesta a nuestro recorrido, les dejamos pasar y a lo nuestro. El pueblo de Arenas dista ya por este sendero unos siete kilómetros.
Hay partes por este recorrido, que nos dejan volar la imaginación, pareciéndose a rincones del cualquier lago del norte europeo, entre el color del agua y el frondoso pinar, por esta parte del sendero, en algunos tramos volvemos a rememorar el trabajo que costó el trazarlos, salvando bastantes desniveles y enfrentándose al entramado de las raíces de los pinos por ejemplo, pero que al final lo han sabido sortear sin quitarle comodidad al mismo.
Así, llegamos al área recreativa cercana al pueblo de Arenas, a escasos dos kilómetros, ya por un carril preparado para llegar hasta esta lo más cómodo posible, en esta playa artificial, algunas familias estaban disfrutando de este encantador espacio, llamado popularmente “la playa de San Isidro” y que está dotado de mesas, agua, parrillas, etc., aquí nos decía Dori, es donde se hace la romería de San Isidro, que parte desde su ermita a las afueras del pueblo cada 15 de mayo.
Veinte minutos nos distanciaban de nuestros coches, a los cuales llegamos tras seis horas y 35 minutos de ruta y 25 kilómetros y ciento diez metros “bien trabajados”, por el empeño y buen hacer de esos chicos y chicas del modulo de turismo rural que, gracias a sus manos, nos han llevado por un paraje realmente encantador, los senderistas de nuestro Club , con esta crónica les damos un merecido homenaje, porque gracias a ellos este paraje será recordado y recorrido por mas grupos y más personas , disfrutando y dejando riqueza en la zona , que buena falta nos hace.
También agradecemos desde esta ventana al mundo a nuestros guías, Dori y Dionisio por su buena disposición para que todo saliera estupendamente, como cavia de esperar, y por supuesto querido lector, te invitamos a que lo recorras todo o una parte, no saldrás defraudado, ya lo veras.
Nuestra próxima salida |
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Recomendaciones para nuestros socios para esta ruta del 11/11/2012 - Llevar ropa y calzado adecuados para la práctica del senderismo. - Llevar comida y agua. - Llevar siempre encima vuestra tarjeta federativa, es muy importante. - Se recomienda llevar también siempre en vuestra mochila: toalla y un chubasquero o cortavientos. - Se recomienda llevar unas gafas de sol y alguna crema protectora. - Se ruega estricta puntualidad a la hora de la salida de esta ruta. |
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La junta directiva a los socios del club: |
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