Todos los alhameños debemos sentirnos orgullosos del escudo que representa a nuestra querida ciudad y, por lo tanto, a todos los alhameños. Desde el mismo, más de quinientos años de historia nos contemplan. No dejemos de acercarnos a su hermoso y fácil conocimiento e interpretación del significado de los elementos que lo constituyen.
“Alhama, Historica”
Andrés García Maldonado
“El escudo de Alhama, más de quinientos años nos contemplan”
Uno de los cinco mayores honores que me ha otorgado nuestro pueblo, a lo largo ya de tantos años, los que jamás he olvidado y siempre agradeceré, los que me acompañaran mientras viva, ha sido el encomendarme lo que fue el estudio y propuesta de “La fijación de las armas del escudo heráldico de nuestra ciudad”.
Fue allá en los últimos años de la década de los ochenta del siglo pasado, entregándome con inmensa ilusión a ello y, tras los trabajos correspondientes, ofreciendo mi Estudio-propuesta al respecto, junto a la bandera que proponía para Alhama, ambas cosas fueron aprobadas por unanimidad de la Corporación Municipal en 1993, siendo alcalde Antonio Molina Gómez, quien me efectuó los referidos honrosos encargos, concejal de Cultura Francisco Escobedo Valenzuela y jefe de la oposición José Fernando Molina López, a los que jamás dejaré de agradecerles los elogios que dedicaron a la propuesta, como a la totalidad de los miembros de la Corporación.
Por supuesto que, aunque se me quiso abonar mis honorarios o, al menos, efectuárseme el regalo especial que indicase, de modo alguno acepte ni una ni otra cosa. Como siempre, jamás he pedido o aceptado pago alguno cuando se refiere al Ayuntamiento de nuestra ciudad, ni siquiera cuando he intervenido o asesorado como abogado en asuntos encomendados como tal, o en estudios, informes o gestiones de cualquier índole.
Dada la importancia y trascendencia que tiene un escudo de una ciudad para sus habitantes, más en el caso de Alhama, creo oportuno que esta sección de “Alhama, histórica”, cuando ya estoy culminando los años históricos en los que, aproximadamente, ya se le pudo haber otorgado por los Reyes Católicos este blasón a Alhama, es muy interesante hablar del mismo. En este caso, siguiendo en parte las referidas propuestas así como nuevos informes que efectué en relación a las Reales Academias de la Historia y de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, las que, cada una en su momento, tenían encomendado el facilitar el informe preceptivo para que la Administración competente aprobase estas materias.
Fijación de las armas del escudo heráldico de la ciudad de Alhama
Al proponer cuál debía ser el escudo heráldico de la ciudad, con la adecuada “Fijación de sus armas”, había de quedar bien patente, ante todo, que poseyendo nuestro municipio un muy rico y singular patrimonio histórico, venía contando también con un blasón de la ciudad perfectamente determinado e incluso generalmente asumido por todos los alhameños a lo largo de estos últimos siglos, siendo ampliamente extendido el conocimiento del significado de todos y cada uno de sus elementos, dándose tan sólo alguna que otra variante a la hora de interpretar el sentido de alguno de estos.
No se ha producido en esta ciudad un desuso de su escudo heráldico, al menos, en el transcurso de estos tres últimos siglos, por lo que no se imponía, en este caso, el volver a repetir exhaustivamente los mismos datos, documentos e investigaciones realizadas y que, en todo momento, prácticamente, han venido estableciendo cuál ha sido el blasón de la ciudad de Alhama.
Se da la posibilidad, si seguimos gran parte de la documentación y referencias históricas que han venido existiendo desde hace siglos, que el escudo actual de la ciudad de Alhama puede tener ya más de quinientos años de historia, dado que pudo ser concedido por los mismos Reyes Católicos, entre 1483 y 1495.
Puede ser prueba de lo que afirmamos, de estos cinco siglos largos de historia del blasón de la ciudad de Alhama, el hecho de que la misma antes de finalizar el siglo XV ya poseía pendón y en este, lógicamente, figuraría el escudo de la ciudad.
Probablemente, en el transcurrir del tiempo, haya sufrido alguna modificación esta divisa, pero ha sido quizás en la distribución de sus elementos más que en cuantos concretamente lo han venido constituyendo.
Aunque ya figuraba, y aún se conserva, un escudo similar al actual junto a la inscripción existente en la fachada de lo que fue cárcel de la ciudad, lo que formó parte de las antiguas Casas Consistoriales, en la entonces Plaza Real, hoy conocida por Plaza de los Presos- aunque legalmente no ha perdido la primera de las denominaciones indicadas-,y que data de 1674, el rey Carlos II concedía a la ciudad de Alhama “Carta de Privilegio y Confirmación” el día 28 de Noviembre de 1689 y en esta, como bien sabido es, queda magníficamente estampado para la época el escudo de Alhama, dándose en el mismo, en lo que a sus elementos interiores se refiere, verdadera similitud con el actual.
El escudo: significado e interpretación
Tiene Alhama por armas un castillo con una granada sumada, con tres escalas, saliendo de las almenas dos brazos de armadura empuñando cada uno de ellos una llave, como elementos interiores, y, como elementos externos, la corona real abierta.
Ha existido siempre práctica unanimidad en el significado e interpretación de los elementos que constituyen el escudo de nuestra ciudad. Tan sólo se ha dado algún que otro doble o ampliado significado en relación a algún elemento de la divisa.
La interpretación generalmente aceptada de cada uno de sus elementos es, en síntesis, la siguiente:
EL CASTILLO: La incorporación de la ciudad a la misma Corona de Castilla y también, avalando ello con el mismo campo sobre el que se sitúa este en el referido dibujo de la “Carta de Privilegio”, la fortaleza que fue Alhama.
LA GRANADA: La pertenencia de la ciudad-fortaleza de Alhama al Reino de Granada.
LAS TRES ESCALAS: Aunque se les ha dado y se les sigue dando, muy aisladamente, otras interpretaciones, nosotros compartimos plenamente la que simboliza las heroicas resistencias de los defensores, al menos, a los tres duros asedios a los que la ciudad, entre marzo y agosto de 1482, fue sometida por las huestes granadinas intentando estas recuperar Alhama, lo que no consiguieron. En la primera ocasión, por el socorro de los cristianos andaluces al mando del duque de Medina Sidonia y, las dos siguientes, por las expediciones de ayuda que organizó y encabezó el mismo rey don Fernando el Católico, quien, probablemente, junto con doña Isabel, otorgase este mismo escudo de armas, como sucedió por aquellos años con otras ciudades del Reino de Granada tras ser conquistadas.
LOS BRAZOS CON LAS DOS LLAVES: El dominio y el valor cristiano, los brazos con armadura, y las dos puertas principales que tenía la ciudad, la de Granada y la de Málaga, las llaves. Fernando de Vergara también le daba el significado de cómo fue esencial la toma de Alhama como llave hacia la conquista de Granada.
LA CORONA: La heráldicamente establecida para los ayuntamientos de ciudad, correspondiendo en este caso la abierta, anterior a la llegada de Felipe V siendo la misma que figura en el dibujo de la “Carta de Privilegio” a la que hacemos mención.
TÍTULOS: Los de Muy Noble y Leal que históricamente y por concesión regia posee la ciudad y que, probablemente fueron otorgados antes de finalizar el siglo XV o, cuando más tarde, en los albores del XVI, como sucedió con similares concesiones de títulos honoríficos a otras ciudades por aquel mismo tiempo. No obstante, existe sobrada documentación en la que sí queda probado que ya los tenía y usaba la ciudad a mediados del Siglo XVI, nunca posteriormente como se ha afirmado acercándolos a la llegada de Felipe V, ya en 1700. Por lo tanto, estos títulos pueden significar el reconocimiento real hacia esta ciudad por su importancia y trascendencia como nueva fortaleza y ciudad cristiana y por su constante y heroica defensa.
FORMA: La del escudo español, que es, como es sabido, rectangular, cuadrilongo y redondeado por su parte inferior, con una proporción de seis de alto por cinco de ancho.
De igual modo, la representación más antigua, en documento oficial, que se posee, es la de la “Carta de Privilegio y Confirmación” y en ella aparece, perfectamente diseñado, con los medios y estilos de la época, esmaltado, un escudo cuadrilongo y redondeado por su parte inferior.
LOS ESMALTES: Dado que las representaciones que se han venido utilizando y conservando del escudo han sido, por lo general y salvo alguna excepción contada, sin esmaltes, seguimos en nuestras propuestas que considerábamos que correspondía, histórica y heráldicamente, al escudo que se reproduce en la citada “Carta de Privilegio y Confirmación de Alhama”, con la aportación interesante que al efecto nos hizo la citada Real Academia de Córdoba.
Propuesta que se efectuó y aprobó por unanimidad Deseando la Excma. Corporación Municipal fijar exactamente las armas de este blasón de Alhama con sus esmaltes, sintetizamos las que expusimos en las siguientes bases fundamentales: PRIMERA.- El Ayuntamiento y la ciudad de Alhama han venido usando y usan actualmente, tanto por tradición multisecular ininterrumpida, como por razones históricas inconfundibles, de un escudo de armas constituido por un castillo, sumada una granada, sobre el que se apoyan dos escalas, terrazado de sinople, con otra escala más y con dos brazos de armadura cada uno de ellos empuñando una llave, que parten del mismo castillo, sin que consten los colores ni se conserve documento oficial o histórico de su concesión. SEGUNDA.- Estas armas quedan confirmadas por diversos testimonios centenarios de distintos historiadores que nos describen plenamente las referidas armas para la ciudad de Alhama, así como la misma “Carta de Privilegio y Confirmación” concedida por el rey Carlos II a la ciudad de Alhama, el día 28 de Noviembre de 1689, que reproduce, hasta con esmaltes, el mencionado escudo. También nos confirma esta realidad histórica, el mismo Diccionario Geográfico de Pascual Madoz, de mediados del siglo XIX, y la “Crónica de Granada” de Rada y Delgado, entre otras publicaciones centenarias, al igual que algún escudo existente de siglos anteriores, como puede ser el que estuvo y permanece en lo que fue cárcel, en la fachada de las antiguas Casas Consistoriales de la hoy denominada Plaza de los Presos, Plaza Real de Alhama. TERCERA.- Nos encontramos, por consiguiente ante un escudo plenamente consagrado por el uso y la historia que cuenta con testimonios más que centenarios de verdadera relevancia. CUARTA.- Quedando plenamente justificadas y documentadas esas armas, faltaba tan sólo determinar los esmaltes de las mismas. Mas, partiendo de los que se dan en el escudo de la “Carta de Privilegio y Confirmación”, estos esmaltes, siempre en lo posible, con los propios de la Ciencia Heráldica a aplicar en estos casos, proponíamos en un principio los siguientes: - El Castillo, de plata, mazonado y aclarado de sable. - Las escalas y los brazos armados empuñando las llaves, de sable, fileteados de plata. - La granada, al natural, rajada de gules y hojada de dos hojas de sinople. Finalmente el timbre, con los correspondientes a la Corona Real, propio de ayuntamientos de ciudad de su época. Consagrado por secular tiempo el blasón, ello lo facultaba sin más trámites para su uso por la ciudad, a la que fue concedido, como así se preveía en la Ley de Régimen Local y concordantes, vigentes en aquellos años, que confirmaban el uso de armería de ciudad, cuando fuese centenario y esté consagrado por la Historia. Este debía quedar, no obstante, fijado por el correspondiente acuerdo municipal, cuidándose la correcta organización de sus elementos, esmaltes y figuras, una vez ordenado. Por todo ello, el que suscribe, teniendo presente la descripción estudiada, respetuoso siempre con la tradición local e intentando admitir esta indicación-imposición ya que consideraba que el El académico ponente de la Academia de Córdoba, al respecto del informe aprobado por el Ayuntamiento de Alhama, por unanimidad, nos rechazaba la corona real abierta estableciendo que debería ser la cerrada. Por nuestra parte le hicimos ver que se equivocaba al tratar este informe sobre el escudo de la ciudad de Alhama -que no villa como él la designaba- como si se tratase de un escudo nuevo o, al menos, que no fuese anterior a la venida de Felipe V a España, en 1700, con el que se generaliza la corona real cerrada. Una vez más tuve el honor de facilitar, a petición de nuestro Ayuntamiento, mi opinión y fundados criterios siguiendo siempre la mayor fidelidad a la propia historia y realidad de nuestro escudo, dentro de mis posibles conocimientos en esta materia, adoptándose el correspondiente acuerdo municipal en contestación a breves propuestas que se indicaban, aceptándose las que se consideraban interesantes para una mayor vistosidad del conjunto del escudo, ya que no afectaban ni modificaban al blasón usado durante siglos, ni prácticamente a la propuesta de fijación de las armas aprobada por el Ayuntamiento, e insisto “no aceptar en modo alguno, por no corresponder a este escudo, el que al timbre lleve la corona real cerrada”. Se detallaban las razones de esta postura: el que se había venido usando esa corona desde tiempo inmemorial, el que así había correspondido a las ciudades que tenían blasón antes de la llegada de Felipe V, la importante referencia del escudo de la “Carta de Privilegio y Confirmación” -aunque no representado adecuadamente como corona real-, y se le hacía especial hincapié en que no se trataba de elaborar un nuevo escudo sino que era fijar las armas del que se venía usando, el que no había caído en desuso, aunque no tuviésemos la certeza de cuando fue concedido a la ciudad por los Reyes Católicos, podría indicarse que allá por el siglo XV, cuando los reyes de Castilla usaban la corona real abierta bastante antes de la mismísima Isabel Católica, quien fue como tal reina la que pudo concederlo a Alhama, a la que tanto apreciaba y así lo demostró en tantas y tan importantes ocasiones. En lo que respeta a la bandera de Alhama, la Real Academia de Córdoba no efectuó objeción alguna, por lo que ésta debía considerarse aprobada de una forma definitiva, aunque, en este orden de cosas, el pueblo y los alhameños ya la habíamos hecho inconfundiblemente la nuestra desde hacía varios años, como a lo largo de siglos hicimos con nuestro escudo de armas. La indicación que se nos efectuaba de que para no infringir la ley heráldica de no colocar color sobre calor o metal sobre metal, al estar las escaleras y los brazos armados de nuestro escudo cargados sobre campo de azur, deberían, al menos, ser fileteadas de plata, respetando así la regla heráldica y, sobre todo, el primitivo esmalte de sable para estas piezas, aunque ello suponía cierto predominio del color sobre el metal recibió en el informe de la academia cordobesa una nueva solución que, aunque se olvidaba del primitivo esmalte de sable que estas piezas habían tenido siempre, suponía una mayor luminosidad y vistosidad del conjunto de todo el escudo., como era el mudar el sable -color negro- por metal. Concretamente, en el caso de los brazos armados que afloran del castillo, proponía esmaltarlos de plata, metal con el que frecuentemente se recubren las armaduras, por lo que ya no sería necesario filetear de plata referidos brazos. También recomendaba esmaltar de oro las escalas y las llaves, por lo que, igualmente, no sería preciso acudir al fileteado. Insistimos que esto suponía una modificación del primitivo esmalte de sable para estas piezas, pero era muy cierto que, realizados estos cambios, nuestro escudo, en todo su conjunto, conseguía un mayor equilibrio cromático, a la par que respetar, en este caso sin ambages, la citada primera regla heráldica que proscribe poner color sobre color o metal sobre metal. Ahora bien, lo que en modo alguno se admitió, rechazándolo era lo de la corona real cerrada, como se ha hecho por la Corporación Municipal, sobre todo en la sesión conjunta de Corporación Municipal y Junta General del Patronato de Estudios Alhameños, con ocasión de la Conmemoración del V Centenario de la Muerte de Isabel la Católica, donde quedó todo esto claro así como, una vez más, la denominación de “Hospital de la Reina” para el que se venía denominando Hospital Viejo o de la Reina, "vulgo" como se permite afirma alguien que bien ha visto rechazado en estos últimos veinte años su criterio totalmente de plano. |
Por lo tanto, la propuesta efectuada y mantenida, con las modificaciones indicadas en cada momento, aprobado todo ello por el Ayuntamiento Pleno, por unanimidad, del Escudo Heráldico de la Ciudad de Alhama tiene la siguiente descripción de sus
ARMAS
De azur el castillo de plata, mazonado y aclarado de sable y terrazado de sinople, sumado de una granada al natural rajada de gules y bojada de dos hojas de sinople, acompañado de tres escalas, una en cada flanco, que en aquél se apoyan y otra en punta, cargando sobre la terraza y puesta en faja, de sable y fileteadas de plata y naciendo de sus almenas, a diestra y siniestra, sendos brazos armados, empuñando cada uno una llave, de sable y fileteados de plata.
Al timbre, Coronel Real que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesto de ocho florones de hojas de acanto, visibles cinco, interpoladas de perlas.
(Si quieres conocer la bandera de Alhama pulsa aquí.)
Breve bibliografía básica:
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