El autor invitó al público asistente a relajarse y experimentar el sonido, la vibración, dejar los sentimientos y emociones fluir libremente y dejarse llevar por la música.
Organizado por la Asociación Alhama Sana A-SANA y con la colaboración del Ayuntamiento de Alhama de Granada, la tarde del sábado 26 de agosto, el recinto cultural de Las Mazmorras, se vio lleno con 30 personas que vinieron a experimentar la magia de la música y vibración de los cuencos de cuarzo, alquímicos, el tambor oceánico y los gongs planetarios Nibiru y Júpiter, que fueron magistralmente ejecutados por el maestro Juan Manuel Olivencia.
Juan Manuel Olivencia comenzó su relación con los cuencos de cuarzo en 2007 y desde entonces ha ido sumando formación, incluyendo nuevos instrumentos a su catálogo y repertorio.
Alina Strong, presidenta de A-SANA, dio la cordial bienvenida al público asistente y agradeció al Ayuntamiento de Alhama por facilitar el recinto cultural de Las Mazmorras para este evento musical.
Olivencia empezó explicando las propiedades de cada instrumento y sus características, los sonidos que produce y los efectos en el cuerpo y la salud.
Olivencia invitó al público asistente a relajarse y experimentar el sonido, la vibración, dejar los sentimientos y emociones fluir libremente y dejarse llevar por la música.
Durante una hora, la magia del sonido y la vibración envolvió el espacio y cautivó a los presentes.
Los Cuencos Biosónicos, también conocidos como Cuencos de Cuarzo o Crystal Bowls, son delicadas vasijas circulares construidas artesanalmente a partir del cuarzo de silicio más puro (99% de pureza). Al ser rozadas suavemente con una baqueta especialmente diseñada, emiten pulsos acústicos de alta frecuencia vibratoria que pueden ser traducidos en notas musicales y octavas armónicas que desencadenan proyecciones de luz multidimensionales.
Los gongs planetarios están entonados de conformidad con las propiedades orbitales de los planetas, la Tierra y la Luna, de acuerdo a los cálculos de Hans Cousto. Por lo tanto resuenan en armonía con los ciclos de los cuerpos celestiales. El sonido que producen es misterioso y transmite sensaciones de paz, muy inusuales.
El tambor oceánico es un instrumento que simula el sonido de las olas del mar al romper en la playa, y su sonido, incita al oyente a llenarse de energía y deprenderse del estrés de la ida cotidiana.
Juan Manuel Olivencia terminó su actuación con una mezcla de cantos y mantras, en tono con los sonidos producidos por los cuencos y los gongs.
Beneficios de los conciertos de cuarzo y gongs:
- Equilibra los hemisferios cerebrales;
- Limpia el campo áurico,
- Intensifica las experiencias en la meditación;
- Favorece el desarrollo del potencial curativo natural de nuestro organismo;
- Induce la mente y el cuerpo a una mayor y mejor relajación;
- Purifica y limpia el agua y lugares de energía;
- Recarga y equilibra espacios dedicados al bienestar y la salud.
La audiencia dejó la sala con ganas de más música y sonidos armónicos con el universo que nos rodea.
Sin duda alguna, Juan Manuel Olivencia volverá invitado a esta ciudad a deleitarnos con otro concierto en el futuro.