Se jubiló Luis Hinojosa, un maestro que supo conectar y trabajar al servicio de sus poblaciones; Santa Cruz del Comercio y Alhama.
Imagen superior: Luis, junto a su mujer, Maribel, recibe el afecto de sus compañeros.
25/07/2007.- Quiso que la fiesta del colegio fuera su despedida oficial, ya que allí iba a poder dirigirse a sus compañeros, a sus alumnos, a los padres de éstos que fueron también alumnos suyos en sus comienzos, a su familia, de los que estábamos allí reunidos unos cuantos, etc. Fue una tarde muy emotiva, no había a quien no se le hubiera escapado una lágrima, y si no que se lo pregunten a sus alumnos. los últimos, a los que les pidió que lo acompañaran arriba del escenario. Agradeció toda su trayectoria a los que la han vivido con él, en todos los sentidos, recordando buenos y malos momentos.
Finalmente, la asociación de padres y madres le hizo entrega de un recuerdo, así como también lo hicieron sus compañeros profesores y sus alumnos y padres de éstos.
Aunque esta despedida fue en el mes de junio no la hemos querido publicar hasta ahora, en la que Luis recibirá el afecto que todos le tenemos en la Velada de los Romances, con la que también tantos años ha colaborado.
Maribel le dedica unas emotivas palabras
El viernes día 29 de junio se celebró la comida de fin de curso, en la que Luis estuvo acompañado por los demás profesores del Tendilla. Normalmente es una comida para ellos, para los que han pasado el curso juntos, pero en esta ocasión no quisieron faltar antiguos compañeros de trabajo que se desplazaron, en algunos casos, expresamente para celebrar con él y su familia su jubilación. Presidía la mesa junto con su esposa, y todo eran brindis y referencias en tono de broma a su nueva vida.
Más tarde, con los postres, las caras se volvieron serias cuando comenzaron los discursos de despedida. Maribel Grande, durante muchos años directora del centro, comenzó con lo que, según sus propias palabras, temía que algún dia tenía que llegar, unas letras dedicadas a quien tantas veces le había preparado a ella sus discursos de bienvenida, de Navidad, de fin de curso, o incluso, de despedida para otros compañeros. "Ahora me toca a mí", dijo Maribel con la voz temblorosa. Se le hizo muy difícil, y todos los presentes tragaban saliva conteniendo las lágrimas, hasta que finalmente concluyó fundiéndose en un abrazo con Luis, al que se unió su marido, Jose María, uno de los compañeros que más tiempo ha estado con él en el colegio.
A continuación, el director actual del centro dedicó otras palabras de afecto al homenajeado, recordando y agradeciendo los momentos que han pasado juntos, y prediciendo lo que van a echar de menos su forma de ser y, sobre todo, de enseñar.
Luis recibe un merecido reconocimiento
Entre regalos y abrazos también habló una antigua alumna, una de las dos que ahora son profesoras en el Tendilla, que expresó la satisfacción que era para ella compartir trabajo con los que antiguamente fueron sus maestros.
Un brindis con champán para dar paso a unas palabras de Luis Hinojosa, en las que apenas se oía su voz, entrecortada por la emoción, y que agradecían el poder haber compartido estos 36 años de trabajo con tanta gente, tan buenos compañeros y sobre todo, amigos. No quiso despedirse definitivamente porque, como les repitió varias veces, siempre estará dispuesto a echar una mano a quien se lo pida para lo que sea. Se sintió orgulloso de estar arropado por compañeros de este curso, antiguos compañeros, vecinos del barrio, antiguos alumnos, y como no, por su esposa Maribel y sus hijos Raúl, Maribel y Pablo, aunque este último no pudo asistir por motivos de trabajo, pero que no dejó de estar con él en todo momento a través del teléfono.
Comienza así pues una nueva etapa para Luis, una época de observar los frutos que han dado las semillas que sembró durante tantos años, de pasear entre los campos a los que ha dedicado su vida profesional y, como no puede ser menos, de seguir siendo ejemplo de sabiduría para los demás.
El afecto de sus compañeros
El afecto de sus alumnos