«La historia recogida en este libro es mitad ficción, mitad realidad»

Juan Naveros, autor de la novela 'La bruma que apacigua la memoria’ (Ed. Nazarí) explica que su método para escribir este libro «ha sido el de la trilogía de la intuición, el asombro y la empatía»

Cuenta Juan Naveros Sánchez que vio su primera luz en el Castillo de Tajarja, pedanía de Chimeneas, y una localidad en la que nunca ha vivido y que ha conocido ya a una edad adulta «porque sus padres vivían en Cacín donde residió hasta los 12 años en que se desplazaron a la Granada», ciudad en la que ha desarrollado toda su vida y donde tuvo la posibilidad de estudiar para convertirse en catedrático de Lengua y Literatura en enseñanza secundarias.

 Antonio Arenas | ALHAMA 

 «Por voluntad propia, por curiosidad y por un afán, que espero que me continúe durante muchos años, de investigación, hice mi tesis doctoral bajo el amparo del CSIC y fruto de esa investigación han sido muchas publicaciones conocidas y menos conocidas e incluso hasta raras. También una novela histórica publicada en 2017 que se titula 'Barminán.  Las hogueras del inquisidor Lucero» (Ed. Nazarí) Eso curiosamente fue una un hallazgo a la otra función que descubrirá en el Archivo Histórico Nacional buscando otras fuentes de la Inquisición y resultó éste curiosísimo y trágico expediente que se conserva gracias a la intervención en la guerra de la independencia de un erudito cordobés. «De ahí hice una novela histórica, pero al modo tradicional para que nadie se resistiría a calificarla como tal histórica, ambientada en el siglo XV con la diversidad de creencias, con la rivalidad con el poder omnímodo que tenía la iglesia y sobre todo bajo la tiranía de uno de los seres negros y pérfidos como fue el inquisidor Lucero».

En el centro Juan Calderón, concejal de Cultura de Alhama, en la preparación de la presentación

 Después de esta novela vendría 'La bruma que apacigua la memoria'  (Ed. Nazarí) que tras este aparente título metafórico «hace referencia a la bruma, a las partículas e interferencias que hay en los recuerdos y que forman parte de lo que llamamos la memoria instintiva».

 Para poder ver los perfiles de las personas y de las cosas era necesario «ahuyentar las posibles nubes que dificultan la visión de un paisaje tan especial, en esa línea de hacer una novela lo más histórica posible. Así es que se trata de ahuyentar esa bruma para ver lo que había para tratar de describir aquel ambiente, aquella intrahistoria de una población formada,por niños, mujeres y ancianos sobre todo en varios pueblos tras la retirada de todo el voluntariado que formaba parte de las milicias de la República».  Así mismo señala que otro elemento que ha tenido en cuenta a la hora de dar forma a esta novela ha sido el miedo visceral y somatizado que perturbaba incluso a los elementos más más naturales del cuerpo. Ese miedo enfocado hacia los niños que empieza a formar su conciencia y no ve más que desastres, de odio, de orgía y crueldad «lo embota para el resto de sus días». El deseo del autor al centrarse en este período y sector de la población porque son los que «están condicionando a la sociedad actual. A los niños aquellos les destrozaron su vida y también su futuro, pues no vivieron la vida porque para vivir la vida hacen falta ilusiones y ellos no la tuvieron”. En su opinión ello ha contribuido a que hablar de la guerra civil se convierta en un tema tabú. Señala que el método para acercarse a vislumbrar aquel paisaje o a entender el sufrimiento ha sido el de la trilogía de la intuición, el asombro y la empatía»

Presentación del libro en Cacín

 Entiende que sin intuición no hay conocimiento. El análisis racional si no va acompañado de intuición y sobre todo en momentos históricos tan cruciales como estos, es imposible.  Para el asombro cita a Flaubert que afirma que sin asombre no hay escritura posible. Cuanto a la empatía porque es necesario meterse en la mente de aquellas personas para vivir su desgarro. A continuación, aclara que la finalidad de este libro ha sido la señalar a la paz y la concordia, con una mirada ecléctica, la de señalar a la paz y a la concordia que debe haber entre la humanidad.

 También aclara que la historia recogida en este libro es «mitad ficción mitad realidad pero a través de un narrador interpuesto para buscar cierta lejanía. Un narrador interpuesto que narra en primera y tercera persona. Esa es la estructura con la que se hace la novela y ese narrador cita a una señora y niña entonces que le entrega una pistola y un revólver que aterraron toda su vida, es decir, ella la rescató debajo del colchón de matrimonio donde nacieron todos sus hijos y nunca supo nada más que aquello era el terror y no podía deshacerse de ellas y se las entrega al narrador». Narrador que coge aquellos dos artefactos y trata de desarmarlos. Cuando logra correr la corredera de la pistola hacia atrás ve una una bala en la recámara. La extrae con mucho cuidado y comprueba que ha sido impactada lo que pasa que no salió. «Evidentemente al terror que se desprende esa escena es lo que ha tratado de investigar a lo largo de toda la novela y finalmente, aunque no se dice se da a entender qué es lo que pasó con ese disparo y se reconstruyen muchos hechos truculentos de un periodo que forma parte de la historia de esos dos años, ocho meses y doce días que duró la guerra civil española. Son seis meses concentrados en determinados pueblos que luego después protagonizaron lo que se dio en llamar la corría que es anterior a la conocida 'debandá' de Málaga».

Portada del libro

 Insiste el autor en que, aunque «se describen en determinados momentos hechos muy escabrosos y truculentos de un bando pero que luego se describen los mismos en el otro porque fueron atrocidades y no sólo en la guerra civil sino en las muchas guerras civiles que hubo dentro de la guerra civil y esta que se describe fue una guerra civil dentro de la guerra civil que no recogen los manuales por eso es tan necesarias la intrahistoria pienso yo modestia aparte que es la de donde nace la necesidad de novelas de este tipo porque los libros de historias no se van a ocupar nunca de esas pequeñas batallas. Es sencillamente puro sufrimiento en actitudes irracionales y violentas que desgraciadamente y con toda perplejidad uno observa que se repiten».

 Del título 'La bruma que apacigua la memoria'  es precisamente la que se ha tratado de apartar y ahuyentar para ver con más claridad unos acontecimientos históricos que no ocurrieron solo en un pueblo sino que ocurrieron en otros muchos porque el gobierno de la República dio permiso a los anarquistas para que mitigarán las hambrunas después de dos años de sequía que se produjeron en España.

 Publicada en Editorial Nazarí, la novela está disponible en su página web y en cualquier librería donde la podrán solicitar si no la tienen a la distribuidora. Se presenta el viernes, 14 de julio, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alhama donde el autor estará acompañado por el concejal de Cultura, Juan Calderón; el profesor y escritor cacineño, Miguel Ángel Pérez Abad, y el cantaor Pepe 'Cuchillas' que en las páginas postreras incluye unos clarificadores agradecimientos «a los hermanos, hijos y nietos de aquellos niños que fueron las víctimas más dolorosas de una guerra nefanda, fratricida e inútil como todas. Han sabido conservar las escasas filtraciones de aquellas bocas selladas por el horror y posibilitar la catarsis que deberían provocar las conmovedoras victorias de sus vidas». Así sea.

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