ALHAMA Y SUS FERIAS”, de Inocente García Carrillo, mi padre, fue escrito años antes de que no yo naciera, creo que para el diario “Ideal”, del que mi padre era, por aquellos años, colaborador enviando de tiempo en tiempo artículos, los que trataban sobre muy variados temas, desde los propiamente de historia en general como los de análisis sobre cuestiones internacionales, como Miembro de la Sociedad de Estudios Internacionales que era. Los temas y cuestiones de carácter nacional, no hacía falta decirle que, por la situación en la que se encontraba como por “autorregulación” propia dadas sus ideas políticas, no estaban a su “alcance” o “disposición” para poder ser comentados o tratados por él en un periódico, y, menos aún, en el entonces más importante de toda la provincia y uno de los de mayor distribución regional de Andalucía, superándole el “Abc” que llegaba desde Madrid, ambos con bastante retraso, en la denominada “Alsina” que llega en las últimas horas de la tarde ó primeras de la noche, lo que quiere decir que la prensa se solía acabar de leer en Alhama con o después de la cena.
Así, cuando vamos a iniciar en nuestra “Alhama Comunicación” una sesión periódica sobre aspectos históricos, de cualquier tipo u orden, propios y ajenos, trabajos que, en muchos casos no han visto la luz aún, y, otros, la vieron hace muchos años en ya desaparecidas publicaciones y que, en tantos casos, no están al alcance de los alhameños en general porque nadie, ni quien creemos que lo tenía que haber hecho, se ha preocupado de ello en lo más mínimo, y dadas las fechas en que nos encontramos, la propias para hablar y volver a pregonar nuestra Feria de Septiembre, la denominada “Grande”, volvemos a recuperar este artículo, escrito en 1945, y que dimos a conocer con ocasión del Ciento Cincuenta Aniversario (1846-1996) de la celebración de esta Feria de Alhama a partir del 8 de septiembre, en el programa de Feria de aquel año, sin lugar a dudas, el mejor que se ha editado en toda la historia para y sobre la Feria de Alhama hasta nuestros mismos días, el que fue posible por la colaboración conjunta de la Concejalía de Fiestas y el Patronato de Estudios Alhameños, con una especial colaboración patrocinadora de “El Corte Inglés”, gracias a mi buen y entrañable amigo Ramón Burgos Ledesma, quien tanta atención presta siempre a las cosas de Alhama y por lo que, tan justamente, es “Medalla de Honor” del Patronato.
Una cita con nuestra historia en “Alhama Comunicación”
Por Andrés García Maldonado
Alhama y sus ferias
Noble y antigua es la tradición mariana de la Ciudad de ALHAMA, debido Sin duda a la singular protección de tan Excelsa Soberana, y así bajo la advocación de Nuestra Señora de DONA o de los Reyes, la Sabemos venerada desde la conquista de esta Ciudad por los Reyes Católicos en 1482, advocación que fue después cambiada por la de la Virgen de los Caballeros Serranos, según acuerdo del Cabildo Municipal de la Muy Noble y Leal Ciudad de 18 de Septiembre de 1607 accediendo con ello a lo solicitado por Fraile Tomás de Saavedra en 9 de dicho mes y que venía dándosele culto bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario desde los tiempos del Arzobispo Fray Hernando de Talavera, quien culminó la conversión de su rica mezquita-aljama en iglesia parroquial.
Celebrándose las antiguas Ferias de Alhama desde la festividad de San Miguel, el 29 de septiembre, hasta el primer domingo de octubre, festividad de Nuestra Señora del Rosario, y se acostumbraba a emplazar el ferial en los aledaños de la antigua ermita de San Miguel, que después se reconstruyó con el nombre de la Aurora, cuyo edificio lastimosamente dedicado hoy a almacén se encuentra a la salida de la calle y camino real de Antequera, lugar donde quedó en observación el ejército sitiador del Marqués de Cádiz, en tanto que los escaladores asaltaban la muralla por sorpresa la noche del 28 de Febrero de 1482, cuyos terrenos inmediatos figuran con el nombre de ‛‛exido" en la carta foránea de la Ciudad.
Veíanse tales días del año animados por la bullanga y el tronío del rico cortijero de enjaezada montura y la bella serrana de morisca y señorial lámina, entre el humo de los tejeringos y el pregón de aguaduchos y chucherías paraíso de zagalones; pero por lo lluvioso y a veces crudo de la estación en dichas fechas del otoño entrado, la Corporación Municipal acordó a partir del año 1846, que se trasladasen las ferias al día de la Natividad de Nuestra Señora de tan rancia tradición en tantos lugares de Castilla, y por lo excéntrico del lugar y su difícil iluminación instalose desde entonces en el centro de la Ciudad en el Paseo por aquellos días terminado merced a la benemira gestión del que fue su alcalde Don Francisco de Toledo y Muñoz y de los vocales Cortés, Cabezas, Espejo y Millet.
Este es el origen de las Ferias de Alhama que traen a su vértice la animación y las transacciones de una rica región ganadera y agrícola que dos siglos antes producía mil setecientas arrobas anuales de lana y que actualmente, por la proximidad de las ciudades de Loja, de laque dista 32 kilómetros con enlace directo, y de Vélez-Málaga, de cuyo ferrocarril de Ventas de Zafarraya dista 20 kilómetros con doble servicio diario, no debe ser olvidada de todo hombre de negocios de la región andaluza.
Inocente García Carrillo.