El cardenal Cañizares prologó un libro sobre las leyendas marianas de Alhama



07/04/2006
.- Benedicto XVI proclamó el viernes, 24 de marzo, a los 15 primeros cardenales de su pontificado, entre ellos el español Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Toledo, que con 61 años, es el más joven de los quince nuevos cardenales.


Imagen superior: Posible foto del párroco de Alhama en 1884, autor de las Leyendas Marianas
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Cañizares, la Virgen de las Angustias y su veneración en Alhama

 Se da la circunstancia de que en el año 2000, gracias a una donación anónima, el historiador alhameño Salvador Raya Retamero realizaba una edición facsímil de “Recuerdos Marianos o Alhama y su madre” escrita en 1864 por el que a la sazón era su párroco Federico Antonio Sánchez de Gálvez. Esta obra fue prologada por el entonces arzobispo de Granada y actual cardenal, Antonio Cañizares Llovera. En el estudio preliminar, además de rastrear la biografía del “abogado, arcipreste y párroco, examinador sinodal caballero comendador de la Orden americana de Isabel la Católica y miembro de distintas sociedades científico-literarias”, destaca la importante labor de recogida de leyendas llevadas a cabo por este sacerdote cuya permanencia en Alhama se prolonga posiblemente desde 1850 a 1887 por lo que se induce que la foto que reproduce uno de los bautizos de campaña, tras los terremotos de 1884, corresponda a este cura de “hábil oratoria”. Muchas de las tradiciones, monumentos, obras artísticas tienen en esta obrita de apenas 79 hojas su explicación. Por aquello de la festividad de la jornada, Viernes de Dolores, veamos cómo se produjo el origen de la veneración por la Patrona de Alhama.

NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS


CRÓNICA

 Ya del tiempo de la reconquista aparecía en la ciudad una capilla dedicada á la Santa Cruz, por haberse encontrado una pintura en aquel sitio, en el derribo de una casa muy antigua. Corno reclamaba la piedad de la época, bien presto un grupo de fieles rodeó el emblema de la redención y formó su hermandad.

 Por un secreto impulso, ya por los años de 1607 celebraban estos la fiesta de los Dolores gloriosos, como peculiarísima después de la del 3 de mayo.

 Del número de los cofrades eran los virtuosos señores D. Felipe Rodríguez de Jaén y Dª María de Badillo. En su fervor religioso pensaron dotar a la ermita, de una escultura de la Señora, pero en el acto sublime de su pena, al pié de la Cruz. Lo consultaron su deseo con su director, y aprobado que fue tan religioso pensamiento; resolvieron encargar la efigie. Pero el cielo cuidó de facilitarla.

 Un día 3 de mayo de 1672 volvió la virtuosa pareja de visitar á la Vera-Cruz, cuando la esperaban unos forasteros, que sabiendo, dijeron, su intención, trajeron un cajón, donde decían que la escultura se guardaba.

 Ajustóse el valor de ella, y quedaron en volver á la mañana siguiente los forasteros por el precio de la imagen, aplazando para entonces abrir el cajón y cerrar el trato, que quedaba pendiente.

 Pasó la noche, que fue demasiado larga para la Badillo, que soñaba con su Virgen y su culto.¡

 Llegó el día, y la noche, y hasta quince, y no volvieron los dueños del cajón.

 Hartos de esperar, y con la presencia de la autoridad, se abrió el cabo, que contenía una escultura bella y sublime de nuestra Madre junto a la cruz.

 En las manos de la Virgen había un papel plegado, que abierto se leyó. «El cielo premia vuestra piedad, y la ermita de la Cruz será mi descanso, porque al pié de la Cruz adquirí yo mi corona. »

 Se hace imposible describir el asombro de los circunstantes y todavía mas las expresiones de afecto y piedad, de júbilo, adoración y alegría, que brotaron de los cristianos pechos del de Jaén y la Badillo, clamando con la santa Prima de la Virgen pura: « ¿De dónde a nosotros lento bien, que la Madre de nuestro Dios se digne visitarnos?»

 Al momento las ricas alhajas de uno y otro pasaron a decorar el busto de la Hermosa. Sus cuantiosos bienes fueron reducidos a dinero para ensanchar la ermita de la Cruz, donde se edifica un vistoso alcázar para la Señora.

 Al año siguiente, el 6 de enero, se celebró la dedicacion de la nueva capilla, cuyos tres altares con dorados adornos de Churrigner, todavía después de doscientos años, llevan en sus zócalos los nombres de sus fundadores.

 Felipe Rodríguez de Jaén y su casta señora doña María Badillo, después de haber pasado el resto de su vida adorando a su Reina, fundaron siete capellanías para que jamás faltase culto en la capilla, y durmieron el sueño de los justos. Sus cadáveres aun reposan bajo el camarín.

 Poco después la Cofradía de la Cruz se trocó en el piadoso título de la Caridad, para sepultar A los pobres. Su fiesta á la Virgen se celebra el 6 de enero.

 La ley de desvinculaciones evitó la erección de un hospital, que tenía por condición un mayorazgo de la ciudad.

 Sobre dichos fundamentos se creó hace poco una Asociación de siervos devotos de María, que hace a la Señora un lujoso septenario por el viernes de Dolores.

 [El altar de piedra jaspe donde se venera santa Ana es debido a la piedad del Sr. De Gascón y su esposa Dª Blanca de Bustos, en gratitud a que convaleció aquel de la grave herida que le infirió por celos en la noche de l 15 de enero de 1600 el caballero D. Jorge Venegas, conocido desde entonces, y hasta una calle que formó, con el apodo de Corta orejas]

 Ya no existe la escultura antigua, porque fue restaurada hace algunos años; empero son tanta la fe y piedad de los alhameños para con la dolorida Señora, que parece no tienen otro Ángel tutelar, ni conocen otra fiesta que la suya.

 Todos los sábados un coro de las señoritas del país, aleccionadas por el devoto señor esposo de la camarera de la angustiada Madre, canta una Salve semanal, para que la ciudad vea con frecuencia y ruegue devota a su Señora tic las Angustias”.




En la imagen superior, la Viren en su camarín de la iglesia del Carmen de Alhama de Granada.

Texto y foto de la Virgen: A. Arenas. Autógrafo y foto B/N: extraída del libro de Salvador Raya
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