Presentación del libro “Mi corresponsalía de Alhama"



 Este jueves, día 2 de agosto, a las nueve de la noche y en el salón de actos del ayuntamiento, tendrá lugar la presentación del libro “Mi corresponsalía de Alhama” de Rafael Bejarano Pérez, de la Academia de la Historia, que ha sido archivero del Ayuntamiento de la ciudad de Málaga, artista consagrado, investigador y que fue profesor del Instituto de Alhama en los años setenta.

 El libro es sumamente interesante ya que recoge y profundiza en toda una época de nuestra Alhama, al de comienzos de los años setenta, además de una larga serie de trabajos de carácter histórico de verdadera importancia sobre variados aspectos de nuestra ciudad.

 En el acto, que es público invitándose especialmente a quienes tienen un interés por todo lo alhameño y la cultura en general, intervendrá, como presentador el libro Andrés García Maldonado, de la Academia de Bellas Artes de Granada y presidente del Patronato de Estudios Alhameños.

 La figura y proyección intelectual y cultural de Rafael Bejarano Pérez queda sintetizada, en su relación con Alhama también, en estas palabras que sobre él escribíó Andrés García Maldonado en la Publicación Anual del Patronato de 2011.

Contraportada del libro

     
  Rafael Bejarano Pérez, un corresponsal de prensa excepcional

 Alhama ha tenido, además de buena prensa, buenos periodistas y corresponsales de prensa. Ha habido y hay época, estos últimos cuarenta años, son un ejemplo de ello con personas dedicadas muy especialmente, en cada tiempo con los me¬dios correspondientes, a hablar y difundir a Alhama por toda clase de medio de comuni¬cación. Hace cua¬renta y un años que se dio una circunstancia realmente singular para aquel tiempo y momento, como fue el tener a José Luis de Mena en Ideal, quien hasta ahora más ha escrito de Alhama en ese medio y en otros muchos, y alguien a quien no le hemos reconocido su magnifica labor también en este orden, el profesor, archivero e investigador Rafael Bejarano Pérez, entonces profesor de nuestro Instituto, pero también corresponsal, ¡y que corresponsal!, del diario granadino Patria.

 Rafael Bejarano, casado con una profesora de profundas raíces alhameñas, durante los años que fue profesor en nues¬tro Instituto, de inolvidable y grato recuerdo, además de su constante escribir, investigar y pintar -lo que igualmente hace con excepcionalidad-, tuvo también tiempo y dedicación para escribir sobre los más variados temas alhameños, especialmente para muchos de carácter histórico generalmente desconocidos por los propios naturales, haciéndolo siempre con rigor y no faltándole nunca amenidad e interés para cualquier lector.

 Así, por ejemplo, tan en el año de 1971, publicó trabajos, con la singu¬lar presentación y diseño que tenia para la época el diario "Patria", sobre la cédula de los Reyes Católicos sobre el repartimiento, los privilegios que se concedieron a la ciudad por los Reyes, la Iglesia de la Encarnación como joya arquitectónica, el peligro en el que se encontraban yacimientos arqueológicos por el abandono y los expoliadores, la historia del barrio de la Joya, el paro que afecta a Alhama y la gravedad social que planteaba, la lamentable situación de la iglesia del Carmen abandonada convertida en garaje haciendo una llamada como "Operación rescate" o sea que se metió de lleno en Alhama y trabajo y lucho por ella también como excepcional co¬rresponsal de "Patria".

 Rafael Bejarano Pérez nace en Málaga en 1933 y se licencia en Filosofía y Letras, sección Geografía e Historia. Ejerce la docen¬cia en distintos colegios de Málaga y de Al¬hama de Granada, alternándola con trabajos bibliotecarios en las bibliotecas del Museo de Bellas Artes, Sociedad Económica de Amigos del País, Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, del Colegio Oficial de Arquitectos y del Colegio Oficial de Abogados, todas ellas en la ciudad de Málaga.

 En 1972 se le nombra profesor auxiliar de Paleografía Española en la Universidad de Málaga, plaza a la que renuncia para ocupar la que había ganado en el Ayuntamiento de Málaga como Archivero-Bibliotecario en el mismo año. Este cargo lo ocupará hasta su jubilación en 1998. También desde 1972 y hasta 1989 actúa como Perito Calígrafo ante los tribunales de Justicia. Ha colaborado y co¬labora en distintos periódicos y revistas con artículos sobre temas históricos, literarios, biográficos y de opinión.

 Premio Málaga de Investigación en 1970. En 1992, socio fundador y primer presidente de la revista "Isla de Arriarán". En el año 1993 es nombrado Académico de Nú¬mero de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo e ingresa como miembro numerario en la Sociedad (hoy Academia) Malagueña de Ciencias (en la actualidad es Correspon¬diente de ambas por cambio de residencia). En 1995 es nombrado Correspondiente de la Academia de la Historia.

 A todo lo anterior hay que añadir, dentro de su actividad profesional, la de pin¬tor. Actividad que comenzó a desarrollar desde muy joven. De 1941 a 1947 asiste a la sección de Dibujo Artístico de la Escuela de Artes y Oficios, comenzando a participar en exposiciones individuales y colectivas a par¬tir de 1963. Asimismo, ha ilustrado con sus dibujos numerosas publicaciones. Sus dotes artísticas y sus conocimientos históricos le permitieron realizar la reconstrucción pictóri¬ca del escudo de armas concedido a la ciudad de Málaga por los Reyes Católicos, basándose en un sello del Concejo y en documentación, ya que el original se ha perdido. Encargo este hecho por la Alcaldía en 1968. Actualmente, después de continuar estudiando el tema, acaba de realizar un cuadro del escudo de la ciudad, totalmente reconstruido de acuerdo con las normas que dieron los Reyes Católicos.
 
 El 26 de abril de 2005 por Decreto de Alcaldía se le concedió una calle que lleva el nombre de "Archivero Rafael Bejarano", situa¬da entre la Hacienda Clavero y San Rafael del Mayorazgo. Tiene numerosas publicaciones sobre la historia de Málaga y otras muchas ciudades.

 Aunque él se va a sentir sorpren¬dido por esta líneas, pues hasta la foto ha sido obtenida por medio de una gran amiga suya, justo es que le reconozcamos aquella importante labor, mientras lo hacemos como corresponde, recordemos dos de sus trabajos que por su rigor y amenidad, lo que jamás está reñido y menos en periodismo, publica¬dos en aquellos primeros meses de 1971.