La Agrupación teatral “Santeña” logró sacar carcajadas, y alguna lágrima furtiva, con la extraordinaria representación de “¡Cómo está el servicio!”, de Alfonso Paso.
Repleto el Patio del Carmen, poco después de las diez de la noche del domingo 16 de agosto salía Antonio Robles, director, para comentar brevemente la obra que iban a representar y rogar que se apagasen los móviles y no se hiciesen comentarios durante la actuación, cosas que parte del público no acabó de hacer, lamentablemente.
Esa fue la única nota negativa en lo que, por lo demás, fue una noche hermosa, una noche en la que pudimos reírnos, primero, y después emocionarnos con las historias de soledad y tristeza de Don Nazario y Amapola, jubilado lleno de achaques, la soledad el peor de ellos, y prostituta “de las baratas” que en la noche de fin de año de un año cualquiera, porque hay historias que ocurren siempre, compartirán sus tristezas y soledades. Geniales Manuel Hinojosa Delgado y Lucía Arias Álvarez dando vida a esas dos almas dolidas.
Y si Amapola era una prostituta barata, Engracia y Remedios debían serlo de las caras, de las que frecuentaban el Pasapoga, sala de fiestas de lujo de la época en la cual trascurren las historias de esas dos mujeres que deseosas de ascender a la respetabilidad y la dignidad contraen matrimonio con dos soldados de la una base americana. Entre ellas, Engracia (Mrs Allington) y Remedios (Mrs Mac Newton) y Vicenta, criada que solo pretende servir en una casa decente, ocurren las incidencias de enorme comicidad que la obra ofrece. Y que la aparición de Mrs Ginebra Clinton, esposa del Mayor Clinton hará que se incremente.
Presentado este segundo cuadro por Luis Hinojosa, con la ”interrupción” de un señor y una señora del público (Silverio Gálvez Moyano y Trini Herrero) que representaron a la perfección su breves papeles, dio comienzo el que iba a ser el primer cuadro, pero fue cambiado a última hora y así el público conoce a Vicenta, Manolo, primo y guardián del honor de Vicenta y al resto de los personajes de esta obra, que ofrece carcajadas y risas, pero también material para la reflexión acerca de las historias de esas prostitutas que desean obtener la respetabilidad del matrimonio y que también tienen en sus espaldas un pasado sórdido y triste.
Como es habitual en la Agrupación Teatral “Santeña” las interpretaciones fueron de auténtico lujo, como no puede ser de otro modo cuando se unen el evidente talento de sus miembros, el mucho trabajo y esfuerzo invertido, tanto por actores como por director y, tal vez el más necesario de los ingredientes, el profundo amor por aquello que se hace. Con esos ingredientes el resultado sólo puede resultar excelente.
No sé si al resto del público le pasó igual, pero reconozco que al final del primer cuadro, las historias de don Nazario y Amapola pusieron alguna lagrima en mis ojos. Que es lo que pretendían.
Las imágenes de una estupenda noche de teatro
Cuadro primero: Cuadro segundo: Director: Antonio Robles Ordóñez. |
Redacción gráfica: Prudencio Gordo.