El Eurorando 2011, está siendo la excusa perfecta para que el mundillo del senderismo a nivel nacional e internacional, vaya penetrando en la sociedad actual dando a quienes practicamos esta actividad deportiva y cultural, las satisfacciones personales y colectivas más intensas.
Y así fue el pasado domingo 27 de marzo, en este año “Europeo del Senderismo”, donde caminantes de toda España y de Europa se están dando cita en Andalucía, concretamente entre las provincias de Granada y Almería, que son quienes lo organizan, recorriendo nuestros caminos y dando a conocer nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra formas de ver la vida. Os dejo esta página web para que la consultéis: www.eurorando2011.com
La ruta hecha con motivo del Eurorando por la ciudad de Granada fue todo un éxito
Éxito de participantes, sobre 270 según los organizadores, éxito en su organización, a cargo del club senderista “Senderos de Andalucía” con sede en Santa Fe, dejando al senderismo granadino a un nivel impresionante, desde estas páginas el club senderista de Alhama de Granada, agradece las atenciones recibidas por los representantes de este club, que exquisitamente nos atendieron en todo momento a lo largo de todo el recorrido, igual que a los distintos clubes del resto de Andalucía que se dieron cita para caminar ese día, y les damos nuestra más cordial enhorabuena por la jornada que nos ofrecieron .
Todo empezó a las siete horas de la mañana del domingo 27, con las carillas de sueño al haber adelantado esa misma noche el reloj una hora, por el cambio oficial de hora veraniego.
Poco a poco se fue llenando el autobús que nos llevó hasta el mismísimo Paseo del Salón, en Granada, con tiempo de sobra para antes de coger nuestros respectivos dorsales, conociéramos y tomáramos contacto con algunos senderista s que a esa hora ya estaban allí congregados.
Tuvimos el gozo de saludar a algunos veteranos senderistas que fueron guías ya en otras rutas hechas por nuestro grupo con la Diputación de Granada, como al inolvidable “Juaquinillo“, guía de la ruta hasta el Sotillo el año pasado, que se ganó la simpatía de todo nuestro grupo, nos alegramos al verlo.
Tras una palabras de los organizadores desde el remozado kiosco de la música, antes de salir a “patear“Granada, dando algunos consejos. Se puso en marcha la masa humana multicolor que formaba una fila casi interminable, en la preciosa mañana primaveral que nos regaló, este mes de marzo.
Pasando por la gigantesca fuente de las granadas al final del Paseo del Salón, entramos en el boulevard de la Carrera de la Virgen, ahí empezó la magia, la sensación de ver la ciudad desde otra perspectiva, de otra manera, más cercana, más amable.
Nuestras botas pisaban asfalto, adoquines, piezas cerámicas, lozas de piedra natural, pasos de peatones, suelos de plazas bellamente decorados, como los de la emblemática Plaza Bibrrambla, que a esa hora, se mostraba enorme y tranquila, con la torre catedralicia de Diego de Siloé iluminada por un tenue sol, al fondo entre los tejados del edificio de la Curia.
Nuestras botas pisaban, las escaleras de viejo mármol desgastado de la histórica Plaza de las Pasiegas al igual que los peregrinos medievales que llegaban andando hasta ella con sus “mandas” y quedaban extasiados ante la majestuosidad del inmenso retablo en piedra de la fachada de la catedral.
Pisamos el artístico empedrado “granaino”, de la sin par alcaicería árabe. Pasamos por delante de la Capilla de los Reyes Católicos, con sus cresterías góticas sobre nuestras cabezas, acercándonos por esta insuperable y artística “verea”, a la Gran Vía, por la cual se accedió a la conocida calle Elvira, frontera y llave entre el Albaicín, el barrio patrimonio de la humanidad desde 1984 y el bullicio del centro de Granada.
A cada paso, perfectamente controlados por las caras amables de los socios y socias de Senderos Club, apostados estratégicamente en cada esquina y cruce de caminos, para que no hubiera ningún tipo de extravío entre los senderistas, íbamos descubriendo un Albaicín especial, desconocido en muchos de sus tramos y recordado en otros.
Así, entre sus blancas casas, preciosos Cármenes, minaretes, plazas miradores emblemáticos y conocidos en cualquier rincón del mundo, viejos aljibes, sinagogas, iglesias, torreones de viejas murallas de la ciudad árabe, rincones mágicos, ventanas llenas de macetas por doquier, fuentecitas y pilares de agua y sobre todo las vistas hacia la ciudad y hacia la Alhambra hicieron que este recorrido fuera muy especial e inolvidable.
Un recóndito y perdido callejón nos bajó hasta la Carrera del Darro, calificada como una de las calles más bonitas del mundo, aquí en la Plaza Nueva, delante del edificio de La Real Chancillería, de la iglesia de Santa Ana y bajo las guerreras torres de la Alhambra, hicimos un reagrupamiento, y de verdad , la imagen de las doscientas setenta personas intentando hacerse una foto de grupo era para recordarla, imposible poner de acuerdo al grupo, pero los fotógrafos hicieron lo que pudieron, claro, estaban desbordados , entre las risas y el buen ambiente, perdonaron algunas fotos haciendo las que buenamente pudieron .
Nuestra afamada foto de grupo, se convirtió en fotos de grupos, no quedaba más remedio. Volvió esta muchedumbre senderista a tomar “la verea”, enfilando su dirección hacia el Paseo de los Tristes desde donde el próximo objetivo, la Alhambra se encontraba sobre nuestras cabezas a la derecha de nuestra marcha, acometiendo su “conquista” desde el puente del Algibillo y pasando a la Cuesta de los Chinos.
Desde aquí comenzó a cambiar completamente el horizonte, una vez que accedimos a la zona de los aparcamientos del palacio Nazarí, donde reagrupamos e hicimos una parada técnica delante de los servicios públicos para aminorar algo de nuestro peso corporal y refrescarnos un poco.
El parque periurbano de Granada nos esperaba
La nube de senderistas enfiló hacia la Silla del Moro, donde las vistas de la Alhambra son asombrosas, con este paradisiaco fondo, las cámaras fotográficas echaban humo para inmortalizar este recuerdo, lentamente fuimos ganando altura hasta llegar al Llano de la Perdiz, desde donde las vistas eran únicas al barrio del Sacromonte, al conjunto arquitectónico de la Abadía del Sacromonte y a sus bosques cercanos y al tranquilo barrio de Jesús del Valle. Para terminar en la zona del Aljibe del Agua, allí la organización nos obsequió con un delicioso avituallamiento, que estuvo compuesto por zumos, dulces, refrescos y fruta, y sentados cómodamente en la hierba de la pradera, allí existente, descansamos durante al menos media hora.
Unas preciosas veredas entre frondosos pinares, detrás de las tapias del cementerio de San José, nos iban marcando tras la comida el regreso a nuestro punto de partida, de frente la inconfundible silueta de Sierra Nevada, como si fuera un cuadro colgado en el infinito, nos fue acompañando durante un buen trecho.
Caminábamos por encima de la zona que da vistas a la carretera de la Sierra, por encima del pueblo de Cenes de la Vega, cercano a Granada, la vista abarcaba todo el sur y el oeste de la Vega y toda la zona montañosa de esta parte de la geografía granadina, bañada por un sol claro y acogedor. El camino de los franceses es el que nos guiaba ya dando cara a la Alhambra de nuevo, con una zona plagada de pencas de chumberas y de casas cueva alguna de ellas habitadas y otras totalmente derruidas y en un lamentable estado de abandono, se iban quedando atrás. Así llegamos a los Alixares de la Alhambra hasta caer de nuevo al bosque central del Palacio Nazarí, tomamos la dirección hacia el hotel Alhambra Palace, el más prestigioso de la capital granadina, pasamos por esta zona hacia el campo del Príncipe, bajando de nuevo hacia el Paseo del Salón y dando por terminada esta ruta urbana, tras cinco horas de camino y dieciséis kilómetros de tramo, inolvidables por mucho tiempo.
Una vez finalizada la ruta, el club senderista organizador obsequió, entre los clubes asistentes unas preciosas placas de cerámica como recuerdo por la participación en la misma, y premiando a los senderistas más veteranos y a los más jóvenes.
Aquí nuestro club se llevó un gran recuerdo, porque nuestra queridísima socia Josefina López fue reconocida como la más veterana participante, le dimos nuestra enhorabuena, ganándose más de un beso y algún que otro achuchón.
El club organizador ofreció también a los asistentes un pequeño refrigerio frío, y algún refresco o cerveza, que de una manera ordenada y distendida sirvió para despedirnos de todos los compañeros que pudimos, dando de esta forma el punto final a esta ruta urbana por una ciudad única en el mundo, GRANADA, con mayúsculas.
La ruta hecha con motivo del Eurorando por la ciudad de Granada fue todo un éxito
Éxito de participantes, sobre 270 según los organizadores, éxito en su organización, a cargo del club senderista “Senderos de Andalucía” con sede en Santa Fe, dejando al senderismo granadino a un nivel impresionante, desde estas páginas el club senderista de Alhama de Granada, agradece las atenciones recibidas por los representantes de este club, que exquisitamente nos atendieron en todo momento a lo largo de todo el recorrido, igual que a los distintos clubes del resto de Andalucía que se dieron cita para caminar ese día, y les damos nuestra más cordial enhorabuena por la jornada que nos ofrecieron .
Todo empezó a las siete horas de la mañana del domingo 27, con las carillas de sueño al haber adelantado esa misma noche el reloj una hora, por el cambio oficial de hora veraniego.
Poco a poco se fue llenando el autobús que nos llevó hasta el mismísimo Paseo del Salón, en Granada, con tiempo de sobra para antes de coger nuestros respectivos dorsales, conociéramos y tomáramos contacto con algunos senderista s que a esa hora ya estaban allí congregados.
Tuvimos el gozo de saludar a algunos veteranos senderistas que fueron guías ya en otras rutas hechas por nuestro grupo con la Diputación de Granada, como al inolvidable “Juaquinillo“, guía de la ruta hasta el Sotillo el año pasado, que se ganó la simpatía de todo nuestro grupo, nos alegramos al verlo.
Tras una palabras de los organizadores desde el remozado kiosco de la música, antes de salir a “patear“Granada, dando algunos consejos. Se puso en marcha la masa humana multicolor que formaba una fila casi interminable, en la preciosa mañana primaveral que nos regaló, este mes de marzo.
Pasando por la gigantesca fuente de las granadas al final del Paseo del Salón, entramos en el boulevard de la Carrera de la Virgen, ahí empezó la magia, la sensación de ver la ciudad desde otra perspectiva, de otra manera, más cercana, más amable.
Nuestras botas pisaban asfalto, adoquines, piezas cerámicas, lozas de piedra natural, pasos de peatones, suelos de plazas bellamente decorados, como los de la emblemática Plaza Bibrrambla, que a esa hora, se mostraba enorme y tranquila, con la torre catedralicia de Diego de Siloé iluminada por un tenue sol, al fondo entre los tejados del edificio de la Curia.
Nuestras botas pisaban, las escaleras de viejo mármol desgastado de la histórica Plaza de las Pasiegas al igual que los peregrinos medievales que llegaban andando hasta ella con sus “mandas” y quedaban extasiados ante la majestuosidad del inmenso retablo en piedra de la fachada de la catedral.
Pisamos el artístico empedrado “granaino”, de la sin par alcaicería árabe. Pasamos por delante de la Capilla de los Reyes Católicos, con sus cresterías góticas sobre nuestras cabezas, acercándonos por esta insuperable y artística “verea”, a la Gran Vía, por la cual se accedió a la conocida calle Elvira, frontera y llave entre el Albaicín, el barrio patrimonio de la humanidad desde 1984 y el bullicio del centro de Granada.
A cada paso, perfectamente controlados por las caras amables de los socios y socias de Senderos Club, apostados estratégicamente en cada esquina y cruce de caminos, para que no hubiera ningún tipo de extravío entre los senderistas, íbamos descubriendo un Albaicín especial, desconocido en muchos de sus tramos y recordado en otros.
Así, entre sus blancas casas, preciosos Cármenes, minaretes, plazas miradores emblemáticos y conocidos en cualquier rincón del mundo, viejos aljibes, sinagogas, iglesias, torreones de viejas murallas de la ciudad árabe, rincones mágicos, ventanas llenas de macetas por doquier, fuentecitas y pilares de agua y sobre todo las vistas hacia la ciudad y hacia la Alhambra hicieron que este recorrido fuera muy especial e inolvidable.
Un recóndito y perdido callejón nos bajó hasta la Carrera del Darro, calificada como una de las calles más bonitas del mundo, aquí en la Plaza Nueva, delante del edificio de La Real Chancillería, de la iglesia de Santa Ana y bajo las guerreras torres de la Alhambra, hicimos un reagrupamiento, y de verdad , la imagen de las doscientas setenta personas intentando hacerse una foto de grupo era para recordarla, imposible poner de acuerdo al grupo, pero los fotógrafos hicieron lo que pudieron, claro, estaban desbordados , entre las risas y el buen ambiente, perdonaron algunas fotos haciendo las que buenamente pudieron .
Nuestra afamada foto de grupo, se convirtió en fotos de grupos, no quedaba más remedio. Volvió esta muchedumbre senderista a tomar “la verea”, enfilando su dirección hacia el Paseo de los Tristes desde donde el próximo objetivo, la Alhambra se encontraba sobre nuestras cabezas a la derecha de nuestra marcha, acometiendo su “conquista” desde el puente del Algibillo y pasando a la Cuesta de los Chinos.
Desde aquí comenzó a cambiar completamente el horizonte, una vez que accedimos a la zona de los aparcamientos del palacio Nazarí, donde reagrupamos e hicimos una parada técnica delante de los servicios públicos para aminorar algo de nuestro peso corporal y refrescarnos un poco.
El parque periurbano de Granada nos esperaba
La nube de senderistas enfiló hacia la Silla del Moro, donde las vistas de la Alhambra son asombrosas, con este paradisiaco fondo, las cámaras fotográficas echaban humo para inmortalizar este recuerdo, lentamente fuimos ganando altura hasta llegar al Llano de la Perdiz, desde donde las vistas eran únicas al barrio del Sacromonte, al conjunto arquitectónico de la Abadía del Sacromonte y a sus bosques cercanos y al tranquilo barrio de Jesús del Valle. Para terminar en la zona del Aljibe del Agua, allí la organización nos obsequió con un delicioso avituallamiento, que estuvo compuesto por zumos, dulces, refrescos y fruta, y sentados cómodamente en la hierba de la pradera, allí existente, descansamos durante al menos media hora.
Unas preciosas veredas entre frondosos pinares, detrás de las tapias del cementerio de San José, nos iban marcando tras la comida el regreso a nuestro punto de partida, de frente la inconfundible silueta de Sierra Nevada, como si fuera un cuadro colgado en el infinito, nos fue acompañando durante un buen trecho.
Caminábamos por encima de la zona que da vistas a la carretera de la Sierra, por encima del pueblo de Cenes de la Vega, cercano a Granada, la vista abarcaba todo el sur y el oeste de la Vega y toda la zona montañosa de esta parte de la geografía granadina, bañada por un sol claro y acogedor. El camino de los franceses es el que nos guiaba ya dando cara a la Alhambra de nuevo, con una zona plagada de pencas de chumberas y de casas cueva alguna de ellas habitadas y otras totalmente derruidas y en un lamentable estado de abandono, se iban quedando atrás. Así llegamos a los Alixares de la Alhambra hasta caer de nuevo al bosque central del Palacio Nazarí, tomamos la dirección hacia el hotel Alhambra Palace, el más prestigioso de la capital granadina, pasamos por esta zona hacia el campo del Príncipe, bajando de nuevo hacia el Paseo del Salón y dando por terminada esta ruta urbana, tras cinco horas de camino y dieciséis kilómetros de tramo, inolvidables por mucho tiempo.
Una vez finalizada la ruta, el club senderista organizador obsequió, entre los clubes asistentes unas preciosas placas de cerámica como recuerdo por la participación en la misma, y premiando a los senderistas más veteranos y a los más jóvenes.
Aquí nuestro club se llevó un gran recuerdo, porque nuestra queridísima socia Josefina López fue reconocida como la más veterana participante, le dimos nuestra enhorabuena, ganándose más de un beso y algún que otro achuchón.
El club organizador ofreció también a los asistentes un pequeño refrigerio frío, y algún refresco o cerveza, que de una manera ordenada y distendida sirvió para despedirnos de todos los compañeros que pudimos, dando de esta forma el punto final a esta ruta urbana por una ciudad única en el mundo, GRANADA, con mayúsculas.
Imágenes 27 de marzo para el recuerdo de este recorrido
Próxima salida: Ruta número 13 de la temporada 2010-2011. Itinerario: Segunda subida al pico de Lopera, (ruta alternativa circular). Fecha: domingo 10 de abril de 2011. Hora de salida: 8 de la mañana. Lugar de salida: Puerta del ayuntamiento. Dificultad de la ruta: Media Distancia a recorrer: Sobre 17 kilómetros Duración estimada (con desplazamientos y descansos incluidos): Sobre 7 horas. Nota.- Los desplazamientos al Km-25 de la carretera de la Cabra (GR-SO-03), se hará en vehículos particulares. |
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El club ruega encarecidamente se tengan en cuenta las siguientes normas y recomendaciones
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Recomendaciones para la ruta número 13 (10/04/2011): - Llevar ropa y calzado adecuados para la práctica del senderismo. - Llevar comida y agua. - Llevar siempre encima vuestra tarjeta federativa. - Llevar siempre en la mochila: toalla, ropa de abrigo y un chubasquero o cortavientos. - El buen tiempo se acerca, por lo que se recomienda llevar unas gafas de sol y alguna crema protectora. - Se ruega puntualidad a la hora de la salida. - Si quieres disfrutar de unas excelentes vistas en esta ruta número 13 llévate unos prismáticos. |
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En esta ruta número 13 te recordamos que: LOS ORGANIZADORES, NO SE RESPONSABILIZAN DE LOS ACCIDENTES O INCIDENTES QUE PUEDAN OCURRIR DURANTE LOS DESPLAZAMIENTOS Y EN EL TRANSCURSO DE LAS RUTAS.
SI NOS ACOMPAÑAS, Y NO ERES SOCIO(A) DE NUESTRO CLUB, O NO TIENES NINGUN TIPO DE SEGURO DE ACCIDENTE PARA ESTE TIPO DE ACTIVIDAD DEPORTIVA, TE RECORDAMOS QUE LO HACES BAJO TU RESPONSABILIDAD, PORQUE NUESTRO SEGURO NO OS CUBRE. |
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