"Canción juglar" es un canto al amor adolescente, un canto de ánimo y de valentía hacia esa nueva etapa de la vida". Maestro y profesor de Lengua y Literatura jubilado reconoce que se está perdiendo la batalla de la ortografía y de la lectura con los jóvenes debido al dominio de los videojuegos y el consumismo.
01/09/2007.- El brillante ganador del segundo premio de poesía, Restituto Núñez Cobos nació hace 65 años en la localidad manchega de Castellar de Santiago (Ciudad Real), donde ejerció la profesión de maestro. A los 40 años se trasladó a Córdoba, donde ganó, por ser también Licenciado en Filología, las oposiciones de profesor de Lengua y Literatura de Instituto. En la actualidad está jubilado y sigue viviendo en esta ciudad andaluza, salvo en las épocas de calor en que evita los rigores del sol de justicia en la casa solariega de su pueblo natal. Con "Canción juglar " ha obtenido el segundo premio de poesía del Certamen Literario de la biblioteca de Alhama.
-¿Quién y cómo despierta en Vd. el interés por la Lengua y Literatura?
- Tal vez mis profesores del lejano Bachillerato (mi hermano especialmente, cuando me dejó una edición íntegra del Quijote que leí de un tirón en un verano). Pero creo que fue más un impulso natural en mí, puesto que procuraba comprar con el poco dinero que me sobraba algunas novelas de los autores estudiados entonces (casi todos de Realismo español). Luego, a partir de los 16 años, me aficioné a la poesía, atraído por la belleza de los poemas de Espronceda, Zorrilla, Núñez de Arce y fundamentalmente de Rubén Darío. Más tarde me encantó Quevedo. Entonces empecé a escribir poemas para mí mismo (a imitación de lo que leía), pero por mi natural timidez no los conservaba. Siempre continué escribiendo poesía y destruyéndola (algunos versos se los daba a leer a unos pocos), hasta que pasados los 50 años unos poetas cordobeses me aconsejaron que no tirara nada de aquellos poemas que les mostraba. Aquello me sirvió para unos años después...
- El escritor ¿nace o se hace?
- Sin duda ninguna, se hace. (Aunque existan poetas que nunca hayan escrito ni recitado versos). Claro que algo debe latir dentro de uno, alguna percepción de lo bello, especialmente de la belleza de la palabra, convenientemente entretejida en la frase. Con esos ingredientes, luego hay que poner mucho tesón, cuartilla, lápiz y goma de borrar, y conocimiento suficiente de "la cosa poética" para comprender que lo que se va plasmando es poesía, que tiene ritmo, sentimiento, lirismo..., y que no son ripios ni simples palabras que riman por rimar o que se cortan en el renglón para que tengan determinadas sílabas; es decir, que no sea prosa dividida en versos. La poesía es un poco de vocación y una enorme voluntad. Pero sobre todo, intimismo.
- ¿Qué género literario prefiere? ¿Y autor/a?
- En prosa, el costumbrismo. En verso, según lo dicho antes, la poesía lírica, la manifestación de los sentimientos más profundos del corazón. En cuanto a autores, todos los líricos del Siglo de Oro (que bebieron en las fuentes de la poesía grecolatina, referentes en todo momento), desde Garcilaso a Esteban Manuel de Villegas, pasando por Lope, Quevedo, Villamediana, los Argensola... Y Rubén Darío, siempre. Con la Generación del 27 descubrí a Lorca y Cernuda, pero el mejor para mí, sin dudarlo, es Gerardo Diego por su perfección formal, su dominio de todas las tendencias y su riqueza léxica. Hay también bastantes poetas actuales muy interesantes que pronto tendrán la consideración de clásicos.
PREMIOS LITERARIOS
-¿Qué opina Vd. de los premios literarios?
- Cuando unos poetas amigos de Ciudad Real me animaron hace cuatro años a participar, pensaba que eran un chanchullo, que estaban amañados; después he comprobado que es así sólo en una pequeñísima parte. La mayoría de los jurados son honestos y responsables. De todos modos, opino lo siguiente: 1º, no debería haber tantos ni convocarlos, organizarlos y resolverlos personas de grupos culturales que se creen poetas porque son capaces de escribir cartas muy bonitas a la novia o a la entrañable abuelita. 2º, los jurados han de ser serios, de personas muy cualificadas, con conocimiento suficiente del mundo de la poesía. 3º, no debe inmiscuirse en ellos la política ni el compadreo. Y 4º, tendrían que aumentar los fallos desiertos (a la vista de muchos premios que se dan) para dignificar en general los certámenes.
- ¿Como se enteró del certamen de Alhama?
- Por un servidor de internet. Luego llamé al Ayuntamiento y me puso en contacto con la Biblioteca. Me enviaron las bases.
-¿Ha participado en otros concursos?
- Sí, en unas decenas. Cuando escribo un poema que merezca la pena según mi criterio, lo suelo enviar a algún certamen. Hasta ahora, cada año estoy consiguiendo unos cuantos premios.
- ¿De qué va "Canción juglar"
- "Canción juglar" es un poema que expresa el amor femenino que nace tras la etapa medio dormida de la infancia. Es un canto al amor adolescente, un canto de ánimo y de valentía hacia esa nueva etapa de la vida. A través de seis estancias de trece versos con igual estructura métrica, más una introducción y una ‘tornata', el poema va desgranando por medio de metáforas y símbolos, los pasos, las vacilaciones, las emociones, los sueños..., de la joven que siente los encantos de un mundo fascinante hasta entonces sólo presentido. Y la admiración, cuando menos, que despierta en el poeta.
GÉNERO MINORITARIO
- ¿Quiénes son los principales destinatarios de su obra?
- En primer lugar, yo mismo; luego, todo aquel que sea amante de la poesía en general. Es decir, poca gente... La poesía es un género minoritario, juzgada como inútil incluso por muchas de las personas más cultas.
- ¿Qué intenta transmitir?
- Como he manifestado anteriormente, mis impresiones sobre el amor (en general), sobre la vida, la muerte, la naturaleza, las dudas existenciales, las valoraciones de los hechos cotidianos... Todo, desde un punto de vista estrictamente personal.
- ¿Qué puede significar para Vd. el haber conseguido este premio?
- Una satisfacción muy grande, y la constatación de que merece la pena el esfuerzo diario.
- ¿Qué está leyendo ahora?
- Estoy releyendo un libro de poemas de Luis Cernuda que se titula "Los placeres prohibidos".
- ¿Cómo se podría conseguir que la pasión por la lectura de los niños no desaparezca al llegar a la juventud?
- Es muy difícil la lucha. Como con la ortografía en la enseñanza, la batalla se va perdiendo paulatinamente. Dominan los videojuegos. Domina el consumismo. Desde luego, es fundamental la implicación de las comunidades, de los ayuntamientos, del propio Estado. Y creo que hay mucha tibieza. Porque, ¿no les importa a ellos más lo que dé resultados inmediatos de los que alardear, que métodos eficaces a largo plazo cuyos frutos puedan aprovechar otros? Pero fundamentalmente de los padres. Y hay pocos (entre los que pueden) que renuncien a sus comodidades, su recreo, su molicie, sus ‘juegos de sociedad', su lucimiento personal, en favor del porvenir de sus hijos. Si se diera un cambio de mentalidad...
- ¿En qué textos está trabajando en la actualidad?
- Hago poemas constantemente. Pero estoy metido en el proyecto de un libro de poemas unitario, que voy completando a impulsos intermitentes y no sé cuándo lo voy a terminar. Al margen de la poesía, hay algún intento (ya ha empezado a andar) de investigación histórico-local.
CANCIÓN JUGLAR
Un adviento de edades y luceros
en juego con añiles talismanes
nos llega en el albor de los graneros;
y un haz de resplandores
zurce nuestros rumores de azafranes.
Las bridas se atirantan en la estrella
que resuelve el enigma de tu ardicia
y la atónita senda de tu huella
expande el aura que tu altar auspicia.
¿Una chispa en tu espíritu pregunta
la incógnita que apunta
el voluptuoso espejo de tus ojos?
¿El musgo de tu templo prominente
verdece los pespuntes de manojos
en tu babel de brasas absorbente?
¡Envía un rapto de tu agreste rayo
a los pulsos carnales
que sueñan mis panales en desmayo!
¡Qué fácil acudir si tu alfabeto
llama con los punzones de tu espuela!
Un rumor virginal, cendal secreto,
tiembla en tu paraíso, el alba en vela.
Tu juventud emerge su iris mudo
con el frescor desnudo
de un radiante rubor, raudal bravío.
La lira enredadera de tus ondas
amor de ágil altar inicia el brío
del verdemar anverso de tus frondas.
Pero el ansia vernal de sed umbría
que se acuna en tus brazos,
de amorosos regazos desconfía.
Vierte tu plenitud y quema el trigo
en el tul matinal de los deseos.
Libera el halo agraz que va contigo
y desenroca el rey de tus trofeos.
La que late inconclusa por tus venas
sangre de arduas almenas,
refresque la ardentía de mis olas.
El val que se recuesta en tu mirada
sabe tus manantiales de amapolas
y la nieve en tus cumbres acunada.
Quiero ancorar la quilla de tus naves
al hueco de mi mano
con tu esbozo liviano de arias graves.
Vibran candor las sombras de tu pelo
y los gorjeos de tus glaucas risas;
las ondas de tus labios en revuelo
ritman al bies alfombras poetisas.
¡Oh sesgo de tus levas, creador
del marfil ecuador
que se asoma al oraje de los astros!
Tu acento tange su fulgor erguido
y modula calores de alabastros
con el vaivén del viento revivido.
Y un dintel esplendente de hermosura
nimba un runrún de abejas
con tus cálidas quejas de dulzura.
Ya canta un madrigal mi cornamusa
con tus versos de sáfico gracejo;
y ya tus manos, por mi piel difusa,
pisan las yedras de un sendero añejo.
Las aleluyas frescas del paisaje
bendicen tu mensaje
con la emoción de un férvido parnaso.
¿No despierta la abulia de mis sienes
con tus primeros mimos? ¿No hay acaso
un timbre de inquietud que no refrenes?
¡Brote un haza azafrán de savia ungida
y el silbo de tus ojos
encalme los abrojos de mi vida!
¡Oh hervor zarcillo de mi oriente canto
de abril! Canto de géminis poemas
con ambrosías de un querube manto
en tu astil pleamar -dunas supremas-.
Canto de amor y oasis filigrana
con la fuerza cercana
de un hontanar de brisas y de brumas.
Canto a la voz segura de tu seno
-nido caudal entre tus prietas plumas-
y a tus lavas de almendras y centeno.
Canto que, en fin, se aroma con la calma
de mis fugas oníricas
en las campiñas líricas del alma.
¿No son estas estancias un tesoro
-di, mi canción juglar, sonora lira-,
un abanico, un rayo meteoro
o un precoz madrigal
de mi musa coral que sueña y gira?
Restituto Núñez Cobos