Público y expectación en esta primera experiencia que recupera, como escenario cultural, otra parte de nuestra Alhama hasta hace poco olvidada.
Buen acierto el de hace unos años el de recuperar las mazmorras excavadas en el tajo, y que eran un basurero, para conservarlo como patrimonio histórico y cultural. Y también buen acierto el de utilizarlas en el verano cultural para dar salida a la gente que tiene inquietudes poético literarias, para dar rienda suelta a su creatividad.
Era nuevo, no se sabría cómo podía salir, pero fue un rato agradable, con la cita con la poesía y los sentimientos de alhameños y alhameñas que expresaban ante sus paisanos sus creaciones y su manera de entender la rima y el verso.
Otros, que no estamos dotados para la composición poética recordábamos a los clásicos, y así, entre la poesía de andar por casa, la histórica y la de los maestros, con un público agradecido y dispuesto a participar se fue desgranando casi hora y media de recital.
El propio escenario natural, otrora auténtica mazmorra de la fortaleza árabe, iluminada con antorchas, y los últimos rayos de sol de una tarde veraniega filtrándose por el gran ventanal de la parte superior, daban ese toque mágico a la inspiración.
Juan Cubo López, Francisco Serrano Benítez, Teresa Rodríguez, Juani Olmos Castillo, Otilia Calvo, Carmen Cerezo, Juan Cabezas, Manuel Naveros, Antonio López Ruiz ‘El Viñero’, Teresa Pérez y Silverio Gálvez formaron parte de este primer encuentro poético.
Lógicamente hubo de todos los estilos, las creaciones propias, el recuerdo para Antonio Machado, Miguel Hernández y el cierre de la primera ronda con el romance del Moro Alcaide, en la expresión de Silverio Gálvez. Todo ello presentado por la concejala de Cultura, Sonia Jiménez, la cual tuvo que dar una segunda ronda de intervenciones ante las peticiones existentes.
Una experiencia que habrá que repetir.