Este año y por segunda vez consecutiva, dado el éxito del año anterior, fue el pasado lunes 27 de octubre y el lugar elegido era la zona de recreo junto a la Pantaneta de Alhama, zona conocida como el Motor, en plena naturaleza, disfrutando de un campo inundado de hojas secas y colores totalmente otoñales.
La cita era a las nueve de la mañana y tras el cuarto de hora de cortesía, todo el alumnado, profesorado, padres y madres se disponían a salir dirección al Motor, para pasar un agradable, ameno y divertido día de convivencia de toda la comunidad educativa con motivo de la celebración de la fiesta del otoño.
El recorrido fue a través del Camino de los Ángeles, atravesando el río Alhama y pasando junto a la Pantaneta para llegar al Motor.
Un hermoso paseo y más hermoso si cabe por los colores del otoño, en contraste con el cielo azul de un día soleado.
Paseo normalmente tranquilo y silencioso, pero que ese día rompía su silencio, se pueden imaginar por el trasiego de niños, niñas, maestros, maestras, padres y madres de todo un colegio.
Tras una hora aproximadamente de camino, llegábamos al lugar de destino y allí estaban esperando los más peques del cole, que se habían desplazado en coche por su corta edad pero que a pesar de sus tan sólo tres años no se quisieron perder este gran día.
La jornada en el Motor comenzaba con el primero de los planes que era jugar en los distintos talleres que se habían organizado, talleres tan tradicionales como carrera de sacos, sokatira, correr por parejas con las piernas atadas, la gallinita ciega, juego de las manzanas, al pañuelo, descubre qué fruto es, reloj- reloj, salto de la comba, etc
Cada curso pudo jugar y divertirse en todos los talleres, incluidos padres y madres que también se atrevieron a saltar a la comba, a participar en la carrera de sacos y a competir contra maestros y maestras en la sokatira.
Entre taller y taller pudieron probar uno de los frutos más típicos del otoño, las castañas que como todos los años asaba nuestra querida y entrañable castañera que siempre tiene una sonrisa para cada uno de los alumnos y alumnas.
Al medio día, todos y todas se reunían ante una gran mesa para degustar los distintos aperitivos, encurtidos, platos elaborados, frutas, postres caseros y como no, no podían faltar los frutos típicos de este periodo otoñal, almendras, nueces, castañas y bellotas que previamente se había encargado a cada uno de los cursos.
Todas las personas asistentes, tanto niños y niñas como maestros, maestras, padres y madres, disfrutaron de una gran jornada donde además de conocer las principales características y cualidades del otoño y sustituir las nintendos, play station etc por los juegos más tradicionales, sirvió para intercambiar opiniones, impresiones y hacer de este día una completa, divertida y amena jornada de convivencia de toda la comunidad educativa.
¡Misión cumplida gracias a la colaboración del alumnado, profesorado, AMPA, familias y Ayuntamiento!.
Y es que cuando se pone esfuerzo, empeño y sobre todo cariño e ilusión, los propósitos se suelen cumplir.
Imágenes de este estupendo día