La cultura sí ocupa lugar. Recuperación del teatro Cervantes



Recuperación del Teatro Cervantes


Noviembre 2000.- Alhama es totalmente deficitaria en espacios culturales. En la actualidad no cuenta con un lugar adecuado para representaciones teatrales, sala de exposiciones, conferencias, actuaciones musicales o proyecciones cinematográficas. En los últimos años la falta de espacio ha obligado a recurrir a salones de los centros escolares o a las iglesias para celebrar actos culturales y artísticos.

 Las actuaciones de carnaval, el veterano Festival Regional de la Canción y las verbenas de san Juan y de la Feria Grande se tienen que realizar al aire libre, por lo que a veces las inclemencias meteorológicas han impedido su celebración o en el mejor de los casos se han celebrado pero con escaso público, mucho frío o calor y malas condiciones acústicas.

 Cuando cualquier acontecimiento cultural requiere un aforo superior al de 80 plazas ya no se cuenta con local en Alhama pues ésa es aproximadamente la capacidad del salón de actos del ayuntamiento alhameño. En celebraciones como las del Día Histórico de Alhama y del Libro o con motivo de la presentación de publicaciones se tienen que hacer auténticos malabarismos para dar cabida al numeroso público que suele acudir a estos actos culturales.

 Así mismo, para exposiciones de pintura o fotografía se ha de recurrir a las galerías del patio del Carmen, permanentemente abiertas, por lo que, al no contar con unas mínimas condiciones de seguridad, requiere una vigilancia continua. Hace años que el Patronato de Estudios Alhameños viene reclamando un lugar para la puesta en marcha de un museo de la moneda y otro etnográfico y de artes y costumbres populares que no se ha podido materializar al no contar con instalaciones adecuadas. Por todo esto muchos alhameños consideran que se perdió una oportunidad histórica cuando, al ponerse en venta el edificio del Cinema Pérez, éste no fue adquirido por el ayuntamiento pues se hubiese conseguido, en un magnífico enclave, un edificio para cubrir con creces todas estas necesidades. O bien cuando se reconstruyó la iglesia del Carmen no se le dio un uso distinto al culto puesto que la población ya contaba con la parroquia de la Encarnación y con las iglesias del convento de San Diego y de La Joya.

De teatro a mercado y viceversa

 Ahora hay otra oportunidad de poder disponer de un edificio para algunas de estas actividades culturales e igualmente situado en un lugar céntrico. La falta de infraestructura y el hundimiento de parte del techo del Mercado Municipal, en la madrugada del 15 de diciembre pasado, han decidido al consistorio alhameño a estudiar la viabilidad de recuperación del que con anterioridad fuera el Teatro Cervantes. Su significado histórico y magnífica ubicación, frente al Paseo del Cisne, ha sido decisiva a la hora de plantearse dicha rehabilitación.

 Como ha escrito García Maldonado, Presidente del Patronato de Estudios Alhameños, las obras de este coliseo se iniciaron el 29 de febrero de 1840, exactamente tres meses después de constituirse en Alhama, la Sociedad Económica de Amigos del País, entidad promotora del proyecto. Para ello previamente había solicitado terreno al ayuntamiento y a Francisco Rojas, propietarios del entonces denominado Solar del Arroyo. Ambos contestaron afirmativamente por lo que no sólo consiguieron el terreno para el futuro Teatro Cervantes, sino que además dispusieron de espacio para su propia sede social en lo que los alhameños han conocido como Casino o El Central.

 En el Diccionario de Pascual Madoz se cuenta que su construcción supuso una inversión de 65.710 reales, cantidad procedente “de varios donativos particulares, ya voluntarios, ya por invitación de la Sociedad, en calidad de préstamo para cuya seguridad quedó hipotecado el nuevo edificio, habiendo también contribuido muchas personas con la madera necesaria, y los labradores con los bagajes indispensables para la conducción de materiales”. Dos años y medio más tarde finalizaron dichas obras, concretamente el 4 de septiembre de 1842. A partir de entonces este edificio fue testigo mudo de inolvidables representaciones, actos sociales, celebraciones de carnaval, conferencias, etc. Inocente García Carrillo lo describe en su estupendo librito Alhama vista por un extranjero como “antiguo coliseo, aunque de reducidas dimensiones, reunía buenas condiciones escénicas; su sala dispuesta en hemiciclo fue el único lugar de solaz y reunión en las veladas de la clase distinguida de Alhama durante todo el siglo XIX y parte del XX”.

 Ocupado por las tropas nacionales al anochecer del 22 de enero de 1937 las cuales, además de destrozar butacas, ornamentos y cortinajes, hicieron fuego en el interior por lo que en la noche del 29 fue pasto de las llamas quedando en pie tan sólo partes de los muros de cerramiento y central. En los años 40 se utilizó este recinto para fiestas y bailes por lo que, al no disponer de techumbre, se denominaron irónicamente Fiestas en el aire. A principios de los 50 se levantó en su solar el Mercado Municipal que fue inaugurado en 1952, según data en su fachada bajo el escudo de la ciudad. Ahora, el traslado de los puestos de la Plaza, como popularmente es conocido este edificio, a otra ubicación hace posible la recuperación de estas instalaciones para actividades culturales de las que tan necesitadas está Alhama.