Para este autor un poema bien escrito es «ese en el que podemos salvar al menos una idea, donde la estridencia que forman las palabras al pronunciarse no sea mayor que el silencio que provocan al dejar de sonar, pero, sobre todo, ha de ser un texto cerrado, donde el lector no deje de percibir nunca que lo que ha tenido delante de sus ojos es un ente autónomo y completo».
El jurado calificador del 57º Certamen Literario 'Ciudad de Alhama' convocado y organizado por la Biblioteca Municipal ha hecho público los premios de este veterano concurso que en su presente edición ha sido galardonado el escritor sevillano José Quesada Moreno que con el seudónimo Uma Vasconcellos presentaba el poema ganador que lleva por título 'La herida del Sur' por lo que el jueves, 20 de junio, a las 20 horas, recogerá su diploma de honor y 500 Euros, con los que está dotado este concurso. También serán premiados el alumno del CEIP Cervantes, Hugo Sánchez, ganador del premio local infantil, por su texto, 'El año en Alhama', dotado con diploma de honor y 50 euros en material educativo, al igual que Carmen Moya del CEIP Conde de Tendilla, ganadora en esta misma modalidad con su texto 'El viaje de Hellen'. El jurado ha estado compuesto por el alcalde de Alhama, Jesús Ubiña; el catedrático de Historia, Andrés Cuevas; la maestra, M Isabel Grande; el doctor en Historia del Arte, Juan Larios y la directora escolar, M Carmen Quiles y la profesora Guadalupe Ortega, actuando como secretaria la bibliotecaria Mar Paz García Prados.
José Quesada nos cuenta que el Certamen Literario de la Biblioteca Municipal de Alhama lo conoció «a través de la página Premios literarios.com, una web donde se publican la inmensísima mayoría de premios literarios del planeta». También que no ha estado nunca en Alhama de Granada pero que «si algo he de agradecer a esta costumbre mía de participar en certámenes y concursos es que me está permitiendo conocer muchísimos puntos de la geografía española». Respecto al poema galardonado, 'La herida del Sur', indica que lo escribió hace un par de meses. «La primera estrofa pertenece a un soneto que quise perpetrar hace unos años y cuyos restos encontré en un archivo de Word. Me acordé de aquello que dijo Borges sobre que los sonetos no hay que proponerse escribirlos, sino dejar que a uno lo encuentre, así que lo deseché, por malo, y salvé aquello que era un primer cuarteto desafortunado y le cambié el ritmo. Una vez que tienes la idea y el ritmo, el poema casi se escribe solo. Puede decirse, entonces, que me lo inspiró un mal poema que escribí hace algunos años», añade.
Para este autor un poema bien escrito es «ese en el que podemos salvar al menos una idea, donde la estridencia que forman las palabras al pronunciarse no sea mayor que el silencio que provocan al dejar de sonar, pero, sobre todo, ha de ser un texto cerrado, donde el lector no deje de percibir nunca que lo que ha tenido delante de sus ojos es un ente autónomo y completo». En cuanto a su interés por la escritura explica que se lo debe a un profesor, curiosamente de Matemáticas, que pasaba del temario y les escribía en la pizarra poemas de Celaya en vez de ecuaciones y raíces cuadradas. También a otro que llegó el curso siguiente, este de Lengua y Literatura que le despertó la afición por Bécquer, Cortázar, García Márquez y Poe. En su opinión los concursos literarios hacen un bien a la sociedad, «sobre todo a los que ganamos algún concurso de vez en cuando», entre otras cosas porque no entra a saco la industria editorial y son «una vía de escape para los que estamos desterrados del Gran Circuito Literario Patrio, porque nos procura la fama efímera en forma de reseña o nota de prensa y porque puede resultar moderadamente rentable. Porque leernos nos van a seguir leyendo los cuatro amigos de siempre. Yo antes, hace años, me consolaba pensar que jugaba en otra división y que tarde o temprano acabaría ascendiendo; hoy ya sé que a lo que yo juego está en otra dimensión de la literatura y sus mercados».
Este es la reseña biográfica que José Quesada Moreno nos ha facilitado: «Nací en Villanueva del Río y Minas, Sevilla, en el año 1965, en la habitación principal de una casa que ya no existe.
Soy agente comercial a jornada completa, pero, a ratos, me da por contar lo que anda pasando a mi alrededor, y escribo. A menudo me han preguntado por qué. No he encontrado una única razón; a veces escribo porque está el día nublado y otras porque hace un sol de justicia, pero nunca sé por qué tendría que dejar de escribir. Así que me dejo hacer por esta suerte de destino que determina mis pasos y no le busco ningún sentido.
Hago. Sin pretensiones, lo juro, y sin dolor. Entretanto he recibido más de cien premios y menciones en distintos concursos de poesía y narrativa. El Certamen de Narrativa Santoña… la mar, el Certamen de Relato Corto Alfonso Martínez Mena de Alhama de Murcia, el certamen de
Relato Breve Ciudad de Arévalo, el Premio de Narraciones Breves Julio Cortázar de la Universidad de Murcia, el Certamen Literario Villa de Montánchez, el Certamen de Relatos Helénides de Salamina o el Concurso de Cuentos de Navidad de Melilla, entre otros.
En el año 1995 representé a Sevilla en la “VII Bienal de Jóvenes Creadores de Europa y del Mediterráneo”, celebrada en Lisboa y he publicado, de manera puntual, en varias revistas de Creación Literaria (“Ánfora Nova”, “Sin Embargo”, “I.M.A.J.E.N”…) y en prensa escrita en Filadelfia (EEUU). Hasta la fecha tengo editados dos poemarios y una veintena de relatos en otras tantas antologías y ediciones conjuntas. Y un libro de relatos titulado 'Vino amargo' (Premium, Sevilla, 2013)”.