En el atardecer del viernes 27 de Julio, hora adecuada y propicia a las confidencias y el encuentro entre amigos, se iniciaba el tercer recital de poesía de las “Mazmorras”. Lo que en tiempos islámicos fue silo volvía convertirse en lugar de reunión de poetas y amantes de la poesía por tercera vez.
Fue el concejal de cultura, Ángel Muñoz Román, el encargado de dar la bienvenida a los que ocupábamos la totalidad del recinto, poetas, rapsodas y público; lo hizo con un breve poema del poeta catalán Jacinto Verdaguer, “El ciego de Alhama”. Ofició también como presentador de los intervinientes.
Seguidamente se inició el recital con la intervención de Francisco Serrano Benítez que recordó a Inocente García Carrillo con la lectura de su poema “Salud viajero que a la fuente llegas”, y evocó la trágica muerte del torero Luis Sánchez Mejías, con los conocidos versos de García Lorca “Llanto por la muerte de Luis Sánchez Mejías”.
A continuación fue el turno de Salvador Arias Jiménez que recitó dos obras propias; ”En mi silencio mi sueño” y “Sentires”. Continuó la tarde poética, llena de emoción y sensibilidad con la presencia ante el atril de Monsalud Moreno Palomo, que recitó dos creaciones propias, “Razones” y “Cuando miro al cielo”.
Siguió la tarde, ya casi anochecer, mágica y plena de sentimientos con la presencia de Antonio López Ruiz, más conocido como El Viñero, y sus dos poemas, “Romance Andaluz” y “Poema de la cigarra”. La juventud de espíritu del Viñero, y de todos los asistentes, dejó paso a la juventud indiscutible del adolescente Pablo Miranda Olmos que recordó a Antonio Machado con su poema “Soñé que tú me llevabas” y recitó otro de su creación.
Intensa tarde de emociones y sentimientos, que no otra cosa es la poesía, que continuó con Juan Cubo López que recito un poema de Espronceda “A jalifa en una orgía” y otro titulado “Ojos claros”.
Juan García Martín nos emocionó a todos con su interpretación, más que recitado de un poema del poeta granadino Manuel Benítez Carrasco, “El perro cojo” y con otro recuerdo de Lorca y su “Muerte de Antoñito el Camborio”. A continuación Juana Olmos Castillo recitó dos poemas suyos “Versos a Alhama” y un sentido homenaje a las madres de niños robados.
Tras las emociones de los anteriores poemas continuamos con la presencia de Alejandro Bullejos Calvo que recitó un poema de Mario Benedetti, “Cómo hacerte saber”.
Otilia García Calvo recitó dos poemas escritos por ella, “Alhama” y “Al manto de la Virgen” en la que puso el sentimiento religioso de la noche. Tras Otilia, le llegó el turno a Carmen Cerezo Retamero quien homenajeó a Alhama en uno de los dos poemas que recitó.
Lucia Miranda Olmos cedió la voz a su marido Juanjo Ruiz que recitó dos poemas, uno de Lucia, “Tierra mojada” y otro de su pluma, “Alhama reflejo de luna”
A continuación Ángeles Velasco Cortés evocó a Santiago, patrón de España, en un poema escrito por ella y en el que recordaba a las monjas del San Diego.
Teresa Rodríguez Sánchez puso fin al programa previsto con obras propias dedicadas a la soledad.
Pero aún quedó tiempo para intervenciones no previstas: Silverio Gálvez Moyano con el “Prendimiento de Antoñito el Camborio”, la joven belga-alhameña Melisa Martín que recitó un poema traducido del francés, y de nuevo Francisco Serrano que puso fin al recital con el romance “Moro alcaide”.
Fueron casi dos horas en la cuales, la poesía, el sentimiento, la emoción y la hermosa luz crepuscular, así como el mágico lugar en el que nos encontrábamos, Las mazmorras, nos hicieron disfrutar a todos del último refugio en tiempos de pesadumbre, el siempre seguro refugio de la poesía, la literatura y el arte.