‘Jam session’ de Mama Llama, una experiencia que merecerá la pena repetir

También podríamos titular “Éxito de la Mama Llama all star” (todas las estrellas de Mama Llama), por ejemplo.

 La esencia de la música blues y jazz reside en la capacidad de improvisación de los músicos, que amparados por “hablar” el mismo lenguaje, son capaces de tocar todos juntos sin haber ensayado y de sacar de sus instrumentos sonidos que conmueven y llegan al alma.

 Y esto es lo que precisamente demostró la ‘jam session’ del pasado sábado 31 de marzo. El lugar el local de ensayo de Mama Llama, poco después de las cinco y media de la tarde. El ambiente el de un lugar consagrado a la música y su disfrute. Tenue iluminación y gente de todas las edades deseosa de pasárselo bien en el escenario y fuera de él.

 Se escucharon temas de rock ochentero y de todas las épocas como el homenaje a Chuck Berry y su “Johnny be good” de Javi Castañeda; pero, sobre todo y gracias a la libertad del formato de ‘jam session’, se pudo escuchar algo que es poco frecuente en los escenarios no especializados: Blues, jazz y blues jazz totalmente improvisado, largos solos de cada uno de los instrumentos, no como lucimiento personal si no como disfrute total del músico y del público. Sin las ataduras de los tiempos impuestos por una actuación al uso, sin tener que ceñirse a un repertorio determinado, todos los participantes supieron dar lo mejor de sí mismos, para crear una actuación de música en vivo y en directo de las que pocas veces se tienen ocasión de disfrutar. Esperamos que se repita de vez en cuando este experimento de Javi Castañeda que tan buen sabor de boca ha dejado entre el público asistente que llenó ampliamente el local de ensayo, especialmente en horas de la noche próximas a la de cierre de la actuación, el final, fue simplemente apoteósico, como no podía ser de otra manera dado el nivel de todos los participantes en esta ‘jam sesion’ en la cual desde el más joven de todos, Javier Molina Palomino baterista de 6 años que demostró sobradamente el dominio que ejerce con las baquetas en la mano, hasta el mayor de ellos, que vamos a suponer que fue Santi Cantano.

 Todos demostraron en más de una ocasión que la música es realmente su vida, aunque no sea, precisamente, en algunos casos su medio de vida.