Por segundo año, esta iniciativa de la profesora de baile ha demostrado que el trabajo y el esfuerzo dan buenos resultado.
Diez de la noche del viernes 28 de julio, un abarrotado Patio del Carmen esperaba el inicio de la segunda edición de este espectáculo que el año pasado dejó muy buen sabor de boca. En el escenario Ángel Muñoz daba la bienvenida a todos y saludaba el gran esfuerzo realizado por nuestra paisana Silvia Oen y todos y cada uno de los participantes en el evento.
Silvia por su parte tuvo un cariñoso tirón de orejas al recordar al concejal que era necesario dotarse de mejores tableros para el baile (con posterioridad el concejal nos refirió que se había hecho un esfuerzo para ampliar el número de tableros y que para el próximo año habría los mejores tableros).
Prosiguió Silvia comentando que para sus alumnos “puedo parecer una negrera con el látigo en la mano”, pero es que ella sabe que la clave el éxito consiste en trabajo, disciplina y esfuerzo.
Y a la vista del magnífico espectáculo que nos ofrecieron, hay que llegar a la conclusión de que ni la profesora ni los alumnos ahorraron ningún esfuerzo en la preparación de las actuaciones, pues fueron varias las interpretaciones que cada grupo de baile realizó a lo largo de la noche.
Comenzó esta, desde el punto de vista artístico, con las actuaciones de las más jóvenes de las bailaoras, una de ellas sólo tiene cuatro años. Procedentes de Santa Cruz del Comercio, nos regalaron sevillanas en círculo, tangos y rumbas demostrando que hay cantera para el baile comarcal y para la escuela de Silvia Oen.
Diez actuaciones siguieron a esta primera para llevarnos a un descanso al que siguieron otras nueve con las que se llegaron a las 20 actuaciones en las que las bailaoras y bailaores de Santa Cruz, Alhama, Jayena, y Játar volvieron a demostrar que se toman muy en serio al respetable, que dan lo mejor de ellos mismos encima del escenario y que antes han tenido que sudar y sufrir mucho para que parezca que lo que hacen encina del escenario es fácil. Pero no lo es, como ellas saben. Para que esos resultados sean posibles se necesita además del trabajo, ese arte, sentido del ritmo, sensibilidad y sensualidad, que todas ellas derrocharon en el escenario, jaleadas por un público entregado y por los “oleee las guapas” de la propia Silvia que animaba así a sus alumnas.
Parecía complicado superar la actuación del año pasado, pero lo consiguieron incorporando al repertorio de sevillanas, tangos o bulerías, entre otros palos flamencos, temas y bailes nuevos como la zarzuela y la bachata.
Bachata con la que concluyó la noche y en la cual las bailarinas de Alhama, sabían que estaban guapísimas y transmitieron la sensibilidad y la sensualidad que este ritmo necesita.
Noche de arte, música, danza baile, sensualidad, sensibilidad, compás. El Cuerpo de Baile de Silvia Oen encima del escenario. Gracias a todos y cada uno de los integrantes por regalarnos su arte y buen hacer.
Fotos: Prudencio Gordo.