Este 19 de mayo de 2019, hace exactamente un siglo que, en Madrid, tras una larga enfermedad que le tenía muy limitado en sus tareas desde 1914, el más ilustre hijo de la Historia de Alhama, Eduardo de Hinojosa y Naveros, Príncipe de la Historia del Derecho (Imagen de la casa donde nació en Alhama de Granada).
“Alhama, Histórica”
Andrés García Maldonado
Con tal motivo, y como ya se hizo el pasado año, con ocasión de este hecho se entregó -además de organizarse un acto realmente brillante y de altura cultural e intelectual, por parte de la Facultad de Derecho de Granada, Patronato de Estudios Alhameños con la especial colaboración del Ayuntamiento alhameño, así como otras entidades, el “II Premio Eduardo de Hinojosa y Naveros en Ciencias Jurídicas”, que viene alcanzando relevancia en estas sus primeras ediciones.
Ahora, la tradicional sección mía de “Alhama, Histórica” de “Alhama Comunicación” no puede dejar pasar este hecho y, durante todo este mes de mayo, dedicar unos artículos -de los muchos escritos sobre ellos en estos últimos cincuenta y tres años- a tan insigne alhameño y familia con la idea de ir refrescando, a unos, dando a conocer a otros, aspectos familiares y alhameños que han olvidado o desconocían de don Eduardo y, más aún, de su familia. Se tratará de seis o siete artículos que irán desde su familia en su conjunto, el de hoy y siguiente, hasta la misma conmemoración que se ha llevado a cabo hace tan sólo unos días, hablando especialmente de don Eduardo sin olvidarnos de sus hermanos don Ricardo ni de la proclamada beata Amparo, María Gabriela. Pudiendo también hablar de quien, con este parentesco, llegó a ser presidente del Tribunal Supremo.
Por mi parte jamás he olvidado que la primera vez que hice uso de la palabra ante un numeroso público -unas setecientas personas-, siendo muy joven, fue cuando le brindamos a don Eduardo de Hinojosa aquel homenaje para recuperarlo para la ciudad, sin esperar a una efeméride redonda, el día que se cumplían 114 años de su nacimiento, el 25 de noviembre de 1966. Todo un acontecimiento.
I - LOS HINOJOSA NAVEROSAhora, la tradicional sección mía de “Alhama, Histórica” de “Alhama Comunicación” no puede dejar pasar este hecho y, durante todo este mes de mayo, dedicar unos artículos -de los muchos escritos sobre ellos en estos últimos cincuenta y tres años- a tan insigne alhameño y familia con la idea de ir refrescando, a unos, dando a conocer a otros, aspectos familiares y alhameños que han olvidado o desconocían de don Eduardo y, más aún, de su familia. Se tratará de seis o siete artículos que irán desde su familia en su conjunto, el de hoy y siguiente, hasta la misma conmemoración que se ha llevado a cabo hace tan sólo unos días, hablando especialmente de don Eduardo sin olvidarnos de sus hermanos don Ricardo ni de la proclamada beata Amparo, María Gabriela. Pudiendo también hablar de quien, con este parentesco, llegó a ser presidente del Tribunal Supremo.
Por mi parte jamás he olvidado que la primera vez que hice uso de la palabra ante un numeroso público -unas setecientas personas-, siendo muy joven, fue cuando le brindamos a don Eduardo de Hinojosa aquel homenaje para recuperarlo para la ciudad, sin esperar a una efeméride redonda, el día que se cumplían 114 años de su nacimiento, el 25 de noviembre de 1966. Todo un acontecimiento.
Tanto Juan Hinojosa Almenara como Manuela Naveros Alcántara, padres de Eduardo de Hinojosa, pertenecían a destacada familias alhameñas. Concretamente, Juan era hijo de Pedro Hinojosa Castillo y de María Teresa Almenara Pérez, ambos alhameños, y Manuela de Sebastián Naveros Sánchez y María Alcántara Cortés, el primero de Alhama y la segunda de Churriana, habiendo sido todos ellos vecinos de Alhama.
Aunque quizás, atendiendo a otros datos de la época pudieron tener antes como después el domicilio en otro lugar de la ciudad, contaban con varios inmuebles, hubo tener el matrimonio por primer domicilio familiar quizá otro, aunque lo cierto es que el segundo hijo del mismo, Eduardo, nacido el 25 de noviembre de 1852, nace ya en la entonces denominada Placeta de los Arcos, hoy calle Académico Hinojosa, en la parte de ésta que se une con Adarve Remedios, actual número 13.
Atendiendo a la partida de nacimiento de la misma Amparo de Hinojosa, la familia se trasladó años después a vivir a la calle Llana. No sabemos aún exactamente la casa en la que residían los padres cuando nace Sor Gabriela, aunque podemos aproximarnos al que pudiese ser el 39, si tenemos en cuenta el padrón de fincas urbanas más cercano que poseemos al año de 1872, tanto por las referencias familiares que a ello nos aproximan, como por ser vivienda más principal. Esta casa había pertenecido al abuelo materno de Eduardo de Hinojosa, Sebastián Naveros Sánchez, estando situada junto a la que fue de los Toledo, siendo así la penúltima anterior a la callejuela que sale al Adarve Angustias, por lo tanto, la actual número treinta y cuatro de calle Llana.
La portada de piedra corresponde a la calle Llana número 34
Las otras dos casas de cierta importancia que poseía la familia en esta misma calle, además de otra que tenía inmediatamente pasado “El cobertizo”, estaban ubicadas prácticamente frente a la principal anterior, concretamente las dos que daban entrada desde la misma calle Llana, a la entonces denominada calle Salvatierra, hoy Cuna.
Juan Hinojosa, en su primera juventud, perteneció a la guardia de Corps del rey Fernando VII, hubo de efectuar estudios universitarios, con toda probabilidad los de Derecho, como se desprende por algunas funciones que desempeño en la misma Alhama y por amistades que tenía a muy diversos niveles desde sus años de estudiante, así como también prestó sus servicios en funciones de la secretaria del Ayuntamiento, aunque por poco tiempo.
Juan Hinojosa Almenara, ya en 1853, firma las actas municipales de Alhama, interviniendo activamente, a finales del siguiente año y en el posterior de 1855, en las medidas que se van adoptando para paliar y resolver la grave situación por la que atraviesa la población a consecuencia de la terrible epidemia de cólera morbo cuando, tras iniciarse las inhumaciones en el nuevo cementerio rural, al no reunir éste las debidas condiciones para ello, tuvieron que volver a efectuarse en el existente en la misma población, en el extremo de la ciudad antigua.
Concretamente, el día 1 de enero de 1855, tras haber sido elegido días antes, Juan Hinojosa toma posesión como regidor primero, aunque, como los demás que lo hacen en este día, pone de manifiesto que acude al acto por “respeto escrupuloso a la ley,... teniendo todos muy justas excepciones para no desempeñar aquellos, solicitaban que se consignase la postura de que la posesión fuese interina reservándose hacerlas valer ante la Excma. Diputación Provincial”. Probablemente esta postura de no desear pertenecer al Ayuntamiento, viniese dada al no compartir de modo alguno la nueva situación política creada, poco tiempo antes, al hacerse con el gobierno de la nación en tándem Espartero – O’Donnell. A pesar de esto, Juan de Hinojosa se incorpora a la Comisión Municipal de Arbitrios y Pósito y pronto pide medidas para que no se cometiesen abusos como el corte de chaparros que pertenecían a terrenos públicos o realengos.
Tan sólo veinte días después, el 21 de enero de 1855, la Corporación municipal, ante un informe de la Diputación Provincial exonera de sus cargos de concejales a quienes así lo habían pedido en la toma de posesión, entre los que se encontraba Juan Hinojosa Almenara.
Ya por aquellos años Hinojosa Almenara era uno de los mayores contribuyentes del municipio alhameño y, por lo tanto, una de las familias mejor acomodadas económicamente de la ciudad. En diciembre de 1855, es una de las personas designadas, junto con Juan Negro Jiménez, Antonio Gómez Cebreros y el mismo alcalde, entonces Juan de Dios Morón Cortés, para efectuar la lista de deudores cobrables del caudal de propios
Después vuelve a la Corporación municipal y, en Abril de 1856, la preside como “alcalde constitucional accidental”. Al año siguiente, en febrero, cesando en la alcaldía Indalecio Mijoler, el gobernador civil de la provincia nombra alcalde a Juan María Negro, primer teniente de alcalde a Juan Hinojosa Almenara y, segundo, a Mariano Vinuesa, quienes, con los demás concejales que pasan a constituir la Corporación, “estando sobre la mesa un libro con los Santos Evangelios se levantaron y aproximándose a la presidencia, puestas las manos sobre el referido libro, el Sr. Alcalde les recibió el siguiente juramento: ¿Juráis por Dios y los Santos Evangelios guardar y hacer guardar la Constitución de la Monarquía y las leyes, ser fieles a S.M. Dª Isabel 2ª, y conduciros siempre y fielmente con el desempeño de vuestros cargos? Todos contestaron sí juramos; el Sr. Presidente repitió sí así lo hacéis Dios os lo premie y si no os lo demande”.
Pocos meses después, en Julio de 1857, por enfermedad del alcalde titular, primero, y, después, por fallecimiento de éste el 15 de Septiembre de aquel año, vuelve a ocupar accidentalmente la alcaldía alhameña, cumpliendo fiel y acertadamente su función, hasta que en octubre toma posesión el nuevo alcalde designado por el gobernador civil, Luis Caramés y Corral.
Por estos mismos años, se acrecentaron las propiedades de la familia Hinojosa Naveros. Concretamente, como nos dice Amparo Ferrer en “Paisaje y propiedad en la Tierra de Alhama”, Juan Hinojosa, en la Desamortización de Bienes eclesiásticos hasta 1860, figura como una de las personas que adquirió más de cien hectáreas, concretamente 372, menos que Miguel Romero, Ángel de la Cuesta y Sebastián Naveros, su suegro, que adquirió 376 hectáreas, pero bastante más que Francisco de Toledo y Muñoz y Luis Pérez Rodríguez que adquirieron 262 y 253, respectivamente.
En la relación de grandes propietarios de las Tierras de Alhama en el año 1860 que da Amparo Ferrer en su magnífico trabajo mencionado, Juan Hinojosa figura en el número veintiséis con 338 hectáreas situadas en Ventas de Huelma, figurando su suegro, Sebastián Naveros, en el puesto quince con 585’7 hectáreas situadas en las poblaciones de Alhama y Ventas de Huelma.
Detalle de la placa en su casa natal, en la calle del Académico Hinojosa
En septiembre de 1868, al constituirse una Junta Provisional para el Ayuntamiento, la que preside Juan Morón Cortés, tras los levantamientos que ocasionan el derrocamiento de Isabel II, Juan Hinojosa Almenara parece que da su apoyo a la misma, como consta en el acta que a tal efecto se levanta el 28 de septiembre, pero cuando se elige nuevo Ayuntamiento días después, siendo elegido alcalde Eduardo Montes Sierra, él ya no participa.
Un año después, en octubre de 1869, cuando el gobernador civil destituye al Ayuntamiento, “previniéndoles que inmediatamente entreguen la alcaldía a D. Juan Luis Trescastro por quedar destituido este Ayuntamiento y relevado con el que sirvió el año mil ochocientos cincuenta y cinco...., D. Juan Hinojosa manifestó: que por respeto a la autoridad había concurrido a este acto pero que de ninguna manera creía que debía tomar posesión como individuo de la Municipalidad de mil ochocientos cincuenta y cinco porque si bien fue nombrado para servir como regidor primero, fue exonerado de dicho cargo por la Excma. Diputación Provincial según el oficio que en 20 de enero de dicho año le fue dirigido por el Sr. Gobernador Civil”(2).
Deja de asistir a las sesiones municipales pero sigue participando en sus obligaciones como uno de los mayores contribuyentes del municipio, así como forma parte, al año siguiente, de la junta que constituye el Ayuntamiento para “regularizar el servicio de instrucción pública y llevar a cabo un plan adecuado para la enseñanza en el municipio”, la que queda formada únicamente por el alcalde y primer teniente de alcalde, regidor síndico del Ayuntamiento, cura párroco, por él, Juan Manuel Naveros Guerrero y José Parejo Morón.
Aunque quizás, atendiendo a otros datos de la época pudieron tener antes como después el domicilio en otro lugar de la ciudad, contaban con varios inmuebles, hubo tener el matrimonio por primer domicilio familiar quizá otro, aunque lo cierto es que el segundo hijo del mismo, Eduardo, nacido el 25 de noviembre de 1852, nace ya en la entonces denominada Placeta de los Arcos, hoy calle Académico Hinojosa, en la parte de ésta que se une con Adarve Remedios, actual número 13.
Atendiendo a la partida de nacimiento de la misma Amparo de Hinojosa, la familia se trasladó años después a vivir a la calle Llana. No sabemos aún exactamente la casa en la que residían los padres cuando nace Sor Gabriela, aunque podemos aproximarnos al que pudiese ser el 39, si tenemos en cuenta el padrón de fincas urbanas más cercano que poseemos al año de 1872, tanto por las referencias familiares que a ello nos aproximan, como por ser vivienda más principal. Esta casa había pertenecido al abuelo materno de Eduardo de Hinojosa, Sebastián Naveros Sánchez, estando situada junto a la que fue de los Toledo, siendo así la penúltima anterior a la callejuela que sale al Adarve Angustias, por lo tanto, la actual número treinta y cuatro de calle Llana.
La portada de piedra corresponde a la calle Llana número 34
Las otras dos casas de cierta importancia que poseía la familia en esta misma calle, además de otra que tenía inmediatamente pasado “El cobertizo”, estaban ubicadas prácticamente frente a la principal anterior, concretamente las dos que daban entrada desde la misma calle Llana, a la entonces denominada calle Salvatierra, hoy Cuna.
Juan Hinojosa, en su primera juventud, perteneció a la guardia de Corps del rey Fernando VII, hubo de efectuar estudios universitarios, con toda probabilidad los de Derecho, como se desprende por algunas funciones que desempeño en la misma Alhama y por amistades que tenía a muy diversos niveles desde sus años de estudiante, así como también prestó sus servicios en funciones de la secretaria del Ayuntamiento, aunque por poco tiempo.
Juan Hinojosa Almenara, ya en 1853, firma las actas municipales de Alhama, interviniendo activamente, a finales del siguiente año y en el posterior de 1855, en las medidas que se van adoptando para paliar y resolver la grave situación por la que atraviesa la población a consecuencia de la terrible epidemia de cólera morbo cuando, tras iniciarse las inhumaciones en el nuevo cementerio rural, al no reunir éste las debidas condiciones para ello, tuvieron que volver a efectuarse en el existente en la misma población, en el extremo de la ciudad antigua.
Concretamente, el día 1 de enero de 1855, tras haber sido elegido días antes, Juan Hinojosa toma posesión como regidor primero, aunque, como los demás que lo hacen en este día, pone de manifiesto que acude al acto por “respeto escrupuloso a la ley,... teniendo todos muy justas excepciones para no desempeñar aquellos, solicitaban que se consignase la postura de que la posesión fuese interina reservándose hacerlas valer ante la Excma. Diputación Provincial”. Probablemente esta postura de no desear pertenecer al Ayuntamiento, viniese dada al no compartir de modo alguno la nueva situación política creada, poco tiempo antes, al hacerse con el gobierno de la nación en tándem Espartero – O’Donnell. A pesar de esto, Juan de Hinojosa se incorpora a la Comisión Municipal de Arbitrios y Pósito y pronto pide medidas para que no se cometiesen abusos como el corte de chaparros que pertenecían a terrenos públicos o realengos.
Tan sólo veinte días después, el 21 de enero de 1855, la Corporación municipal, ante un informe de la Diputación Provincial exonera de sus cargos de concejales a quienes así lo habían pedido en la toma de posesión, entre los que se encontraba Juan Hinojosa Almenara.
Ya por aquellos años Hinojosa Almenara era uno de los mayores contribuyentes del municipio alhameño y, por lo tanto, una de las familias mejor acomodadas económicamente de la ciudad. En diciembre de 1855, es una de las personas designadas, junto con Juan Negro Jiménez, Antonio Gómez Cebreros y el mismo alcalde, entonces Juan de Dios Morón Cortés, para efectuar la lista de deudores cobrables del caudal de propios
Después vuelve a la Corporación municipal y, en Abril de 1856, la preside como “alcalde constitucional accidental”. Al año siguiente, en febrero, cesando en la alcaldía Indalecio Mijoler, el gobernador civil de la provincia nombra alcalde a Juan María Negro, primer teniente de alcalde a Juan Hinojosa Almenara y, segundo, a Mariano Vinuesa, quienes, con los demás concejales que pasan a constituir la Corporación, “estando sobre la mesa un libro con los Santos Evangelios se levantaron y aproximándose a la presidencia, puestas las manos sobre el referido libro, el Sr. Alcalde les recibió el siguiente juramento: ¿Juráis por Dios y los Santos Evangelios guardar y hacer guardar la Constitución de la Monarquía y las leyes, ser fieles a S.M. Dª Isabel 2ª, y conduciros siempre y fielmente con el desempeño de vuestros cargos? Todos contestaron sí juramos; el Sr. Presidente repitió sí así lo hacéis Dios os lo premie y si no os lo demande”.
Pocos meses después, en Julio de 1857, por enfermedad del alcalde titular, primero, y, después, por fallecimiento de éste el 15 de Septiembre de aquel año, vuelve a ocupar accidentalmente la alcaldía alhameña, cumpliendo fiel y acertadamente su función, hasta que en octubre toma posesión el nuevo alcalde designado por el gobernador civil, Luis Caramés y Corral.
Por estos mismos años, se acrecentaron las propiedades de la familia Hinojosa Naveros. Concretamente, como nos dice Amparo Ferrer en “Paisaje y propiedad en la Tierra de Alhama”, Juan Hinojosa, en la Desamortización de Bienes eclesiásticos hasta 1860, figura como una de las personas que adquirió más de cien hectáreas, concretamente 372, menos que Miguel Romero, Ángel de la Cuesta y Sebastián Naveros, su suegro, que adquirió 376 hectáreas, pero bastante más que Francisco de Toledo y Muñoz y Luis Pérez Rodríguez que adquirieron 262 y 253, respectivamente.
En la relación de grandes propietarios de las Tierras de Alhama en el año 1860 que da Amparo Ferrer en su magnífico trabajo mencionado, Juan Hinojosa figura en el número veintiséis con 338 hectáreas situadas en Ventas de Huelma, figurando su suegro, Sebastián Naveros, en el puesto quince con 585’7 hectáreas situadas en las poblaciones de Alhama y Ventas de Huelma.
Detalle de la placa en su casa natal, en la calle del Académico Hinojosa
En septiembre de 1868, al constituirse una Junta Provisional para el Ayuntamiento, la que preside Juan Morón Cortés, tras los levantamientos que ocasionan el derrocamiento de Isabel II, Juan Hinojosa Almenara parece que da su apoyo a la misma, como consta en el acta que a tal efecto se levanta el 28 de septiembre, pero cuando se elige nuevo Ayuntamiento días después, siendo elegido alcalde Eduardo Montes Sierra, él ya no participa.
Un año después, en octubre de 1869, cuando el gobernador civil destituye al Ayuntamiento, “previniéndoles que inmediatamente entreguen la alcaldía a D. Juan Luis Trescastro por quedar destituido este Ayuntamiento y relevado con el que sirvió el año mil ochocientos cincuenta y cinco...., D. Juan Hinojosa manifestó: que por respeto a la autoridad había concurrido a este acto pero que de ninguna manera creía que debía tomar posesión como individuo de la Municipalidad de mil ochocientos cincuenta y cinco porque si bien fue nombrado para servir como regidor primero, fue exonerado de dicho cargo por la Excma. Diputación Provincial según el oficio que en 20 de enero de dicho año le fue dirigido por el Sr. Gobernador Civil”(2).
Deja de asistir a las sesiones municipales pero sigue participando en sus obligaciones como uno de los mayores contribuyentes del municipio, así como forma parte, al año siguiente, de la junta que constituye el Ayuntamiento para “regularizar el servicio de instrucción pública y llevar a cabo un plan adecuado para la enseñanza en el municipio”, la que queda formada únicamente por el alcalde y primer teniente de alcalde, regidor síndico del Ayuntamiento, cura párroco, por él, Juan Manuel Naveros Guerrero y José Parejo Morón.
1).- Acta de la sesión municipal del 12 de marzo de 1857, Libro 1ª Capitular del año 1857. Archivo Histórico Municipal de Alhama de Granada.
2).- Acta de la sesión municipal del 9 de octubre de 1869. Libro 2º de las actas del año de 1869. Archivo Municipal Histórico de Alhama de Granada.